Templo y Eexconvento de San Pedro Apóstol de Tláhuac

Este templo ha sido bastante intervenido, por lo que se ha perdido bastante de la fachada y otras partes de la iglesia.
Lo que más me impacto de esta iglesia fueron sus santos, la mayoría de ellos tienen una cara muy marcada de sufrimiento y dolor. También pude ver santos que no conocía y me llamo la atención bastante el «pozo» de los «deseos» que se encuentra a la entrada con una imagen de San Charbel, la gente lanza monedas (cabe mencionar que no hay agua) al fondo.
Es una iglesia muy grande, sus confesionarios son de madera tallada. Los jardines de la entrada son muy bellos. El convento se presta para que los niños corran y disfruten del sol.
La fotografía, inclusive con flash, está permitida.

Esta Iglesia fue construida por partes, la fachada se empezó a construir desde 1529 y concluida entre 1587 y 1596. El cuerpo de la iglesia fue terminada por ahí de mediados de mil setecientos.
La austeridad de todo el conjunto es evidente. Los franciscanos eran austeros, al menos en una región distante y remota en ese entonces como lo era Tláhuac. La iglesia es sede de la vida de barrio. En sus jardines la gente descansa, pasea e inclusive tiende manteles para comer. Se tiene la sensación de estar en un pueblito en provincia. Podría hacerse un esfuerzo por evitar la basura por todos lados pero es un mal no sólo de este lugar sino de la ciudad y México en particular.
En otras latitudes jardines y espacios públicos son cuidados.
Me agradó el interior limpio y casi sin ornamentación de las paredes al interior, sobre todo la imagen de Jesús montado en su burro a la entrada. Me pareció naïf pero auténtica y elocuente. El altar está en buen estado de conservación. Se nota la antigüedad del conjunto en general.