Que pesar! Mi lavadora se descompuso. No la han podido arreglar. Así que ahora llevo mi ropa a la lavandería. Encontré una cerquita de la casa de ustedes, y una blusita predilecta naranja, mi consentida, desapareció, luego un pantalón, le llame a la dueña y resulta que cacharon a una empleada amiga de lo ajeno. Me fui a otra, y lo mismo! Chale! Que mal! Otra blusita querida menos. Se trata de sumar! No de restar!!! Y encontré esta, La Negra. Me ha funcionado muy bien, ya llevo un año y no tengo más pérdidas y soy clienta satisfecha. Me entregan la ropa dobladita, a tiempo y lista para guardar. Es pequeñita y ni letrero tiene, pero la recomiendo. Buenos precios y buen servicio. Espero que sigamos así por mucho más.