4 avaliações para Toro de Osborne de la Universitat Politècnica de València
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Manolo L.
Classificação do local: 5 Valencia
La primera vez que vi éste toro me llamó mucho la atención, en el centro de un jardín, de un pequeño patio de la universidad(pequeño para lo que es la universidad). Te encuentras esta pieza de historia de España. De pequeño mi hermana y yo teníamos dos amigos, los suyos eran los muñecos de Michelín, y los míos eran los toros de Osborne. Básicamente este juego era porque por la carretera que pasábamos todos los días para ir al cole, había muchos. Recuerdo que antes había muchos más toros por las carreteras, pero los empezaron a quitar hasta que la gente protestó. Hoy en día existen 91 toros en España. Me impresionó mucho verlo en la Universidad. Creía que se había quedado ahí al construir la universidad, pero leyendo más acerca de él, he descubierto que fue adquirido. Un aplauso por el politécnico.
Ricardo M.
Classificação do local: 4 Valencia
Nunca fui al politécnico a estudiar, mi carrera se estudiaba en otra facultad pero siempre tuve envidia de quien lo hizo en esta ciudad universitaria, mi pueblo cabría dentro de los límites del ‘Poli’. No estudié, pero si que tenía amigos allí que por supuesto me invitaron a una de las fiestas más gamberras a las que he asistido en mi vida, las míticas ‘paellas del Poli’. Habíamos quedado sobre las 11 de la mañana, mis amigos todavía recuerdan mi cara cuando me dijeron ‘Quedamos en los huevos del toro’ ¿Qué? Al ver mi cara me tuvieron que explicar que dentro de la universidad había un toro de Osborne de esos que se ven por las carreteras, bueno que ya casi no se ven por las carreteras mejor dicho. Me pareció muy original y divertido la verdad. Ahora paso de vez en cuando por la puerta y me acuerdo de aquellas paellas que creo que ya no se celebran y veo al toro como herido con balas de pintura que han sido lanzadas sobre el morlaco y que le dan un toque más moderno, como si lo hubieran vestido con un traje de Victorio y Lucchino.
Empar O.
Classificação do local: 5 Valencia
El toro de Osborne nació como un reclamo publicitario de la conocida marca de coñac, pero estaréis conmigo en que, ya forma parte del folclore de nuestros pueblos. No estoy hablando de ideologías sino de iconos nuestros, de «cosas típicas», de cómo la publicidad puede llegar a formar parte de nuestras vidas. ¿Quién no ha ido de viaje en coche por la península y ha jugado a contar cuantos toros veía? Pues bien, en 1988 se publicó una ley que prohibíà la publicidad fuera de los tramos urbanos de las carreteras estatales en cualquier lugar visible desde la zona de dominio público de estas. Pero claro, la conocida marca salió en su propia defensa apelando a que era comunicación de una expresión artística de un elemento de cultura tradicional española. Después de varios pleitos, el Tribunal Supremo le otorgó a esta silueta la categoría de emblema«no publicitario» y por tanto el indulto. Durante este proceso judicial, la Universitat Politècnica de València adoptó uno de estos toros y lo puso en uno de sus jardines que dan a la Avenida de los Naranjos. Es una pasada colocarse debajo de él o incluso recostarse ya que el césped invita a eso. Por fin podemos ver, tocar y comparar las dimensiones de esta escultura que siempre habíamos visto de lejos.
Vicente B.
Classificação do local: 5 Valencia
Al margen de si la fiesta es o no(o de si debería ser o no) nacional, el toro es un icono de nuestra cultura. Y el de Osborne, además, luce un tipazo imponente y de lo más gallardo. Uno de los que se salvó de la «quema» cuando decidieron despoblar las carreteras fue a parar a la puerta del Politécnico; presidiendo la entrada del recinto estudiantil. Un toro que te da la bienvenida, cuando menos… ¡divertido! A mí, personalmente me encanta, y me parece una idea muy acertada ponerlo a presidir el campus. Lo cierto es que frente a él te sientes pequeño; me refiero a que en la carretera y visto desde el coche jamás pensarías que el morlaco se gasta esas dimensiones, pero así, de frente, impone. Para mí, con el paso del tiempo ha conseguido desprenderse del estigma de «icono de la carretera» y ha pasado a ser«icono de la facultad».