Coyote Rojo

Al principio pensé que era albur, después me di cuenta que no, que era lo que querían que pensara y así lo tuviera presente. Lo lograron.
Pues un baresín más de rock, papas, hamburguesas, chelas, buen ambiente y borrachera segura. Bueno, para mis amigos y para mi. Sabíamos que eso pasaría, como que nos regresa a la preparatoria cuando no salíamos de estos lugares y el ünijco final seguro era que al menos uno terminara hasta las chanclas.
Me gustó mucho este lugar, a pesar de que como dije, es un bar más de rock pero uno más de los buenos, que logran un estilo que no sea de mala muerte ja, de esos abundan. Lo recomiendo para ir a echare unas cehe, as y agarrar el precopeo para la fiesta, te prende y sales entonado por unos cuantos pesos. Nada caro.

Este lugar es popular para ir con los amigos en final de quincena, por lo económico que es y por su buen ambiente, me encanta la música que ponen y lo mas padre es que el bar es en el segundo piso donde puedes pedir una mesa en balcón y no solo tendrás buena compañía sin también una vista muy bonita ya que se ve la fuente que se encuentra en la explanada del templo expiatorio.
Al ver el menú de bocadillos que tiene todo se antoja, la verdad mis favoritos son las alitas y los dedos de queso son riquísimos y en bebidas creo que prefiero la cerveza o las micheladas, este bar está muy bien ubicado una cuadra abajo de la Av. Enrique Díaz de León.

El coyote rojo es famoso por sus chelas baratas, entonces es una buena opción para cuando andamos con poco dinero. Además, también ponen música tipo rock y no se escucha mal, porque ponen de todo tipo de rock, no es como en otros lugares en donde se casan con un sólo estilo de rock, o muy pesado, o rock indie, aquí no, aquí hay de todo.
Lo padre de este lugar es que se encuentra en el segundo piso de un edificio, además tiene una vista padre porque a través de sus marcos para la ventana, que son grandes, se puede ver todo el templo y la terraza del Expiatorio. Es una buena opción para disfrutar con los amigos de una cerveza y un buen atardecer.

Uno de los bares más baratos al que he ido es El Coyote Rojo, ubicado exactamente sobre la plaza del templo Expiatorio. De hecho, en la zona no creo que haya una mejor opción que este legendario bar.
Ubicado en un segundo piso, es necesario subir unas angostas escaleras para poder llegar a él. Ahí dentro, sus mesitas están distribuidas perfectamente por todo el piso, incluyendo mis favoritas: las que se encuentran en los balcones, permitiendo así tener una maravillosa vista hacia la plazoleta, el templo o lo calle, según te toque. A mi me encanta la mesa con vista al templo, porque mientras bebes tu cerveza puedes ver, si la hora lo permite, las clases de baile que suceden justo abajo.
La cerveza cuesta $ 16 pesos, la michelada de a litro cuesta alrededor de $ 40 pesos y son muy ricas, sobre todo la de mango.
Con tu bebida te regalan churritos, pero también ofrecen salchichas, papas fritas, cecina y algunas botanas más.
El servicio es bueno, las meseras son atentas y el dueño, que también suele estar presente, está al pendiente de que no te haga falta nada.
La música que ponen es puro rock, ya sea en inglés, en español, de los años setenta o más contemporáneo, pero puro rock. De hecho, en sus paredes figuran posters de artistas íconos del género, como Jim Morrison, Mick Jagger o Björk.

Ubicado justo frente a la plazuelita del templo Expiatorio, el lugar cuenta con una magnifica ubicación. Se encuentra en un segundo piso y su decoración oscila entre lo pub/​cantina y lo western. En el Coyote rojo se puede disfrutar de una buena variedad de cervezas nacionales a precios accesibles. El bar cuenta con promociones durante casi todos los días de la semana. Las pantallas del lugar suelen transmitir videos musicales. El estilo de la música es generalmente rock. Algunas noches hay música en vivo del mismo género. Yo he ido sólo por las tardes. Me gusta este lugar para tomar una chela en lo que se hace tiempo para algo o para precopear charlando con los amigos. El lugar es cómodo y me gusta su estilo. Como dato curioso el edificio anteriormente estaba pintado de rojo, lo que encajaba muy bien con nombre del lugar, que entre sus decorados tiene un coyote aullando. Ahora el lugar ha sido pintado azul y siento un poco que el nombre del lugar ha perdido fuerza, pero quizá eso sólo sea manía. Como sea, es un buen lugar para pasar el rato. Recomendado.

A los 16 años vi una entrevista que le hicieron a Kinky en el periódico, habían visitado la ciudad y estaban en el Coyote Rojo entonces pensé: este será de los primeros lugares que visite cuando tenga 18.
Y pues no, no lo fue, apenas lo conocí hace un mes, muy triste mi caso.
Pero en fin, el lugar está enfrente de la explanada del Expiatorio en el segundo piso, abajo están unos raspados bien ricos por cierto, se llaman Nevería La Fuente, ya lo reseñé por si quieren más información; el chiste es que el Coyote Rojo me encantó, es de esos lugares ideales para ir a chelear y platicar con tus amigos sin que la música interrumpa tu velada y no te deje pensar.
La mesa que me tocó era una puerta acondicionada como mesa, muy padre la verdad nunca me había tocado una mesa así; en las paredes hay colgados pocillos de peltre y sartenes, está padre.
La cerveza es barata y te dan botanita pero si quieres algo ya más pesado también venden alitas, tampoco son muy caras.
Me gustó mucho el lugar, se los recomiendo si les gusta escuchar un poco de rock de fondo mientras te pones al día con tus amigos.

Frente al templo expiatorio puedes encontrar este lugar. Se trata de un bar en el que hay música de Rock en inglés, en la decoración se incluyen fotos de las bandas más conocidas de este género, además de tener un estilo tipo «viejo oeste».
En el menú tienen papas a la francesa, dedos de queso, alitas, palomitas, etc. En las bebidas hay diferentes cervezas, micheladas y otras bebidas preparadas. Este lugar cuenta con una sala VIP la cual es privada, si te interesa, es recomendable llamar antes para apartarla, también cuenta con mesas en los balcones, algunos de estos tienen vista hacia la explanada del templo expiatorio. Es un lugar tranquilo, ideal para una reunión de amigos.

Justo en frente del Expiatorio, está este lugarcito ideal para ir a tomar unas cervezas y escuchar rock vario.
Como está en frente de dicho templo, sus ventanas son muy grandes, por lo que se puede ver toda la plaza, con todo y sus bailarines de danzón y el templo. Es muy bonito ir al atardecer por lo mismo (muchas fotos de instagram han salido de ahí).
En general, es un ambiente muy cómodo, tranquilo, uno de los lugares donde puedes platicar tranquilamente sin que el sonido te perfore el cerebro, la cerveza es barata y aparte te dan churritos con chile y cacahuates en sus mesas hechas con puertas antiguas.

Para aullar de noche con buen rock, cerveza y los partidos del futbol local a través de televisiones; a lo anterior se suma –para hacer una mezcla ecléctica (y bastante atinada) — un ambiente estilo viejo oeste en este bar ubicado en la planta alta de una casona, en la zona del templo Expiatorio. De hecho, es posible admirar en toda su magnitud el templo gótico mientras tomas una cerveza embotellada o de barril desde cualquiera de las mesas del lugar.
Aquí no es terreno de música de banda, lo que lo hace una opción agradable para tomar una chela con los cuates en la ciudad; cuando voy, complemento mi (s) cerveza (s) con unos dedos de queso bastante decentes y a buen precio, por si no bastaran las palomitas que dan de botana.
Además de la vista que ofrecen, en los dos balcones que tiene el lugar es posible fumar, algo que la comunidad amiga del tabaco agradece sobremanera.

El lugar con la mejor vista de la plaza del Expiatorio, pues está en planta alta. Eso sí, las escaleras son un poco groseras. El problema no es la subida, sino la bajada, si es que tomas cerveza de más, que es básicamente la razón para ir (te sirven palomitas y churritos, pero tienen otras botanas). Recuerdo haber ido varias veces con amigos al atardecer. Las ventanas son muy grandes y se puede admirar el paisaje en todo su esplendor, y como circula bien el aire, es ideal para las noches de verano.
Un buen detalle es que hay una mesa de futbolito. Recuerdo la vez que una compañera de trabajo festejó su cumpleaños ahí. Se armaron las retas y el ambiente fue inmejorable. Nos sentíamos como si estuviéramos en la casa de alguien muy fan del viejo oeste (así es la decoración).