Cenprosa

Años atrás, ella murió sin decir palabra alguna. Ya todos lo sabíamos, aunque uno nunca puede estar realmente preparado. A veces recaía en mí, la labor de ponerle sus inyecciones, curarle las heridas. Yo no siempre podía llegar a la casa y creerme su salvador, pero muchas de las ocasiones cuando iba a toda velocidad a verla, me paré más de cinco veces en Cenprosa, que es una distribuidora de productos desechables para hospitales, farmacias, clínicas, hoteles, etc., para comprarme unos guantes, unas jeringas y sí, pañales para adultos, que terminaran siendo más baratos a comparación de los precios en el supermercado y en las farmacias. La mujer que atiende este humilde lugar, se ve que no está trabajando por esa necesidad económica que nos empuja a emplearnos en cosas que no nos gustan. Ella, al igual que muchos, tuvo una experiencia que la involucró en los hados que confieren a estas situaciones. No está de más hablar sobre uno de estos sitios; no todo es fama, elegancia y comida.