Al pasar por la Parisien puede que no te des cuenta de lo que estas pasando. Los colores blancos que llenan esos locales son casi reminiscientes a un consultorio odontológico por lo que no pones atención. Pero dentro de esas cuatro paredes existe un lugar que se dedica a cortarle el pelo a los hombres al estilo de una barbería antigua. Reciben a todos y aunque casi nunca hay cola, siempre hay gente y encuentras a al menos un cliente esperando. La atención es muy amable y el tiempo de cortar el pelo es poco(supongo yo, que no soy hombre) sin embargo creo que está bastante más casa que otra peluquerías de la colonia. Es un buen lugar a los niños a cortarse el pelo porque tienen una silla para niños en forma de avión y los tratan como reyes para que no se harten. Una buena experiencia en cuanto a servicio en general.