Michel II

un primo que vive por este rumbo siempre me hablaba de Michel, me decía que muy ricas, bien servidas y baratas. Yo sé de lo fácil que es impresionar a ese sujeto así que como que no le creía mucho.
Una noche hicimos una reunión en su casa y se ofreció a ir por las tortas, aunque lo ideal era pedir algo a domicilio, dijo que valdríà la pena y pues para no dejarlo ir sólo, llevamos la fiesta a la taquería.
Llegamos a michel y había por lo menos una fila de 7 personas paradas esperando, yo me estaba rajando pues creí que tardaríamos mucho, un chico de los que ahí atienden salió a ofrecernos una mesa, creo que vio mi cara de desesperación y me dijo, se les atiende rápido, la fila es gente que pide para llevar, si comen aquí es más rápido, y bueno yo que soy una fácil en ese aspecto, me convencí.
Ya he mencionado que amo la carne al pastor, pero lo que más me gusta es una deliciosa torta de pastor con queso, harto queso. Me pedí una y para empezar estaba muy bien servida, con mucho queso y carne.
Al darle su primer bocado no pude más que darle toda la razón a mi primo, estaban bien servidas, ricas y a la hora de pagar comprobé que además de todo, son económicas. Si estás por el oriente de la ciudad, no dudes en visitar Michel en cualquiera de sus sucursales.

Las distintas taquerías de Michelle dominan el negocio de los tacos al pastor en el oriente de la ciudad, y si estás por Circuito Colonias, seguro te toparás con Michelle II, así que bájate de la bici, coche, combi, camión o mula, y siéntate un rato a tapar tus arterias con los deliciosos tacos y tortas de pastor con queso.
Aquí hay que olvidar la dieta, si es que alguna vez pensaste en ella. Lo que te vas a comer no está avalado por la Asociación Mexicana de Nutriología, Cardiología o del Sentido Común. Son unas tortas de pastor hechas con media barra de francés, a las que se les chorrea el aceite o la grasita de la carne en cantidades ideales para hacer transparente la servilleta. Si la pides con queso, el sabor y la ricura aumentan al triple, allá nomás falta aderezarlas con la salsa verde o roja que te ponen en la mesa y ¡listo!, disfruta de este fino plato y ¡que la puerca te acompañe!

Antes era muy fan de esta taquería, ahora ya no. Recuerdo que cada vez que queríamos comer carnitas esta era la primerísima opción. A mi papá le encantaba comprar sus «tortas especiales», las que lo único que tienen de especial es el queso gratinado.
Pero una vez fuimos a comer y en la torta de mi hermanita estaba un bicho, todos ya casi nos acabábamos las tortas, creo que ese día igual y no tenía tanta hambre, así que yo había dejado más de la mitad sin comer, pero cuando vi eso, obvio no me la comí.
El bicho era uno de esos que salen cuando hay lluvias, no sé de donde habrá salido, pero sin duda que vino a arruinar la cena. Cuando le dijimos al encargado, no nos cobró esa torta pero el susto nadie nos lo quitó.