Soul Kitchen

Céntrico y moderno restaurante. He estado en varias ocasiones por celebraciones de cumpleaños y siempre hemos salido todos muy contentos.
Tiene una zona con mesas altas y taburetes junto a la barra para tomar algo /​tapear y un salón independiente destinado ya a los almuerzos y las cenas.
Ofrecen además de la carta, menú del día por 12,50 € y menú de fin de semana por 18 €
(ambos con primer y segundo plato, postre, pan y bebidas incluidas).
Aunque son especialistas en crepes (en mi opinión, bastante buenos y contundentes) tienen otras opciones para intentar llegar a todos los gustos.
En esta última ocasión, me decanté por los raviolis de espinacas y ricota en salsa y el crêpe Becky (pechuga de pollo, jamón y crema de anchoas). Los dos platos me gustaron bastante.
De postre tomé pastel de nuez y nata. Estaba bien pero tampoco me pareció una maravilla. Recomiendo sin dudarlo, el crêpe de dulce de leche o el brownie con helado de vainilla.
El personal es además muy atento y agradable, por lo que seguiremos repitiendo seguro.

Tenía ganas de probar este restaurante desde hacía tiempo así que, como quería quedar a comer con una amiga que trabaja muy cerquita de allí (vamos, en la misma calle), le propuse ir a este establecimiento que ella ya conocía pero que no le importaba repetir.
Al entrar me percaté de que el local es bastante grande así que aunque estabamos varias mesas comiendo, la sensación, es que estaba bastante vacío.
Optamos por el menú del día, de un precio más que razonable teniendo en cuenta que las raciones son generosas y no te quedas con hambre.
Opté por el arroz negro con alioli suave, y tan suave diría yo… a mi el alioli me gusta en plan, muerte por aliento de dragón… de esos que si te soplan a la cara, te funden las pestañas… así que este si, era suave, suave, suave… vamos… que era más ali que otra cosa. Por lo demás, el arroz estaba muy rico, un arroz muy bien cocinado y servido.
De segundo me decanté por una de sus especialidades, las crepes… pedí la «tango», de carne picante y paté con salsa de Pedro Ximenez. Bastante buena, picorcillo leve y buen sabor y muy bien maridada con la salsa…
Para postre, decidí no gordear más porque estaba un poquito saturada de días anteriores y me decanté por una cuajada con miel.
Al final, pedimos más agua y café que no entraba en el menú y la cuenta no llego a 15 euros por persona.
No pasará a ser uno de muy favoritísimos, pero sin lugar a dudas, es una buena opción para menú del día.

Fui a celebrar mi cumpleaños allí con unos amigos. Ya había estado en una ocasión y me quedé con ganas de repetir. Sitio agradable y muy céntrico. Destacan sus crepes, muy recomendables en todos los sentidos, tanto en tamaño, sabor como variedad. De hecho se denominan como Soul Kitchen Creperie. Disponen de menú de fin de semana, menú para grupos, menú del día entre semana, carta normal, etc. Ese día elegí de primero arroz barbados de calamar y gambas con ali-​oli, y de segundo solomillitos de cerdo ibérico, que podía elegirse al Pedro Ximénez o a la brasa con patatas naturales. En un primer momento pensé que podría quedarme con algo de hambre, pero craso error, me ocurrió como la primera vez que lo visité, acabé altamente satisfecho en todos lo sentidos. Ambos platos cumplieron mis expectativas, aunque creo que tampoco eran muy exigentes. Esta vez no me pedí uno de sus fabulosos crepes y opté por variar un poco. Igualmente y viendo disfrutar a mis compañeros de mesa, me percaté que aquellos crepes eran una de sus especialidades, como bien recordaba de la primera ocasión. De postre opté por un sorbete de limón al cava. Si mal no recuerdo, creo que la espera del servicio fue más de la deseada, y no éramos excesivas las mesas a servir. El servicio agradable y atento, pero puede que un poco atolondrado y desordenado a la hora de la llegada de los platos, de retirarlos, etc. Digamos que poco coordinado y un pelín falto de profesionalidad, en cualquier caso no reñido con la educación con la que nos trataron. Nos fuimos de allí satisfechos, bien servidos, y posiblemente repitamos. Deben cuidar un poco más el servicio y los tiempos de salida de platos. Calidad precio equilibrada, quizás un poco más caro de lo que recordaba. Calidad de la comida desde mi punto de vista, buena.

Espectacular sitio! Las crepes son para venir una vez y otra vez y otra vez… Y los postres son muy buenos tambien. Ambiente cómodo y bien de precio