Es curioso que en nuestro reciente viaje a Holanda tuviéramos tanto problema para encontrar sitios de Fondue. Con suerte una vez pateada Rotterdam entera sin piedad ya que al día siguiente nos íbamos a Berlín decidimos dar una última oportunidad a nuestro amado Unilocal,y entre reseñas en holandés encontramos la palabra fondue. y allí que fuimos. al Eetcaé Haagse Bluf que en castellano suena de sopetón poco acogedor y sin idea sobre que decían el resto de reseñas. Otro punto a favor para nosotros es que era bastante céntrico y cerca de la estación de tren, así que nos acercamos a verlo y lo primero fue llegar a su terraza que da a un canal con miles de arañas por todos los lados para darte una cálida(por lo del sudor) bienvenida. Ya en faena, el sitio es bastante retrospected y nada que ver con los sitios modernetes de Amsterdam y Rotterdam. pero a lo que vamos. nos pusieron dos sartenes de fondue que arrasamos con ellas enseguida(el hambre siempre ayuda, sí) Lo bueno es que por 15 euros tienes una ración que sales rodando, por lo que puedes combinar varias y compartirlas. Nosotros tiramos por una clásica con varios quesos y otra con champiñones que nos pusieron con una barra de pan y un plato con varias cosas para untar que me dio un poco mal rollo y no probamos. qué más pedir… pues una cerveza holandesa y otra gratis que nos regalaron por hacer check –in. Le pondría cuatro estrellas por lo emotivo que fue y porque la Fondue y el trato fueron muy buenos. Pero le faltó un «algo» y un redecora tu vida al local, y si no vas a comer queso derretido(y si decidas por la terraza no te olvides de tus amigas de ocho patas) hay millones de sitios para elegir.