La Route Des Vins CCU

Sinceramente de las 3 franquicias esta es la mejor el ambiente es perfecto, la atencion es buena pero el lugar esta muy bonito. Y sin duda la fondue de queso es mejor ;) !!

Me encanta venir a cenar a este lugar, romántico, tranquilo, con excelente comida.
Las crepas, son las mejores que he probado, y sin duda acompañadas de un vino (muy amplia carta de vinos) es de lo mejor.
Lo malo es que no hay terraza para fumar, ya que en la nochecita y con alcohol se antoja un cigarrito
El servicio sin duda es otra de las grandes virtudes de este lugar,
Por ahi un detalle con una sombrilla que olvide, hable esa noche para que me la guardaran, y de echo me confirmaron que ahi la tenían, pero a las dos semanas que fui, ya no estaba.

Paso por aquí diariamente y por lo general no me llaman los restaurantes del CCU, sobre todo porque pocas veces se les ve aquí a los estudiantes.
Sin embargo, con el pretexto de un desayuno familiar aquí me tienen
El pan dulce con el que te reciben es delicioso, crujiente, recién horneado, con chocolate, queso, pasas, canela, nueces o en cualquiera de sus variaciones, pídanlo más de una vez para probar toda su variedad.
El jugo verde es dulce y natural, lo que siempre se agradece en un desayuno.
¡La crepa de queso sería mi última recomendación de esta mezcla para tener un desayuno perfecto!
Casi lo olvido, parece más caro de lo que es, en realidad hay una gran variedad de precios en la comida

El CCU es un sitio que me gusta mucho por su ambiente y decoración. Dentro de aquí uno de los lugares que más disfruto es la ruta de los vinos. Me gusta ir con los amigos a platicar. La comida es rica y las ensaladas son muy buenas. El precio es entre moderado y alto.

Un lugar ideal para tomar un delicioso vino acompañado de amigos…
Recomiendo muchísimo las crepas saladas. Ya sea en la parte de enfrente donde se respira un delicioso aire fresco además de ver pasar a mucha gente o en la parte de arriba en un espacio de mayor privacidad.
Para mí lo mejor es tomar un delicioso clericot…

El menú no cambia, es bueno a medias. No es tan francés como uno esperaría, sin embargo está rico.
Las instalaciones son feas, es un intento mórbido de crear una atmósfera parisina, olvídalo. Como platillo recomiendo los escargots.

Esta es una sucursal de uno de mis restaurantes favoritos. A veces vengo aquí cuando no quiero encontrarme con muchas personas. El lugar es un poco más relajado, pero el servicio a veces es un poco lento. Desafortunadamente la carta de vinos es un poco incierta, pero los platillos tienen la misma calidad. Te recomiendo la ensalada ruta y por supuesto una buena crepa de manzana con queso Camembert

Siempre ando buscando buenos lugares de vino a donde sea que llego. Cuando llegué a Puebla me invitaron aquí y me hice fan desde ese día. Siempre que puedo me doy una escapada a la Ruta de los Vinos. Hay de todo, para todos los gustos y también para todos los presupuestos.
También puedes comer ahí, no es mi comida favorita, lo confieso soy mas de garnachas o cosas mexicanas, pero tiene muchos platillos internacionales muy buenos, te recomiendo preguntarle al mesero si no estas seguro qué ordenar.

Conocí este lugar un día en el que iba a ver la obra de teatro «A vivir». Antes de ir al recinto, decidimos tomarnos un vinito y relajarnos mis amigas y yo. La Ruta de los Vinos fue el sitio elegido y la verdad que no nos equivocamos.
Es muy bonito sobre todo por el ambiente de paz que se respira. El bullicio silencioso de la gente que pasaba a nuestro alrededor combinado con la brisita propia de aquellos días, daba un toque especial al lugar. Para mi gusto queda perfecto para una cita romántica.
La comida es muy buena, probé las ensaladas y me fascinaron. El vino también es rico. La atención rápida y eficaz. El precio me pareció accesible. De hecho cuando me dijeron que iríamos a «La Ruta de los Vinos» pensé que sería carísimo pero lo cierto es que entra dentro de la media.
Definitivamente es un lugar que recomiendo, sobre todo si se trata del que está en el CCU.

Este restaurante es uno de mis favoritos, porque su comida es muy buena y el precio nada estratosférico. Si están de antojo de romanticismo, vino y París, ésta es su mejor opción.
La cocina se enfoca en la comida clásica francesa y para ir ad hoc la decoración es cálida, la iluminación tenue, así que a veces puede resultar demasiado romántico, sobre todo si estás de grinch del amor.
Pero si puedes superar el ver parejitas felices a tu alrededor y vas con unos buenos amigos, se deja de lado la atmósfera romántica. Mis amigas y yo vamos cuando queremos probar un rico vino y compartir un fondue de tres quesos con cerveza (hemos comido hasta 4 de él) y después rompemos la dieta con uno de chocolate blanco, juro que no hay uno mejor en toda la ciudad y es ese postre que nos levante el espíritu.
Otra de las cosas que más me gusta de su carta es la tradicional sopa de cebolla, lo que combina perfecto con una crepa y un café. Así que aquí puedes pasar un excelente día, ya sea para la comida o la cena. Además ésta es su sucursal más reciente, así que al mismo tiempo puedes disfrutar de la carta y de las exposiciones que tiene el Complejo Cultural Universitario.
Además, si son clientes frecuentes pueden ser invitados a sus catas de vinos, que están a cargo de un sommelier el cual escoge la temática del día y se combina con las sugerencias del chef; todo por una cuota específica.

La Ruta de los Vinos es de esos restaurantes de moda en Puebla, que para ser de moda, han durado.
Tienen varias sucursales. Esta de CCU no es la que me gusta más. La más simpática para mi gusto, es la de la Paz (la original).
Lo que más me gusta aquí es el Fondue de quesos.
Digamos que en este lugar siempre cenarás bien y la pasarás igual.

Todo en la Rue des vins es bien fino, pero a pesar de eso, los precios son muy variables. Puedes tomarte desde una copa en 58 pesos hasta una de 300. Todo depende.
Descubrimos el lugar dado que Della está teniendo su etapa“ahora prefiero tomar vino” porque la cerveza le lastima mucho el estómago y cualquier otra bebida es muy caro o no le gusta el sabor, tons el vino se ha convertido en nuestro mejor aliado. A parte con dos copistas ya está chapeada y se pone muy bonita y simpática.
Rue des vines está lleno de gente bonita que huele bien y es perfecto para tomarte dos copitas, platicar un poco y sentir que saliste a algún lado el viernes sin tener que picarte y desvelarte. Es como el precopeo del fin de semana. Justo lo que necesitas un viernes después de toda la ajetreada semana.

La route des vines, un nombre que se lee tan exquisitamente como se prueba su comida. Parar ser honesto amo la cultura francófona y por azares de la vida un día tuve que desayunar en la ruta de los vinos –como le dicen todos-​, y la verdad es que me quedé con un muy buen sabor de boca, en cuanto probé el primer bocado dije; Voila, c’est la chose plus parfaite que je mangé jamáis!, bueno quizá no fue para tanto, pero en realidad es muy buena la comida.
Hablando del ambiente, es muy cómodo y cálido, La Route des vines tiene unos exquisitos y tradicionales vinos. La combinación de quesos — como es costumbre en la comida francófona– nos deleita con sabores ácidos, amargos, dulces, en fin. Muchos aseguran que comer en la ruta de los vinos te transporta, y así es, por un momento puedes sentirte en un restaurante típico de «Montmartre».

Esta sucursal ubicada en el Complejo Cultural Universitario cuenta, al igual que en La Paz y Huexotitla con un ambiente acogedor, la calidad y buen servicio, evidentemente como su nombre lo indica, te van llevando por el mundo con su amplia carta de vinos, por lo que puedes visitarlo muchas veces y probar nuevos sabores, texturas, aromas, viñedos, teniendo excelentes experiencias en cada ocasión, particularmente soy fan del fondue de chocolate y frutas, en salado el de carne y queso es buenísimo para acompañar, un buen vino rojo. En ocasiones tengo una o dos horas libres entre clases y una crepa con champiñones hace la diferencia, por su tamaño que ayuda a recobrar energía y por el sabor que te pone de buenas, los platillos bien preparados producen la placentera sensación de que ha sido un gran día, cuando tengo un poco más de tiempo los viernes me gusta quedarme y disfrutar de la dulce música producida por las cuerdas del violinista que ameniza.