Una vez, iba yo saliendo del cine de enfrente de este lugar, cuando descubrí que a mi coche se le había acabado la batería, dejándome tirado en esta calle. Cuando llamé al seguro para pedir apoyo vial, me dijeron que tardarían cerca de una hora en llegar, así que no iba a esperar sentado al volante, teniendo este local de tacos al pastor junto. Aproveché para entrar, sentarme y pedir una orden de cinco tacos al pastor, los cuales me gustó cómo me los sirvieron, ya que no los empaparon en grasa y las cantidades de carne se me hicieron justas. Aunque tienen otras opciones de comida, esto fue lo único que probé, pero echando un ojo a las mesas de a lado, pude apreciar varias parrilladas bien surtidas y alambres que la gente se comía gustosa. Y fue cuando iba a pedir la tercera orden de tacos, que el seguro llegó y tuve que pagar para irme. Ojalá el coche me dejara tirado más seguido, o mejor no.