Los Chilakos

Buena opción garnachera, están súper bien servidos y tienen un montón de opciones para combinar.
Especialmente son buenos si vas saliendo de la fiesta y andas por ahí, o si andas crudo, pero eso no quita que son opción para toda hora, nunca sabes cuando se te puede antojar unos buenos chilaquiles.
Además me gusta que haya opciones distintas en las zonas de comida rápida, no es que los chilaquiles sean algo súper novedoso, pero siempre hay las mismas grandes cadenas y hay pocos espacios para negocios más pequeños como este.

Yo soy de esas personas que no comen chilaquiles de cualquier lugar. Para mi comerte un mal chilaquil cuando te mueres por uno, puede arruinarme el día. La consistencia de la salsa, su picor, el crujir de las tortillas fritas tiene que estar fríamente calculado, para que no estén aguados, o en su defecto secos. Cuando me dijeron que habían abierto una especie de fast food en modo chilaquil, me pareció atroz. Cuando acompañe a cenar a una amiga, me impresione, con lo que le habían hecho al pobre Chilaquil. Puedes escoger variantes de totopos, salsas, quesos y carnes para incluir en tu pedido. No sentí que ninguno de estos ingredientes fuera fresco, esto me dio un poco de reparo. Pero bueno opte por darle una probadita, solo para dejar mi arrogancia a un lado, que se vio beneficiada cuando me di cuenta que era bastante soso. Además de que baratos no son, mínimo unos ochenta pesos, cuando me he comido una buena porción 100 veces más rica en el mercado. Si estas cansado o borracho o muy hambriento igual y no te decepcionan tanto.

Los Chilakos son una versión de comida rápida de los chilaquiles. Un poco lo que se ha hecho con los woks de la comida asiática, pero en la versión mexicana. Elige entre 8 tipos de totopos, 4 quesos, 9 verduras, 8 salsas, pollo y carne. Si lo que quieres son dulces han convertido crepas en chilaquiles de nutella o cajeta. Y si no te gustan los chilaquiles hay molletes. El costo es más o menos entre $ 80 pesos y $ 124 por persona.
En comparación con otra comida rápida no me parecen ni la mejor ni la más barata por lo que en el día ni loca me paro por ahí. La ventaja que tienen es que si tienes esa hambre de león en la madrugada o quieres cenar /​desayunar después de la fiesta, Los Chilakos están abiertos toda la noche y ahí si es momento de atascarte.

Desde que abrió este lugar me volví total y absolutamente fan, no se si recomendárselos más para desayunar, comer o cenar. Pero para esas veces que el antojo de chilaquiles nubla hasta el juicio, vengan a este lugar y sacien su antojo. Lo increíble es que es como un salad bar, pero para gorditos. Tu escoges tu tortilla (maíz, harina, integral, frita, asada, etc.), después tus ingredientes (pollo, elotes, jitomate, etc.) y al final tu salsa (suiza, roja, verde, picosa, etc.). Todos vienen bien serviditos y con un delicioso arroz a la mexicana con frijoles refritos. El tamaño familiar es ideal para llevar a la casa e invitar a los cuates.

Últimamente ha crecido la tendencia hacia participar en la preparación de tú comida. Parece que esto hace mejorar el sabor de la comida, por encima de los platillos ya predeterminados. En los Chilakos puedes escoger el tipo de tortilla, si va frita o asada, elegir entre varias verduras, otros cuantos quesos y finalmente tu salsa favorita. Esto personaliza la experiencia, sin duda, y también logra que se te haga agua a la boca mientras esperas que esté lista tu orden de chilaquiles, acompañada de arroz y frijoles.
A partir del éxito que ha tenido el ‘localito,’ en lo que ahora parece la zona de comida rápida sobre la calle, se ha ido agrandando. En lo personal no creo que sea una comida excepcional, ni la mejor opción entre tantas alrededor. No ayuda tampoco que el servicio es un poco lento, pero es cierto que se encargan bien si tienes un gran antojo. Un ‘plus’ es el servicio a domicilio, puedes pedir, por ejemplo, el ‘Chilakote’ de muy buen tamaño — para aproximadamente 8 personas — hasta tarde en la madrugada.

La primera vez que fui a este lugar eran las 4 de la mañana y venía regresando de una fiesta. Estaba llenísimo de gente, todos en la misma situación que yo. Aunque está abierto todo el día parece que su hora pico es en la madrugada.
El concepto es muy sencillo, como una barra de ensaladas pero de chilaquiles, con muchas opciones de donde escoger. Empiezas por escoger la tortilla que quieres, de maíz, harina o nopal, frita o asada, la salsa, el tipo de queso y los toppings que quieras entre muchas verduras. Al final los gratinan y agregan arroz y friijoles. Son una delicia.
El lugar es chiquito y no el más bonito para quedarte mucho tiempo, pero es suficiente para quedarte y devorar los chilaquiles. También tienen chilaquiles de postre pero no se comparan con los salados.
Tienen servicio a domicilio y una sucursal dentro de Arcos Bosques y otra en Plaza Forum Buenavista.