Mercado de San Vicente de Paúl

Conozco este mercado de primera mano desde hace más de 10 años porque soy usuaria.
La verdad es que sobre todo a raíz de su remodelación, no recuerda en casi nada a aquellos antiguos mercados a los que solíamos acudir con nuestras madres cuando éramos pequeños.
Es un mercado nuevo, limpio, agradable, pero sobre todo es un mercado de barrio.
Cuando acudes a él, te ves con las mismas personas más o menos siempre. Te saludas, preguntas que tal, si te ha pasado algo porque hace días que no te veía.
En ese sentido no ha perdido el sabor de aquellos mercados. Y es que si hay algo que ha conservado este mercado es la cercanía. No sólo entre las personas de los diferentes puestos y sus clientes, sino entre los propios clientes.
Es un lugar al que «te gusta ir a comprar», porque es más que un mercado es un centro de reunión donde te relacionas con otras personas, intercambias experiencias, recetas de cocina, etc.
Incluso puedes pasar con tu «lista de la compra» dejarla en el puesto que sea y volver luego a recoger tu compra.
Con respecto a los productos que se ofrecen decir que tanto por variedad como por calidad es excelente.
Este mercado ha conseguido ser algo más que un simple lugar dónde acudir a adquirir unos productos de muy buena calidad. Ha conseguido ser una comunidad.

Conocí este lugar gracias a un evento de Unilocal y la verdad es que me gustó muchísimo. Siempre había pasado por en frente pero nunca me atrevía a entrar porque pensaba que seria igual a los demás, pero nada más alejado de la realidad. Apenas entras te das cuenta de la pulcritud que se deja ver en su máxima expresion; todos los puestos son super limpios, sin malos olores y los pasillos impecables! Da gusto estar allí… La mayoría de los productos son de origen local (De Aragon) y es bastante obvia la diferencia con respecto a otros productos. La mayoria de los puestos son atendidos por sus propios dueños y sobra decir que la atencion es super amable… En la planta de arriba hay un espacio super cómodo diseñado para dar clases de cocina y también se encuentran allí los baños (hay ascensor). Sin duda alguna me han quedado ganitas de volver a este mercado y llenar mi casa de productos aragoneses! Recomendado 100%

He de decir que lleva siendo el segundo barrio de la familia, y que no lo había pisado ni antes ni después de su reforma. Supongo que el ajetreo de la vida no me había llevado a detenerme un momento en el espacio-​tiempo y pasar sus puertas para ver que habían hecho con el.
Fue a raíz de una jornada de «cupcakes terroríficos y ciencia», en el espacio gastronómico situado en su planta superior, la que me dió la oportunidad de visitarlo detenidamente… De chico visitaba uno situado en la Calle Sevilla, mi anterior barrio, y de aquellos recuerdos de niñez a lo visto, dista mucho… Ese bullicio de gente apalancada delante de los diferentes puestos y sus vitrinas, viendo el género para ser posteriormente elegido a la pobre imagen de un mercado justito justito al 50% de su capacidad, y con poca variedad (una pescadería-​marisquería, uno de menuceles, un par de pollo/​carnes y tres de frutería-​verdulería…) y apenas cuatro compradores… y una planta superior únicamente donde una esquina estaba instalada para uso de espacio gastronómico y el resto totalmente diáfano la verdad es que se me cayó el alma al suelo.
Dicen, se comenta, que la razón por la que están cerrados es por jubilación… Le daremos tiempo al tiempo para ver hasta donde cobra fuerza esas razones. Pero lo que es cierto es que por parte de las instituciones no llevan acabo un mayor impulso para que se cree un gran tejido económico y promover el comercio de barrio… Y así se pierde la cultura que en su día inculcaron a nuestras anteriores generaciones… y al final, seremos el eslabón perdido de muy buenas costumbres. Una gran carga para los nostálgicos de verdad
PD: Al menos es un mercado pequeño… porque no me atrevo ni siquiera a reseñar el mercado central

No conocía este mercado, y la verdad es que me llevé una muy grata sorpresa.
Tras una reforma importante en el año 2009, un año después abrió de nuevo sus puertas totalmente renovado. Y la verdad es que está estupendo.
Limpísimo y muy bien organizado. Y por lo que pude ver, en proceso de añadir nuevos puestos en breve.
El mercado se compone de tres plantas. La planta baja está destinada al espacio comercial. Y las plantas semi-​sótano y primera, están destinadas a usos complementarios como talleres, degustaciones, mercadillos, etc.

Me encantan los mercados… En mi casa siempre se ha comprado en Mercado y me gusta ver esa vida que se mueve en ellos, con sus ruidos, olores, colores…
Además este mercado lo conozco de siempre, ya que mi abuela compraba allí siempre.
Hoy en día, el mercado es tan bonito, que merece la pena entrar en el sólo por dar una vuelta y admirar su genero.
Renovado y modernizado, se mantiene limpio como una patena y precioso.
En los puestos puedes encontrar lo de siempre: verduras, frutas, carnes, pescados, menuceles… pero en unos puestos inmaculados, ordenados y realmente bien surtidos.
El mercado en sí, se sitúa en la planta calle, mientras que en la planta superior, distribuida en forma de corredor alrededor del propio mercado, se encuentra el espacio gastronómico además de mucho espacio diáfano, el cual me genera una gran curiosidad ¿por qué hay tanto espacio libre? También es cierto que hay varios puestos cerrados, pero nos dijeron que se habían cerrado por jubilación y había nuevos tenderos a punto de coger el traspaso…
Me encantaría ver este mercado lleno de vida.

Desde este sábado, me declaro fan (pero fan de carpeta) de este mercado. Hacía mucho tiempo que no veía un mercado tan limpio y apañado como este. Da gocico comprar y pasear por él. No tiene el típico olor entremezclao a todo que tienen los mercados y que muchas veces da pampurrias.
Están en proceso de abrir nuevos puestos ya que ha habido jubilaciones recientes.
Me quedé impactada con el puesto de menúceles, normalmente en otros mercados huelen fatal, pero en este no olía para nada. Además tienen todo tipo de género a precios más que razonables.
Podemos abastecernos de cualquier producto fresco que busquemos sin necesidad de recurrir a los supermecados o grandes superficies. Además sus «tenderos» son super amables y te asesoran en todo lo que necesites. Qué pena no disponer de algo similar cerca de mi casa.
La zona de arriba me parece un «desperdicio». En vez de abrir el espacio gastronómico de Puerta Cinegia, una zona tipo el mercado de San Antón en Madrid, habría estado de lujo aquí.

Ayer tuve la oportunidad de visitarlo, y la verdad que me recordó a mi infancia pues antes cuando no había súper mercados se hacíà la compra en este tipo de mercados.
Este en concreto está renovado, tiene mucha luz y destaca por su limpieza.
Los puestos son grandes y vas a encontrar de todo, frutas, verduras, menudeces, carnes etc.
En la parte superior se encuentra el espacio gastronómico, es una idea estupenda.
La ventaja de estas tiendas es que la relación cliente tendero es cercana, a mí me gusta esa sensación de saber que saben cuáles son mis necesidades o gustos.
Gracias al evento Unilocal de «Cooking Party» he podido conocer este mercado y la verdad… me parece estupendo.

Pues habré pasado cientos de veces por la puerta de este mercado, y para ser sincero no había entrado.
Com motivo ayer de otro evento Unilocaler, pude conocer de primera mano sus instalaciones, sus puestos y las personas que están detrás de ellos. Como nos pasó a la mayoría nos sorprendió lo limpio, luminoso y espacioso que era. Además no había ningún tipo de olor extraño que a veces se entremezclan en este tipo de mercados. Personal encantador y cercano y producto selecto. Pudimos conocer uno a uno cada puesto y su materia prima.
Además tiene otra segunda planta, que fue donde nosotros realizamos la actividad. No sé si tendrá un uso de manera habitual, pero es una pena que tanto espacio pueda estar desaprovechado.
Un placer haber podido pasear un rato por este fantástico mercado.

Un sitio para hacer compras de carnes, verduras y frutas a buenos precios en un sitio muy limpio y con fácil acceso

Aunque he pasado decenas de veces por delante de este mercado, nunca había entrado y hoy lo he descubierto, gracias al Cooking Party de Unilocal.
Lo primero que me ha sorprendido ha sido lo amplio, diáfano y luminoso que es, nada que ver con la idea que yo tenía de los mercados de barrio, más laberínticos y oscuros. También me ha llamado la atención lo limpio que estaba todo y que no había olores raros. Me ha encantado la sensación de calma, sin las prisas y el estrés de las cadenas de supermercados en sábado.
Tenderos que conocen a sus clientes habituales, mercancía selecta, productos de la zona de recorrido corto, lo que garantiza frescura y calidad de lo que compramos.
No hay muchos puestos pero no falta de nada. La relación calidad precio es muy buena.