Don Quijote

Nada raro encontrar una papelería cincuentenaria en un viejo y tradicional barrio de la ciudad de México como la colonia Roma, en su parte más emblemática. Se trata en efecto de una de esas papelerías que todavía huelen a lápiz, como olían los salones de clase en la primaria de nuestra niñez. Ciertamente, el negocio ya no ofrece una gran variedad de artículos, pero tiene la ventaja, a diferencia de las grandes y modernas papelerías, que venden paquetes de 50 y 100 piezas, de que ahí puede comprar una hoja de papel tamaño carta para escribir una carta, un sobre, un fólder, un lápiz Mirado… aunque también los hay por docena o por ciento.
La papelería, situada muy cerca de la avenida Insurgentes Sur y de la zona de restaurantes y cafés del andador Roma-​Condesa, tiene además servicio de copias, enmicados y engargolados. Adicionalmente, este establecimiento expende algunos productos «laterales», como son algunas golosinas. Y su nombre no puede ser más atinado.