Este restaurante no es una de las cientos de propuestas novedosas gastronómicas que se han instalado en ésta zona de moda. Por el contrario este restaurante tiene casi 20 años frente al Parque Luis Cabrera en la Roma dando a los comensales los platillos que mezclan los sabores mexicanos con las recetas italianas. Lo mejor de todo el restaurante es la terraza que tiene la vista del parque. La concurrencia no son jóvenes ni de moda, sino uno que otro vecino, clientes consentidos y aquellos que paseando caen en este lugar. Los jueves hay un saxofonista que da ambiente al local. La comida está buena aunque no es nada extraordinario yo pedí un penne a la arrabiata y una ensalada capresse. Los precios también son aceptables. Los desayunos no son nada nuevo, básicamente encuentras todo lo que hay en una mesa mexicana como chilaquiles, molletes, huevos etc.