Durante mi vida juvenil parte de mi discurso era que no me interesaban, en ese momento ni nunca, cosas de adultos como pensar en comprar los muebles de mi casa, que me iba a dar lo mismo qué tipo de sala tuviera. Años después me mudé de casa de mis papás y trataba de no pensar en eso, hasta que fue evidente que necesitaba una sala para quien me visitaba no era cómodo sentarse en mis sillas de plástico. Empecé la búsqueda, ya que si iba a gastar en una sala, quería algo que no fuera tan genérico y tampoco gastara mucho dinero. Después de revisar los costos y acabados, un día de casualidad llegué al FB de Suite Vanilla, una empresa dedicada a hacer bases para sillones hechas de tarimas y que además destina una parte de las ventas a una comunidad. Me puse en contacto con ellos y pude visitar su showroom, me dieron varias opciones de acabados y me explicaron que las tarimas pasan por un proceso para eliminar plagas. Las bases pueden llevar ruedas para hacer los sillones móviles o unos pueden ponerles unos deslizadores para que los muevas fácilmente y limpies debajo de estos. Lo mejor de ellos es que tienen mucha disposición para hacer tus ideas, las entregas son rápidas y los acabados son tal cual los ves en el showroom o en internet. Como es un showroom tienes que hacer previamente una cita para poder ver los muebles. Al final, cambié mi discurso y me di cuenta de la importancia de una sala, pero de una que en verdad tenga algo de ti.