Me gusta mucho este lugar para echar un trago o cenar antes de un concierto. También es buen lugar para ir a la hora de la comida. La estética del recinto es inmejorable, la vista hacia la Alameda, deliciosa. El servicio es bueno, aunque por mucho tiempo han tenido el problema de que MUCHOS platillo del menú «se nos acabó, joven!» o «hoy no nos llegó, cómo ve, señor?» Ya entre amigos hacíamos la broma de preguntar antes de ordenar, «Qué sí tiene de la carta?» Pero, bueno, hoy fue la primera vez que el mesero me dijo orgulloso, «hoy tenemos todo, hasta el roast beef!!»(que nunca tienen, y ese pedí… Es buenísimo!!!). La comida en general es excelente, los postres también. Recomiendo, además del roast beef, las pastas, el pan de cazón, las tostadas de atún, el caldo loco… Y el pastel de zanahoria, las fresas con crema y el pastel de chocolate flourless para terminar… Ufff! Les doy cuatro estrellas por la duda de que sigan teniendo todos los platillo disponibles en un futuro y porque, a pesar de la calidad, se me hacen careros.
Raúl A.
Classificação do local: 3 México, D.F., México
He entrado para tomar una taza de café momentos antes de dos conciertos a los que fui, y por qué no, ver la carta para comer algo. Y en esas ocasiones tuve la suerte(o mala suerte, quién sabe) de estar en la mesa de al lado del director de la orquesta. Coincidía. Pero después de minutos de sentarme, no faltaba el reportero o entrevistador que con su cámara en hombros quiere robarle unas cuantas palabras al director. Y como yo soy cámara-fóbico tuve que cambiarme de lugar. El lugar, es cierto, no es barato. Pero si crees que vales mucho debes de consentirte un rato. Sólo ten cuidado de no estar cerca de una persona célebre, que luego te los encuentras ahí(cantantes, público ‘distinguido’, etcétera) porque sólo terminarán invadiendo tu espacio.
Iván C.
Classificação do local: 3 Mexico City, México
Esta cafetería me parece sumamente refinada; muy propia de este gran Palacio. Se encuentra ubicada, un poco de manera absurda, si se piensa bien, y si se piensa mal también; en la extrema izquierda del suntuoso edificio; literalmente de manteles blancos las mesas, incluso yo diría que intimida un poco su aspecto, incluso hasta para llegar confiado a pedir un simple café americano. En efecto, no aseguraría que es un lugar accesible o precisamente popular, sin embargo no por ello, y ninguna lógica conduciría a ello, deja de ser un lugar completamente agradable. Sin ser adinerado, para mí es un deleite un poco fantoche y que bien vale la pena, tomar por ejemplo un whiskey con ginger ale en esta cafetería antes de entrar a un concierto, y si cuento con el capital, continuar en la misma línea durante el intermedio. Esta cafetería restaurante es un espacio iluminado dentro de la claridad del Palacio de Bellas Artes.
Ainara A.
Classificação do local: 3 Mexico City, México
Aunque muchos me critiquen, soy fan de Don Porfirio y por lo mismo, amo el Palacio de Bellas Artes, y su cafetería no es la excepción. La decoración del lugar es sencilla, pero eso queda en último término cuando se cuenta con la imponente presencia de este magnífico edificio. El servicio no es tan bueno(es algo lento), pero eso sí, los meseros son mega amigables. La coctelería del lugar es buena(aunque admito que sólo me enfoque a los martinis con vodka), y las porciones de sus platillos son bastante generosas. Yo probé y me enamoré perdidamente de la pasta al pesto(excelente sabor), su gazpacho es bastante bueno, el pollo a la mostaza es casi perfecto, y el pay de elote y el pastel de chocolate son buenos para un día después del museo. Horario: Lunes a domingo de 10:30 a 18 horas.