El Rincón de Manuela

Entré aquí intentando comer a toda prisa por motivos que no vienen al caso, sólo para encontrar que no sirven comidas, sino que a partir de los desayunos ya sólo ponen refrescos, alcoholes y tapas variadas. Como me moría de hambre y no tenía tiempo, terminé bebiendo algo y devorando unos callos con garbanzos que estaban bastante bien, la verdad, aunque se me quedaron algo cortos.
La decoración es más la de un pub que otra cosa, todo en negro y maderas oscuras, y pude corroborar esta sensación al ver la enorme cantidad de ginebras premium y rones molones (incluyendo Kraken, el favorito de los Unilocalers madrileños); mi sensación es que es este campo el que trabajan realmente bien, pero que los ingresos del resto del día tampoco vienen mal, especialmente cuando Vilagarcia no destaca por su enorme oferta hostelera.