Tulúm

Lugar muy como y sencillo para comer, precios bastante accesibles y bien ubicado cerca de todo lo que hay que ver en Gto. No es muy grande pero se disfruta la estancia, mi pasta estaba deliciosa y el servicio fue muy ameno.

Lugar pequeño y tranquilo, tienen ensaladas y pastas. Cuatro ingredientes a elegir, entre pollo, champiñones, marlin.
Completa la comida y a buen precio.

La comida corrida no pasa de 40 pesos, si mal no recuerdo. También hay paquetes que puedes armar con opciones del menú. Lo mejor de este lugar es que sirven muy bien, generosamente. Además, no ofrecen solamente chilaquiles o guisados simples. De repente sorprenden con mixiotes de pollo o algún otro platillo no tan común en las cocinas económicas o restaurantes de Guanajuato.
Las aguas frescas que preparan aquí son muy buenas. La última que probé era de pepinos y la recomiendo mucho. Puedes pedir para llevar o comer ahí mismo.
Y hace poco una amiga me confirmó la impresión que tengo sobre cuán bien sirven, porque me contó que llevó comida corrida para llevar, para cuatro personas, y venía por calle a vuelta de rueda por lo pesadas que estaban las bolsas.

Este lugar conforma los establecimientos conscientes del bolsillo estudiantil, ya que ofrece comidas corridas diferentes cada día, divido en tres tiempos, con tarifa especial para universitarios.
Aquí uno podrá desayunar o comer. En cuanto a los desayunos existen unos bastante completos y muy sabrosos, no obstante, se lamenta el precio ligeramente elevado –ya con el descuento incluido– por lo que ofrecen.
De cualquier forma, es agradable visitarlo cuando el bolsillo lo permite. Si se va a desayunar, se recomienda probar el «Omelette» pues está hecho con hierbas finas, salchicha, jamón, chorizo, champiñones y queso. Un verdadero platillo para comenzar el día capaz de ayudar a uno a llegar a la siguiente comida sin sentir hambre.
No obstante, si uno se encuentra con resaca por haber bebido con exceso la noche anterior, este restaurante ofrece chilaquiles muy picantes capaces de sacar a uno del estado inconveniente.
Sin embargo, no es aconsejable visitarlo si uno tiene prisa, pues como la mayoría de sus alimentos son preparados al momento, el tiempo de espera oscila hasta casi media hora, sin mencionar que la espera pueda aumentar considerablemente si el lugar se encuentra lleno de comensales.

En este lugar adornado muy el estilo de la cultura maya cuentan con comidas tipo italianas, pues tiene pastas (fusilli, tortiglioni, espagueti, tagliatelle) dependiendo el día que vayas, además tienen lasaña, ensaladas y aderezos. Yo escogí el combo que incluye agua, ensalada, aderezo (cesar, ranch, mostaza con miel, etc.) y pasta con pollo, boloñesa o champiñones, las raciones son bastas y te sirven en un mega plato, el agua que me tocó era de guanábana y aunque mis compañeros se quejaron de la falta de azúcar, a mí me pareció adecuada, el sabor de la salsa no es el mejor que he probado, ya que es un poco insípida, pero quedas satisfecho como para quedarte a contemplar un rato la bonita decoración constituida por murales y pinturas de la civilización antigua que habitaba el lugar al que el nombre de este negocio hace honor.

Buscas un restaurante céntrico donde desayunar y, además, con una decoración singular, TulúM Bagho es una de esas opciones que Guanajuato ofrece a sus turistas y residentes. Ubicado a unos cuantos pasos de la Alhóndiga de Granaditas y con un espacio bastante amplio, el restaurante brinda un servicio a la carta compuesto por cinco especialidades.
Ensaladas: tipo griega, 100% vegetariana, marlín ahumado y ensalada cesar con pollo. Pastas como: Espagueti del Chef, Frutti di mare, a los cuatro quesos, Funji y Pasta Porto Bello. Baguettes de: carne de res a la BBQ, quesos y carnes frías, milanesa de res y pollo y pierna ahumada. Crepas: dulces de leche y compota de manzana; crepas saladas de marlín ahumado y pollo. Postres de pay de queso y helado napolitano.
Y cinco tipos de bebidas: jugo de naranja, café de olla, licuados, cappuccino vainilla francesa y refrescos.