Los Churros de Valle

Desde la primera vez que en Valle de Bravo fui a los Churros quedé enamorada de la comida.
Hoy en día creo que la sucursal de Prado norte supera por mucho a los originales de Valle.
La variedad en el menú no es mucha pero todo es bien bueno.
Para empezar un caldo de hongos o una súper sopa de tortilla, luego una alcachofa al vapor con sus aderezo casero y de queso no tienen igual, si sigues con hambre puedes optar por un sushi de trucha salmonada, unos tacos de carne o banderilla. Y ¿El postre? Pues unos tradicionales churros con su cajeta envinada junto para chopear, en verdad que no tienen igual.
Anímate cuando andes por acá, no te decepcionarán.

Cuando era chiquita me encantaba venir a cenar. Pedir una banderilla (salchicha adentro de un pan), churros con cajeta, chocolate caliente; y pasar horas pintando con crayolas en los manteles que te dan para eso y que luego pegan en las paredes del lugar. Hoy me sigue gustando, aunque ya no me emociona ir a pintar con crayolas, de todas maneras es inevitable garabatear un poco en lo que platicas.
El menú no es muy largo, todo es bastante bueno pero no lo puedo categorizar en tipo de comida: hay sushi de salmón, alcachofa (buenísima), tortas, enchiladas, filete de pescado… Pero lo mejor mejor de todo son los churros. Echos al momento, llegan calientes, con un botesito de cajeta para sumergirlos. Tienes que pedir mínimo uno. Mejor si lo acompañas con un café o un chocolate caliente.

He comido aquí muchísimas veces, la zona esta llena de ofertas para comer, pero ésta en especial es muy solicitada. El lugar es lindo, aunque lo mejor es sentarte en las mesas de afuera, esta súper fresco y por lo menos a mí, me gusta ver como pasa la gente y estar al aire libre.
En cuanto a comida me gusta toda su carta, tienen de todo y el servicio es sumamente rápido, cada que voy me sorprende que traen todo de volada. Primero empiezo pidiendo obviamente una alcachofa, los dos aderezos que la acompañan son deliciosos quesos y vinagreta. También me gusta pedir los tacos de perejil frito, sí, perejil chino frito, son súper crujientes y los pones en tortilla de harina, buenísimos.
Las sopas aquí son la decisión final de por qué elijo este lugar, tienen una de hongos buenísima, la crema conde de frijol con queso y tortilla frita wow! la crema de alcachofas también es muy buena pero pesadita y el consomé es ligero y delicioso.
La cecina es muy buena en este lugar, pide crema y haz unos tacos o si vas ligero la ensalada te viene perfecto, su vinagreta es el hit del lugar. El sushi también es bueno, pero, sushi aquí? con tantas opciones, mejor pide algo más.
Tienen valet, aceptan tarjetas.

Juro que mi antojo de churros muchas veces toma las riendas de mi visa de una forma tan bestial que siempre recurro a este lugar. Algunos disfrutan mucho la comida de este lugar, yo pienso que es buena pero sus churros son lo mejor del lugar, su especialidad, siempre con cajeta y acompañados de un capuccino es como saben mejor.
Antes cuando era pequeñà la emoción de ir a este lugar consistía en ver todos los dibujos que estaban pegados en la pared del local siempre incorporando churros de una manera chistosa, además era realmente un lugar donde yo no sólo podía comer sino también dibujar mientras esperaba mi comida, realmente era de lo más divertido.
Hoy debo aceptar que me da un poco de nostalgia ver esa pared vacía ¡era mi máximo! Aún así nunca pierdo la oportunidad de regresar al lugar de mis antiguas ilusiones y crear unas nuevas probando sus excelsos churros, porque realmente son el mejor postre que tienen en el lugar.

Un clásico! De vez en cuando no puedo aguantar el antojo y tengo que venir a este lugar y pedir unos cuantos churros con su cajeta para llevar. Irónicamente, me parece también una muy buena opción cuando no tienes un antojo definido pues el menú incluye un poco de todo. Por lo mismo no considero que tengan una especialidad pero entre el Sushi, la Alcachofa y las banderillas yo me quedo con la torta de milanesa.
Extraño cuando todas las paredes de este lugar estaban repletas de dibujos. Hoy en día aunque los ‘manteles’ siguen siendo una hoja de papel para dibujar hay veces que uno tiene que pedir las crayolas para poder dibujar. Será que ya estoy viejo, pero mientras esperas la comida, sin importar la edad, sigue siendo bastante entretenido. El restaurante está un poco descuidado y creo que por lo mismo se va viendo más vació, aunque esto no les quita que el servicio sea bueno.

No importa si es para desayunar, comer, cenar o simplemente para quitarte el hambre o el antojo, no hay mejor lugar que los Churros del Valle. En este lugar a diferencia de muchos otros, la masa se doran en aceite, cuando se cortan se convierten en los churros más crujientes, con un centro húmedo relleno de diferentes sabores que tanto se disfrutan.
También puedes acompañarlas aquí con un delicioso chocolate, ya que es un complemento perfecto para enriquecer nuestro paladar.
Simplemente es un deleite en un simple bocadillo, rico, bueno y barato, tradicionales en muchos lugares y con recetas que te envuelven en un sabor único. En lo personal, recomiendo mucho el de cajeta.