Sábado, 15 de Agosto, Zaragoza, centro de la ciudad. Las calles vacías, la fecha, el día y la hora, hacen prever una noche de bares cerrados y de poca calidad. Error… Tras una cena entre amigos, decidimos tomar algo por el centro de la ciudad. En el Poeta Eléctrico encontrarás varios factores para poder disfrutar de un buen rato. Lugar cómodo, con buen ambiente, buena música y buen trato. En sí el local situado en Residencial Paraíso no es muy grande, pero tiene bastante encanto. Moderno y con una iluminación acorde a su personalidad. Dispone de una zona de barra, uno zona levantada donde se ubican la mesa de mezclas, una figura enorme de un tigre, una mesa de grandes dimensiones, y una zona de pequeñas mesas pegadas a la pared, con pequeños pufs a su alrededor. El centro del local podíamos decir, es pista de baile. Puede que el día y la hora influyeran en la tranquilidad y el bienestar del local, pero desde luego fue un sitio agradable en el que pasar un buen y animado rato, aunque la compañía y la conversación hicieron mucho. En cuanto al trato, muy correcto, y copas puestas con mucho mimo, y precios dentro de lo «normal» para los tiempos que corren. Sin duda, un lugar recomendable.
Patricia S.
Classificação do local: 5 Zaragoza
Pues lo tenía pendiente hacía tiempo y cada vez que pasaba por delante(con bastante frecuencia, por cierto), me lo recordaba mentalmente. Así que el sábado, que teníamos cena de amigos, después de cenar, para allá que nos fuimos… Para empezar, se agradeció que un 15 de agosto estuviese abierto. El primer pronto al cruzar las puertas de entrada es, que has entrado en la cueva del oso cavernario, porque está oscurete, pero en cuanto se te hacen los ojos a los pocos segundos y puedes ver el entorno, pues flipas, si… flipas… porque lo mola todo… con una iluminación rosa que va muy con el rollo glam que impera en el local, siendo lo primero en llamarte la atención, el tigre que domina el escenario lateral con el que cuenta la sala… y que imagino que hará las delicias de los adictos a los selfies después de haberse echado un par de copichuelas. Respecto a las copas, te las puedes tomar sentado o de pie en la barra, en las mesas altas, en los sofás o en una mesa grande con sus sillas cada una de su padre y de su madre. Nosotros estuvimos en los sofas y estuvimos tan ricamente(a mi dame un sofá y dime tonta…). Mis compañeros optaron por cubatas y yo por un par de vasos de Jim Beam(7 euros me pareció más que razonable por vaso), que nos los bebimos en una ambiente musical que nos encantó a todos ya que podías escuchar éxitos setenteros o música más actual. Seguro, seguro, segurico que volvemos…