Lo mejor de este restaurante coreano son los caldos, pero su carta es muy variada, eso si, todo tiende a ser algo picosito. A pesar de ser un lugar sencillo sus precios no los son tanto, pero bueno, al ser comida coreana tiene ingredientes difíciles de conseguir y la calidad de los alimentos en general es muy buena. El cerdo picante además de los caldos es muy bueno. Quizá lo que pasa desapercibido es el pollo agridulce, ese definitivamente no es el más rico que he probado. Al centro te ponen varias pruebas entre ellas el kimchi que es col coreana, es muy bueno y su consistencia es muy curiosa. También usan el kimchi en los caldos. Su carta incluye algunas variedades de té, muy ricos y algunos postres. Hay uno que lleva como tortitas de arroz inflado con helado, frutas y chocolate, resulta bueno para compartir y hasta te lo dividen para facilitarlo.