Valor

Difícil explicar lo que ocurrió en este establecimiento. Bueno, más que difícil, extraño. Puede que el haber estado en otros Valor influya, pero desde luego, la experiencia fue mala.
Después de unos paseos más que razonables, más teniendo en cuenta las cuestas en Vigo, porque ahí no son calles, son pendientes, decidimos entrar a reponer fuerzas y más teniendo el establecimiento justo enfrente del hotel. Digamos que el plan comida, helado, siesta, era difícilmente rechazable. Pues se torció, vaya si se torció.
Entramos y no había nadie, tras una espera un poquito más larga de lo normal, recuerdo que no había nadie, nos atienden, he de decirlo, de manera poco agradable. Tras pedir un creppe de dulce de leche y un helado que se componía de helado de chocolate caliente con una bola de helado blanco encima, el resultado es una bola de helado completamente inexistente y derretida, y un creppe repleto de chocolate por encima, que a entender de mi acompañante no debía ser así, porque le quitaba todo el sabor al dulce de leche. La frase exacta fue «si hubiese querido un creppe de chocolate, me lo hubiera pedido»
Así que nos fuimos de allí muy insatisfechos con el trato y con el producto, sabiendo además que barato no es. La doy dos estrellas, porque he visitado el mismo establecimiento en mi ciudad, y no tiene nada que ver.

Decidimos entrar en esta chocolatería después de un buen paseo por la ciudad de Vigo.
Tengo que decir que en sí el sitio me gustaba. Ya había estado en varias ocasiones en el local que hay en mi ciudad. Pero en esta ocasión, me quedé un poco chafada.
En mi caso, pedí un creppe de dulce de leche. Y aunque estaba bueno, le habían puesto tal cantidad de chocolate negro por encima que perdía totalmente el sabor del dulce de leche.
Vamos, una pena.
Aunque lo que menos me gustó fue la copa de helado que se pidió mi acompañante.
Creo recordar que se llamaba Luna Llena, y en teoría llevaba chocolate blanco templado con bola de helado de chocolate con leche. Pues bueno, el caso es que la bola de chocolate brillaba por su ausencia. Bastante decepcionante.
No tuvimos tampoco muchas suerte con la atención, porque el local estaba vacío y nos hicieron esperar bastante.

I really liked the hot chocolate with churros! And everything on the menu looked delicious!

Para mi gusto, el mejor chocolate a la taza, auténtico chocolate derretido, una delicia para el paladar. Los churros, que en realidad son porras, están bastante grasientos pero se comen con felicidad. Es caro respecto a lo que suele costar de media un chocolate con churros en España pero la calidad es sublime. Carta amplia en la que destacan mousses, helados, crepes, batidos, bombones… Un paraiso para Los chocoadictos!

Laura A. recommended that I visit Valor in Salamanca, but unfortunately I did not have time (or capacity in my stomach) while I was there. Thankfully, I had one more opportunity to try Valor’s chocolate a la taza (the hot drinking chocolate) because there is a location in Vigo not far from Rua Principe, where all of the shops are.
The chocolate is marvelous; so rich, thick, and slightly bitter. It was such an incredible indulgence! There is also the option to order a cup of chocolate with churros, but I decided not to because churros never sit well in my stomach.
So why only three stars for a five-​star cup of chocolate, do you ask? Well, the woman working there was so rude to the point that I just wanted to get up and leave. She took forever to come out of the kitchen to greet me at the bar and was really obnoxious about saying she didn’t understand me — trying to bring me a large instead of the smaller size (and the two words sound nothing alike) — and running off as I was correcting her. She also kind of just threw the cheque at me. Basically, she acted like I was hugely inconveniencing her the entire time I was there.
I loved my first cup of Valor chocolate, I just wish the experience could have been more pleasant. There’s still Bonilla, which is about a 5 minute walk away, which also has very good chocolate.