Teatro Fru Fru

este teatro estuvo trabajando por varios años, y grandes estrellas pasaban por su escenario, para a continuación, caer en el abandono durante años.
este recnto se pudo apreciar en la película «ni chana ni juana» de María Elena Velasco (la India María” por aquellos años de 1984 aproximadamente.
Es muy obvio el cambio del teatro de 1984 a nuestros días, pero en el presente el teatro trata de levantarse de nuevo después de algunos años de abandono, al parecer los sábados se presentan obras escolares y algunos eventos, y como en aquel año en que se presto para «ni chana ni juana», en el 2014; se presto para la pelicula «cantinflas» de Sebastian del Amo.
Sin duda espero que el teatro vuelva a su época de oro, lo mas difícil ya paso, ahora solo es momento de esperar a que las maravillosas obras y estrellas mexicanas regresen a este recinto para poder volver a verla como en su antigua vida.

El Teatro Fru Fru no tiene nada de underground pero podría serlo, ser es elugar que pudiera ser el lugar de explosión de bandas sin reflectores y el hogar de inadaptados, es famoso por su dueña o ex dueña, lo importante no es eso, si no el saber que es un lugar enterrado en la ciudad donde el paso del tiempo ha hecho estragos pero que aún se mantiene, ya no es tanto por ir específicamente al Teatro Fru Fru, es más ir por una experiencia y poder decir que has estado en uno de los lugares más bizarros de ya de por sí bizarra ciudad. Creo que es perfecto para quienes les gusta contar de historias y que cada que se cuenten se vivan. Eso es lo que ofrece el Teatro Fru Fru, poderte hacerte parte de una larga existencia, que nadie sabe por cuánto durará solo la certeza de que existió.

La historia del Teatro Fru-​Fru va más allá sólo de que su dueña sea «La Tigresa»… este recinto, así como muchos otros inmuebles del centor histórico ha pasado por muchas historias.
Justo en este mismo sitio, en 1900 se inauguró el teatro «Virginia Fábregas», el cual fue el primer teatro en la Ciudad que contara con alumbrado eléctrico. Para la construcción de este teatro, Fábregas mandó a destruir un teatro más antiguo que estaba antes en el sitio («El Renacimiento»)…y con esto, se dio a la pérdida uno de los inmuebles más hermosos de la antigua ciudad. En 1933 se le renombró a“Teatro Mexicano” y después, cuando lo adquirió la actriz Irma Serrano, cambió su nombre al actual «Teatro Fru-​Fru», en 1974.
Así, estuvo este teatro trabajando por varios años, y grandes estrellas pasaban por su escenario. Después desempeñó como una discoteca por dos años, para a continuación, caer en el abandono durante otros tres años.
En el 2001 reabre sus puertas, presentando obras como «Vaselina», «El pozo de la soledad», también presenta comedias musicales y hasta conciertos, como el de Natalia Lafourcade. Aún durante el año pasado, en junio, esta fue la sede para inaugurar el estreno nacional de «Peaches Does Herself» perteneciente a un festival de cine independiente.
Pero al parecer, no sólo funciones y actos se presentan en sus recintos, porque según se rumorea, dentro de este teatro varias personas han confirmado presencia de actividad paranormal, la cual dicen, no deja realizar el tabajo a actrices y empleados…
… historias de fantasmas, aparecidos, desalojo, abandono, mal mantenimiento, extravagancia, demandas… todas estas son algunas de las cosas que encierra este teatro de terciopelo rojo, mármol, espejos y estautas de bronce. Para algunos es decadente y de mal gusto, y para otros es una «joyita» rara en la ciudad, de esas que hay que visitar personalmente para poder juzgar.

De Teatro, a cantina, antro y las malas lenguas dicen que hasta burdel ha sido…
El punto es que es propiedad del personaje mexicano «La Tigresa» o tigruesa como ustedes prefieran…
Yo asistí ahí hace muchos pero muchos años a una presentación de un Disco de Alejandra Guzmán, todavía funcionaba como antro, cuando estaba de moda que los lugares de moda estuvieran en el centro histórico.
Recuerdo que todo era súper Kitch pero tenía ondita, terciopelo en paredes y cortinas, muebles de «animal print», unos pequeños balcones etc.
El punto es que entré de manera ilegal porque tenía 17 años (no saquen cuentas) y la pasé excelente.
Después lo volvieron a reactivar como teatro presentando a la Señorona Niurka Marcos con una obra medio porno… Y bueno de pronto se presentan grupos de Rock y otro tipo de espectáculos medio alternativos, vale la pena la visita para que no le digan y no le cuenten…

Un teatro que ya no es teatro, desde mi punto de vista. El lugar es muy grande, sí; pero tiene un olor extraño.
Aquí se llegan a presentar una que otra obra de teatro, algún grupo y otro tipo de espectáculos. Si pasas un sábado por las tarde puedes ver a un sin número de chavitos (tipo estudiantes de secundaria).
El lugar es muy amplio, su decoración es algo excéntrica, bueno que se podía pedir si es propiedad o era ya no sé, de la «Tigresa»; a la entrada hay una estatua de un tipo demonio, la verdad no he descifrado bien qué es pero da miedo.
Este lugar ya está muy descuidado, simplemente la fachada ya se ve mal, pero es un punto referente para muchos.

Alguna vez vi aquí a The Dresden Dolls, y por si no los conoces ve ahora mismo a buscar algo de ellos, mezclan el cabaret con el punk y lo gótico, mucho maquillaje, ropa estrafalaria y hasta un leve de performance… Sí, el Fru Fru les quedó al tiro para presentarse, con semejante descripción.
Hablar de este lugar es tal vez hacerlo de un sitio medio fantasma, mientras escribo esto no estoy seguro de si continúan haciéndose eventos, pero en mi experiencia puedo opinar que su decoración es lo que resalta inmediatamente, mucho dorado… y perteneciente a la tristemente famosa Irma Serrano «La tigresa», por lo que algunos lo tacharían de mal gusto o grotesco.
Eso sí, los palcos y la parte más alta con asientos («palomar» para que se entienda mejor) no son aptos para quien tema a las alturas, además de que está algo descuidado.

Famoso por su decoración extravagante y por ser propiedad de la Tigresa. Su decoración fuera de lo normal a la entrada es lo primero que llama la atención. Lo visité una vez y me resultó agradable. Luego vinieron toda la serie de litigios y problemas fiscales que acarrearon el cierre temporal del edificio.
Es un teatro mediano comprado con el de la Ciudad de México pero cumple con los requisitos necesarios de seguridad, instalaciones y servicios para realizar presentaciones. El corte es más bien popular aunque se han presentado también obras de teatro más serias.