A mi personalmente me encanta! Hay que saber de qué se trata y a donde se va, os voy a dar varios trucos pq soy asidua a estos mercados de trastos y alguna que otra joya vintage: 1– Ir vestido tiradillo, nada ostentoso, si vas vestido con ropa de marca o muy puesto te pedirán precios altos por las cosas y será imposible regatear. 2– Hay que estar atento a las pertenencias, lamentablemente está lleno de carteristas y un despiste puede costarnos la cartera o el móvil. 3– Hay que regatear SIEMPRE, si tienen ganas de vender el éxito está asegurado. El Rastro está lleno de todo, basura, trastos y alguna que otra joya. Las joyas sólo se encuentran con la experiencia y con un poco de ojo; si tienes gracia puedes conseguir objetos preciosos. Otro aspecto, por los que me encatan este tipo de mercadillos es por las situaciones que pasan, me parece un rincón brutal para cazar instantáneas con una cámara. No lo dudéis, hay que ir!
Raq N.
Classificação do local: 3 Valencia
Aunque no lo creáis, no había ido al rastro en mi vida, lugar al que todo valenciano debe ir al menos un domingo en su vida, rollo la Meca. Unos me lo habían pintado como el paraíso terrenal de las antigüedades, otros como un basurero detrás del Mestalla. Yo quería comprobar a quién le daba la razón así que fui hace dos domingos. Me costó casi 3 horas recorrerme todo porque aquello, aparte de hormiguero, se hace larguísimo. En cuanto a lo que hay x allí os diría que de todo lo que te puedas imaginar hasta lo que no. Vi a gente comprando perros, otros alguna pieza que otra de la bici, libros, a uno lo vi con una Nespresso… Cosas de lo más variopintas. Sólo me gustó uno de los mil puestos que debe haber, por lo demás poco que salvar. Si tenéis mano para restaurar, algún mueble había que quedaría genial en casa con un buen arreglo, pero ojo, solo si sabéis hacerlo, de lo contrario dentro de unos años os veo a alguno de vosotros yendo allí a vender! Ese domingo por la tarde me lo pasé en casa encerrada ya que es un mercadillo antialérgicos al polvo como una servidora. Si vuelvo, prometo llevarme mascarilla(y un desinfectante de manos en el bolso).
David Q.
Classificação do local: 1 Quatre Carrers, Valencia
Una gran decepción para nosotros. Hemos encontrado muchas cosas inservibles, cosas que parecían sacadas de los contenedores de la basura y unos pocos puestos, creo que 4, con cosas normales e interesantes que esperaría encontrar en un rastro, como discos y ropa sin usar. Mi pareja y yo que íbamos con nuestras cámaras solo hemos recibido malos comentarios, alguna amenaza(«como me hagas una foto te comes la cámara») y malas caras, hasta que te interesas por algo y entonces todo es buen rollo de repente. Si fuese a una ciudad muy pobre del tercer mundo esto es lo que esperaría encontrarme, salvo los malos modales, y eso es lo que he visto hoy aquí. Mucha basura reciclada, empujones, malas caras y algún espabilado intentado quitarme la cartera descaradamente. Supongo que esto ya no es lo que era.
Marta P.
Classificação do local: 5 Valencia
No hay nada mejor en el mundo que levantarse un domingo por la mañana tempranito, desayunar bien y acercarse hasta el rastro a darse una vuelta. Llevo yendo tantísimos años que me conozco a la perfección cuales son los puestos importantes. Algunos vendedores hasta me saludan cuando me ven llegar y me avisan de que tienen algo que podría interesarme. Tengo un montón de tesoros encontrados en el rastro. Siempre pienso que si fuese rica iría un domingo al rastro y cargaría con miles de cosas valiosas. Es gracioso la pose de todo el mundo en el rastro: matrimonios con su perrito en brazos paseando por los pasillos, chicos jóvenes y no tan jóvenes con la rodilla hincada y la vista fija en una caja de discos, gitanillos tocando la guitarra y cantando, gente con cosas en las manos e intentando regatear y gente contenta porque ha encontrado lo que iba buscando… Todos los domingos lo mismo. Siempre recordaré un día que mi novio se fue al rastro a las 7 de la mañana y a las 8 estaba en casa, nervioso perdido y desperdigando tooodos los discos que se había comprado. Una colección de 30 discazos por 1300 pesetas. Madre mía, no sabía cuál poner primero. Es un clásico el kiosco, que sólo abre los días de rastro. Huele a longaniza requemada todo el rastro desde primera hora de la mañana y con un tránsito constante de gente a por su bote de cerveza o su café. Un detalle más, los días festivos también hay rastro, aunque ponen muchos menos puestos y no se crea tanto ambientillo como un domingo.
Ricardo M.
Classificação do local: 2 Valencia
Se organiza los domingos por la mañana en el parking del Estadio de Mestalla. Si vais por primera vez y ya tienes experiencia en otros rastros de ciudades importantes quizá os llevéis un poco de decepción. La mayoría de puestos tienen cosas absolutamente inservibles. Los aparatos eléctricos no son recomendables, puesto que comprar allí no tiene ningún tipo de seguridad. Sin embargo hay algunas cosas que pueden ser interesantes, si eres amante de las antigüedades hay algún puesto de gente que se dedica a vaciar casas viejas y en el que puedes encontrar mueble u objetos de decoración, como cuadros o espejos. Otra de las cosas que se pueden comprar sin demasiado riesgo son libros. Ojito porque en las aglomeraciones como las que se forman aquí suele haber bastante amigo de lo ajeno y más concretamente de las carteras de los demás. Hay bastante policía pero los carteristas pasan olímpicamente.
PACO C.
Classificação do local: 4 Valencia
Si no está en internet, no existe, se suele decir en la actualidad. Si no está en El Rastro, no ha existido, añadiría yo en tono metafórico. Aquí se pueden comprar y vender radios, plantas, muebles, libros, carteles, películas, casetes, utensilios de cocina, teléfonos… con sabor añejo. Puestos bien ordenados en mesas se mezclan con sábanas sobre el suelo con multitud de objetos desperdigados en este mercadillo en el que el regateo es el deporte oficial. Recuerdo que de pequeño ya fui en alguna ocasión con mis padres cuando estaba ubicado en el centro histórico de la ciudad, por las calles de detrás de la Basílica de la Mare de Déu. Es cierto que tenía mayor encanto allí que en su actual ubicación, justo al lado de otra basílica, la basílica del balón de Valencia, Mestalla, pero sigue conservando su atractivo poder de atracción basado en la adquisición de auténticas gangas. Por cierto, es apto para madrugadores o gente que a la salida del sol aún no se ha acostado, en domingos o días festivos, porque a esas horas ya empieza a haber vendedores.