Torero

La verdad es que he venido un par de veces a cenar. en plan menú acordado previamente y tengo que decir que sí, la comida está muy buena, pero no, no me gusta nada, pero nada la atención. La primera vez que vine casi mato al camarero-​dueño con la mirada porque no sólo no me trae el entrecot la última sino que al momento viene a recoger el plato de los demás y me dice que ya me lo tendría que haber terminado… «Bueno, si me lo hubieses traído antes a lo mejor si».
He vuelto estas Navidades y menos mal que esta vez el hombre no iba de graciosete.-sin gracia, esta vez el problema es el ambiente folclórico-​casposo que había, con la música a todo volumen y los de mi mesa que casi ni nos podíamos escuchar. A mí cuanto menos este local me parece un cúmulo de chonismo, un quiero y no puedo. Aunque como siempre digo es mi opinión particular y fruto de mi experiencia. Puede mejorar? Por supuesto aunque supongo que la clientela que viene aquí busca eso.

Trato excelente. La comida está espectacular! Además cuenta con una oferta de verano que sin duda hay que probar

Los jueves tiene gran promoción las cañas 0.50 y las tapas a un 1 €. Lo probamos y pasamos una tarde sin quererlo estupenda con cañas y tapas ahora todos los jueves una cita obligada

Un sitio recomendable para tomar unas tapas si estas por esta zona, que ahora está activándose gracias a la Rambleta.
Pedimos unas bravas, no me terminaron, ya que eran patatas fritas caseras con ajoaceite y un poco de pimentón, yo soy de bravas con bastante salsa, bañaditas…pero bueno, no estaban mal de todo, pero no eran bravas, desde mi punto de vista.
Siempre que veo fuera de la carta algo que se sale de lo común (bravas, calamares, puntilla) lo suelo pedir, y aquí ese plato eran las gambas mallorquinas. Unas gambas con sobrasada y cebolla pochada… tiene que gustarte la sobrasada eso sí, y aunque suene un plato pesado, no me lo resulto, estaba realmente bueno.
También pedimos un bocadillo para compartir de solomillo con roquefort y tortilla de trigueros. Muy bueno también.
La pega, pedimos vino tinto para cenar, y no pudimos elegir, solo había una variedad, y nos costó 10 €, y su calidad no me pareció que le correspondia este precio…
Pero se compenso con la cuenta general ya que: bravas+ gambas a la mallorquina+1 bocadillo+1 botella de vino+1 cortado= 26 €
Un precio razonable por la calidad de comida que tomamos, y un poco distinto al típico barucho que te encuentras por la zona. De hecho tuvimos que sentarnos en la terraza, tenían todo reservado, y detrás de nosotros había una pareja esperando a nuestra mesa… eso siempre es buena señal, no? ;)
Además en la carta leí que tienen menús de grupo por 20 €…interesante.

A 5 minutos andando de el teatro La Rambleta elegimos el sitio por los comentarios en Unilocal.Andábamos con prisas y el atento y chisposo camarero nos organizó el menú y lo fue disponiendo rápida y amablemente. La comida rica en general, a falta de algunos toques de distinción como el punto de la sepia (tener una plancha de referencia está al alcance de pocos). El precio por 4 personas con postre a poco más de 10 euros. Hemos de volver con más tiempo y probar un menú de 20 € que no nos daba tiempo de disfrutar.

Buscando un buen sitio para celebrar una cena de colegas, apareció este establecimiento. La verdad es que visto desde fuera parece un bar del montón, pero una vez estás sentado y empieza la cena, te das cuenta de que merece la pena (y mucho) reservar aquí.
El establecimiento es pequeño y si tienes pensado ir de cena de grupo, lo mejor es reservar, hazlo con tiempo ya que posiblemente no te quede sitio (dependiendo de los comensales).
El menú nocturno son 20 € por cabeza, (comida y bebida incluidas) y te da derecho a cenar todo lo que tu estomago pueda digerir entre las diversas y riquísimas tapas que te ofrecen.
No esperes ninguna carta, ya que van sacando lo que quieren y la verdad es que tienen bastante repertorio.
Está todo muy bueno y no sabría decantarme por un plato en especial, eso sí, las raciones son bastante generosas.
Os recomiendo que lo probéis y ya decidiréis por vuestra cuenta cual es el mejor plato.
En cuanto al servicio sólo voy a añadir que es bastante «peculiar» ya que del camarero puedes esperarte cualquier cosa, pero si quieres saber más…cena allí.

Punto de encuentro familiar de sábados y domingos. El torero está en la calle Arzobispo Olaechea en el número 31 en pleno corazón del barrio de San Marcelino. No os dejéis engañar por su nombre. El torero es un restaurante especializado en todo tipo de tapas.
Su dueño, Miguel, es muy simpático y siempre va a tener la tapa perfecta para vosotros. Casi siempre vamos de picoteo y en alguna ocasión, nos quedamos a comer y tienen también una carta de vinos muy recomendable.
Entre la selección de tapas, me quedo con su sepia y sus bravas. De todas formas, tiene una gran variedad de tapas, aunque algunas depende de la temporada, como las clóchinas. Independientemente en su cocina también podéis encontrar otros platos por si no os apetecen las tapas.
Entre semana, el Torero abre con rebajas. Descuentos y menús especiales para desayuno, almuerzo y comida. Por 8 euros tienes un menú diario con todo y por 20, tienes menú de noche completo con tapas. De todas formas, os aconsejo que vayáis pidiendo tapas sin estar en menú hasta que tengáis hambre.
Por cierto, desde hace unos meses, este local acepta cheques gourmet así que ya sabéis. Bueno, bonito y barato y más con estos cheques.

Conociendo el nombre y la especialidad en tapas de este bar, relacionarlo con su aspecto físico es algo que a la mente le cuesta. Ya desde la entrada, con ese rótulo en cursiva corpórea digno de la discoteca de moda, entras un poco confundido de si vas a tomarte una caña y unas bravas o un pato a la naranja sobre lecho de caviar y virutas de salmón de los siete mares caramelizado.
Por dentro, una cuidadísima decoración viste de blanco y negro el salón. Buenas noticias: a pesar de su nombre, no os vais a encontrar ningún trofeo en forma de cabeza de animal agónico amputada. Se puede comer sin cortes de digestión de este tipo.
Continuando con la desmitificación del sitio, en serio, pedid sin miedo, que aquí el menú de día es uno de los más baratos y a la vez buenos que se puedan encontrar. Pero lo realmente recomendable son los nocturnos para cenas de grupos en fin de semana, con los que a 20 € por cabeza podéis disfrutar de un menú formado por numerosas –y riquísimas– tapas y tanto vino o cerveza como el cuerpo esté dispuesto a tragar. No es nada caro, pues en relación calidad-​precio es muchísimo mejor y más abundante que similares cenas con menús que al final quedan en bocatas bastante pobres y sangría de vaya-​usté-​a-​saber-​qué.
El camarero argentino es un poco plasta. Un momento, esta frase es redundante. Nada, que el trato es correcto, acorde con el estilo, pero éste quizá te dé un poco más de coba con sus bromas entre pedido y pedido.

A no ser que lo hagáis con especial destreza, a diferencia de mí, probablemente lo mejor de jugar a fútbol con tus amigos sea el almuerzo o el aperitivo de después, que tanto sirve para celebrar una victoria –raramente-​, como para calmar el dolor de la común derrota.
Yo he topado con el Bar Torero esta temporada, junto al polideportivo de La Rambleta, en San Marcelino, donde se organiza la liga de fútbol 7 en que participo. Es un sitio que debería figurar en la definición de taberna española: buenos bocadillos, aceitunas y cacaos para ir abriendo boca, cerveza o refresco y tapas recién preparadas, que lucen en el mostrador junto a la barra.
Todo ello, con un valor extra: el establecimiento está reformado, limpio y decorado de una manera curiosamente cuidada para un tipo de negocio como este. No he tenido la oportunidad de sentarme todavía en las mesas de la terraza, porque están siempre llenas en las numerosas mañanas de sábado en que luce el sol.
Ya sea para reponer fuerzas tras un rato de deporte, o no, sin duda no os arrepentiréis de un lugar tan genuinamente hispano, ya desde el propio nombre.