De verdad me da muuuuuuucha pena hacer reseña de este lugar pero de igual forma les contaré mi experiencia, acompañé a una amiga cuyos amigos disfrutan de los lugares de banda y en esa ocasión se encontraban aquí, yo nunca había ido a un lugar de estos y no tenía contemplado hacerlo en ningún momento de mi vida pero terminé yendo. Cobran como 70 pesos de cover y el lugar está muy lleno, con banda en vivo prácticamente toda la noche, solo con algunos espacios con música de DJ, cuyos ritmos solo son«electrónico» que engloba circuit, psycho y todas esas cosas. Hicieron como un segundo piso, pero más bien como«palco» de lámina alrededor de la pista de baile, y aunque el espacio es reducido la gente se pone a bailar y choca constantemente. Pasan hombres y mujeres semidesnudos como promotores, ambientando y vendiéndote shots, cuando no está sonando la banda y está la música del DJ, ellos se ponen a bailar«sexymente». El lugar es el típico estereotipo de la gente que disfruta de la banda, con camisas abiertas hasta el ombligo, zapatos con un dragón bordado, patillas pegadas con gel, cinturón blanco, sombrero, olor a sudor y pidiendo buchannans, aún así me sorprendió que el lugar no tuviera un ambiente pesado como de «chacas» o algo así.
Juan Alberto S.
Classificação do local: 3 México, D.F., México
«La banda norteña, los carros del año, las mejores plebes las traigo a mi lado, pura bucanita del sellito rojo…», dice el coro de una de las canciones que sonó varias veces a lo largo de la noche(ya no sé yo si porque la banda la tocaba incesantemente o porque yo la repetía una y otra vez, porque la verdad si se me pegó el ritmito). En el DF es difícil encontrar un lugar consagrado a este estilo musical y cuyo estilo esté tan focalizado al grupo de personas reconocibles tanto por su vestimenta«grupera», como por su forma de hablar, que allá en mi tierra le decimos: «mirrey». Me la pasé bien y hasta saqué unos cuantos nuevos pasos quebraditos, pero no es un sitio al que me gustaría venir cada fin de semana.