Tecnodelta

Me encanta entrar y saber que, o bien Javi, o bien su padre, siempre me van a recibir con una sonrisa.
Y es el encanto que tiene Tecnodelta, que es una papelería familiar, donde la cercanía y el paso de los años hace que, cada vez que entres, salgas preguntándote por qué no entras más veces de lo bien que te tratan y de la sonrisa tan grande con la que sales.
Bolígrafos de todos los tipos; lápices de colores; rotuladores fosforitos que ya me hubiera gustado a mí tener en mi época escolar; sobres en los que puedes meter dinero para regalar y que no sea el simple sobre, frío y convencional de «tota» la vida; cartulinas para confeccionar diplomas con un estilo casero-​profesional, de esos que entrego a mis alumnos en los torneos que organizo y que siempre tengo que volver a comprar porque me equivoco al rellenarlos, pero que afortunadamente tienen de más; pegatinas para personalizar tarjetas regalo o lo que se te ocurra decorar,… El paraíso.
Puedes encontrar cualquier cosa relacionada con papelería y, si no tienes idea de lo que buscas exactamente, déjate aconsejar. No solo buscarán la mejor solución para tu problema, también se preocuparán de tu bolsillo. A mí me han llegado a enseñar cómo funcionan los rotuladores fosforitos para que pueda comparar y, sorprendentemente, en muchas de las ocasiones me he llevado el más barato por recomendación de ellos y porque la demostración les daba la razón. Y cuando he tenido que comprar cuadernillos de deberes, de esos que el colegio se empeña en encargar en otra papelería cercana pero de trato peor, si no los tenían me los han encargado sin problemas.
Así que, sin duda, esta es mi papelería de referencia.

Desde que vivo en el barrio, vamos ya por los 20 años, que conozco esta papelería y ya tenía pinta de llevar mucho tiempo. Quiero destacar por encima de todo la simpatía y el trato que recibes. Si buscas algo y no lo tienen se desviven por buscarte soluciones o en su defecto se preocupan de encargártelo. De la misma manera si ven que te estas «equivocando», siempre de manera sutil y amable, hacen ver que la mejor opción para ti es otra. Está claro que son profesionales y que les gusta su trabajo. Y eso, cuando lo encuentras, no tiene precio.
Luego vinieron los niños, y con ellos la interminable lista de material escolar. Cualquiera diría que van gestionar la administración del Estado. Libretas, pautadas, sin pautar, cuadriculadas, de doble pauta, con dibujitos, sin dibujitos, gordas, finas, de tapa dura, de tapa blanda, tamaño folio, tamaño A4, tamaño A5, reglas, tijeras sin punta, pegamento de barra, tipex, lápices (del número 2, de los buenos, no de esos de los chinos que se rompen la punta apenas escribes), colores, estuches, mochilas, carpesanos, carpetas, cartulinas, papel cebolla… aghhh que alguien me pare.
Al final, si buscas algo sencillo lo puedes encontrar en cualquier sitio (si hasta en los chinos). En cuanto al coste es idéntico a otras franquicias (céntimo arriba céntimo abajo) pero, y vuelvo a ser pesado, el trato que recibes no tiene nada que ver. Como llevan toda la vida, es alguien más del barrio, te conocen, te saludan… en el fondo es que soy muy de pueblo (como me dice mi hija) y me encanta no solo ir a comprar un lápiz y salir. Me gusta poder hablar con ellos, ver cómo les va el negocio y cuando tengo algún pedido especial, es que ni me lo pienso.
Barrio + Papelería = Tecnodelta.

La calle que va desde el gran cruce de Jesús hasta la nueva estación de Joaquín Sorolla es un lugar que me encanta por motivos variados:
— Está el kebap España (L);
— Hay una tienda de arreglos de ropa con un nombre que me da mucha risa: Ojal Composturas;
— Está uno de los pisos de Santa Isabel La Católica, la vecina loca de Callejeros;
— Está una de las pocas papelerías de toda la vida que quedan en pie.
Pero, en este caso, hablaré del último de ellos (de hecho, del España y de Santa Isabel hablo en otras reseñas, el Ojal verá su espera recompensada).
Tecnodelta es una tienda que recuerdo desde que tengo memoria en esa esquina de Maestro Sosa con Albacete. Tras su mostrador, un padre y un hijo, que no sólo comparten negocio y nombre, sino que son lo más simpático que anda p’alante.
Es una auténtica pena recordar cómo antes pasaba media vida entre las papelerías del barrio buscando cuadernos, carpesanos, lápices, mapas, mochilas, estuches y las generaciones futuras ya se están abasteciendo al 100% de productos sacados de bazares de baratijas o campañas de vuelta-​al-​cole de grandes hipermercados. Tecnodelta fue uno de mis abastecedores oficiales de todos esos cachivaches específicos que nos obligaban a buscar semana sí semana también nuestros maestros.
El otro día volví a buscar un cuaderno de dibujo para que mi novia viera satisfecha su vena artística y, nada más entrar, ese olor de papel y plástico nuevos me trajo un retazo de aquellas compras. No sólo hay miles de cosas, sino que se te ofrecerán a buscarla y encargártela si en ese momento no la tienen. Me alegro muchísimo de que esta tienda siga abierta y de que, padre e hijo, mantengan el mismo cariño y desparpajo con el que su atención se convierte en insuperable por cualquier ofertacarrefú.

Javier y Javier son los mejores!!! Saben todo lo que necesitas, y pasarán media hora contigo para asegurar que recibes lo que necesitas. Tiene una gama mas amlia que la mayoría de papelerias y te pueden dar mil recomendaciones!

Mi sueño desde que tengo memoria siempre ha sido montarme una papelería que además tuviera una parte con chucherías. Para mí claro, no para vender.
Bueno pues esta papelería podría ser bastante parecida a lo que yo soñaba (excepto por lo de las chucherías, que si las tiene, las tiene bien escondidas para el dueño), ya que está repleta de cosas. MIles de mochilas, libretas, carpetas, bolis, lápices de colores… en fin todo lo que puedes imaginar y más.
Y ese más son cosas que a veces no encuentras en una papelería, como cosas relacionadas con manualidades de todo tipo, que a mí que me gustan a veces tengo problemas para encontrar ciertos materiales.
Pues esta papelería me ha salvado algunas de estas veces, por eso ahora cuando necesito algo fuera de lo que encuentro en cualquier papelería, me acerco a Tecnodelta con la esperanza de encontrarlo.
Más barato que el El Corte Inglés o Abacus es.

Confeso que soy adicta a papelerías… confeso que soy de aquellas que tienen tropecientos bolis, del mismo color o distintos, pero que compra siempre uno más «porque este me viene bien para la agenda. Este me viene bien para el cuadernillo de ideas… este me viene bien para dibujar los bocetos de mis piezas.» Bueno… al final es una colección de bolis, cuadernillos, carpetas, yo que sé… Y tener una papelería técnica en el barrio no ayuda mucho…
En esta debo admitir que no solo encuentro siempre algo que me hace falta, como descubro cosas nuevas. Puede que por el hecho de estar cerca de colegios y guarderías, también tenga muchas cosas dedicadas a los más pequeños, pero no digo cosas «amuñecadas», si no cosas que les pueden venir bien, como mochilas con sistemas de adaptación al cuerpo para una mejor distribución del peso (sí… tengo que admitir que hasta para esto he buscado una razón para comprarme una. No la he encontrado todavía, pero ellas [las mochilas] ahí siguen esperándome).
Para quienes tienen la cabeza mejor que yo, y buscan, por ejemplo, un regalo diferente, se encuentran variados artículos de escrita, bien como carpetas bastante originales para la oficina o guardar documentos a la vista de todos (este sí, ¡ha sido un buen argumento para mí!).
Yo me suelo perder dentro… menos mal que el propietario ya está acostumbrado.