Parque Pignatelli

Inaugurado en la década de 1920 es uno de los primeros parques públicos de la ciudad. Tiene una superficie total de 26.800 m². Debido a la cercanía con mi trabajo, paso a menudo por el mismo.
En general el parque no está mal del todo, tiene varias terrazas para el verano y una zona habilitada de columpios. Además en una de las entradas también hay una zona de mini karts y motos además de otra con camas elásticas que hará las delicias de los peques. Justo en mitad del parque encontramos una escultura en honor a Ramón Pignatelli, de 3 metros de altura construida en bronce con pedestal de piedra. El objetivo del monumento era conmemorar los 150 años desde la inauguración del canal Imperial de Aragón. Se está planteando la posibilidad de una ampliación del Parque Pignatelli, que podría hasta duplicar su tamaño actual, mediante la recuperación de los antiguos depósitos de agua de la ciudad, situados contiguamente.
Además el parque cuenta con un enorme mural con una serie de grafiitis bastante interesantes. Un buen sitio para pasear un poquito o sentarse relajadamente.

El Parque Pignatelli está dedicado lógicamente a Ramón Pignatelli, uno de los grandes ilustrados de Zaragoza, quien llevó a cabo el proyecto del Canal Imperial Aragón. Antes de la urbanización de este parque y del Paseo Cuellar (con el que va en paralelo), esta zona se conocía como Las Playas de Torrero.
En el centro del parque encontraremos una fuente-​estatua en honor a Pignatelli, que anteriormente estaba ubicada en la actual Paza Basilio Paraíso (denominada entonces como Plaza Ramón Pignatelli).
Para los más pequeños de la casa existen unas atracciones justo al lado de la entrada desde la Plaza Diego Velazquez, mini-​karts, mini-​motos y camas elásticas. En el acceso desde la Calle Maestro Estremiana nos encontraremos con columpios más tradicionales.
En la tapía que «rodea» una de las caras del parque nos encontramos con una serie de graffiti que cambian cada cierto tiempo, y en la que incluso han llegado intervenir muralistas de renombre. Esto se debe a que toda esta tapia es uno de los espacios que forman parte ininterrumpida de Galería Urbana Zaragoza, una suerte de proyecto municipal que pretende fomentar el uso de espacios públicos como soportes artísticos responsables con la sociedad y el patrimonio.