Todo el mundo en Zaragoza ha oído hablar de él, algunos lo conocen pero pocos conocen su apasionante historia. Sin lugar a dudas, es uno de los rincones más mágicos(y majicos) de Zaragoza. Este patio renacentista, situado dentro de las instalaciones de Ibercaja, no siempre estuvo localizado allí. La historia comienza, aproximadamente, allá por 1550 en que D. Gabriel Zaporta decide casarse con Dña. Sabina Santángel y con el fin de demostrar su amor y admiración a su futura esposa, remodela su palacete, situado entre las calles San Jorge, San Andrés y el callejón Zaporta, con el fin de construir este precioso patio en su honor. Fue tan innovador en su construcción, que rápidamente, se convirtió en referencia para la construcción de otros patios convirtiéndose en un referente del plateresco aragonés. Tras varios ires y venires de la historia, y pasar el palacete de mano en mano, a finales del siglo XVIII, vivió allí la Infanta Maria Teresa Vallabriga y Rozas, viuda del Infante D. Luis Antonio Jaime de Borbón, hermano de Carlos III, de ahí el nombre con el que ahora conocemos el patio. Y ahora es cuando comienzan las aventuras de este patio… A finales del s. XIX, la Casa Zaporta sufre un importante incendio que deja el palacio en la ruina total y absoluta, por lo que se decide su demolición a comienzos del s. XX. De las ruinas, se consigue salvar el Patio, que se vende a piezas a un anticuario francés, quien vuelve a montarlo en su casa de Paris, sirviendo como acceso a la tienda de antigüedades que este posee. Finalmente, a mediados del siglo pasado, Ibercaja(o como antes era conocida, La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza) consigue localizarlo y adquirirlo, montándolo en su nueva sede central con el fin de servir de antesala para su espacio cultutar compuesto por unaSala de Exposiciones, dos Salones de Conferencias y un espacio polivalente. El patio en sí, consta de dos alturas, destacando en la planta principal, una galería corrida de arcos de medio punto. Todas las columnas están profusamente labradas con motivos detallados, entre los que destacan los trabajos de Hércules, las Tres Gracias o las alegorías de Cupido y de la Ocasión y diversas figuras relacionadas con el dios Eros. También destaca una galería de reyes y emperadores, con medallones que representan los retratos de entre otros, César Augusto, Carlomagno o Fernando el Católico. Personalmente, creo que es una de las visitas obligadas a aquellos que quieren conocer las joyas del arte y la cultura zaragozanas.
Veroni
Classificação do local: 5 Pamplona, Navarra
muy bonito !!!
Jorge
Classificação do local: 4 Zaragoza
Te sorprenderá lo interesante que son ciertos monumentos en la ciudad. La época humanista dejó grandes huellas dentro y fuera de sus construcciones. A parte de los datos históricos te interesará saber que dispone de una decoración en piedra y marfil espectacular. Imágenes de reyes y otras lindezas que son difíciles de retratar con una cámara de fotos simple; por lo que te recomiendo comprar las postales que en tiendas cercanas puedes adquirir. Cerca de todo lo histórico y lejos de cualquier zona común este sitio se usa actualmente para certámenes de cine y otras muestras.