Paseo de la Alameda

Mi primera reseña del 2016 se la dedico a nuestra ciudad ¡bonicaaaaa! Adoro este paseo entre ficus enormes, terracitas aptas para el aperitivo en cualquier mes del año y fuentes majestuosas. El Paseo de la Alameda lleva muchísimos años siendo punto de encuentro de grupos de amigos, familias que pasean y perretes que salen a mover la cola con sus dueños por la zona ajardinada. Un poco más limpios deberían de ser sus dueños que no recogen las cositas que hacen en el césped de los jardines y ya de pequeña y adolescente me he encontrado sorpresitas varias.
Desde la Pérgola hasta casi la Ciudad de las Ciencias se extiende este bello paseo que pasa por el Palau de la Música, hoteles de nueva construcción y un buen número de barecitos y establecimientos. Lo mejor es que se puede aparcar fácilmente a lo largo de todo el paseo, de hecho es el lugar con más parking gratuito que conozco en la ciudad. Incluso si vienes al centro es un buen sitio para dejar el coche porque luego solo has de cruzar uno de los muchos puentes del cauce del río. También es fantástico pasear por la Alameda como previo a un segundo paseo por los jardines del Turia. Eso sí, ¡cuidado con los días de fútbol en Mestalla que la Alameda es zona sin ley y te encuentras coches por todas partes! La ultima estrella se pierde en los deshechos perrunos y el tráfico a ambos lados, del paseo. Un día nuestra ciudad será mucho más peatonal, lo veo en mis sueños.

El Paseo de la Alameda es uno de los lugares más bonitos de la ciudad. Es precioso para pasear gracias a sus frondosos árboles, tanto en invierno como en verano.
Aquí es donde se celebran desfiles, la Batalla de Flores en julio, el final de las manifestaciones del 1 de Mayo y la cabalgata de Reyes. También es el inicio de muchas de las carreras que se hacen en esta ciudad (por ello es el paseo preferido de los runners).
Este paseo ya existía desde el siglo XVI, cuando la burguesía Valenciana salia por aquí de paseo. Fue el siglo siguiente cuando se construyeron las dos torres del principio.
En el siglo XIX se realizaban los Juegos Florales y en 1909 fue escenario de la Exposición Regional Valenciana, lo que hizo que por este paseo pasaran los más famosos de la época. Así, se embelleció y llegó a nuestros días.

Este es uno de mis lugares preferidos de la ciudad! Un rincón que alberga numerosos eventos y que ya de por si, es precioso el entorno de la avenida.
Desde los monumentos que hay, como las torres, los capitolios y los puentes, hasta los árboles centenarios que me recuerdan a las casitas de las hadas.
Desde un maratón aerobico, una carrera solidaria o una batalla de las flores en julio, son algunos de los eventos que se dan en este entorno.
Eso si para aparcar, a veces es muy complicado y ármate de valor porque esta lleno de personas que te piden dinero por indicarte un hueco.
Sin duda, un lugar que alberga mucha historia y que es punto obligatorio de visitas turísticas.

Es un paseo de lo más curioso… Aunque está en plena ciudad, invita a la evasión. En otoño es una gozada y en primavera, el contraste que ofrece es curioso. Cuando paseo por allí siempre pienso que le falta algo, aunque no sabría decir exactamete qué…
Al inicio (o final, según se mire) está el kiosco ‘La Pérgola’ que le da un toque bonito al paseo.
Es tupido y en veranito, se agradece!
Ojo cuando vayas en coche y quieras aparcar ahí porque entre el paseo y la calzada en la parte ancha hay un espacio que es hueco y muy hondo. Si metes la rueda sin querar, mal! Y si metes el pie, peor! Cuidadín!
Un lugar para visitar y pasear!

La Alameda ha sido siempre mi calle favorita de Valencia. El poder pasear por ella tranquilamente, esos enormes árboles, las fuentes, la tranquilidad, el río a un lado, los viveros al fondo… Hasta una historia de amor, que duró años, empezó en la Alameda.
Yo no leí hasta mucho después a Vicent Andrés Estellés y sus evocaciones de «arbres de l’Albereda, aquella font amable que sona entre les fulles», pero cuando lo hice me sentí completamente identificado con su amor por ese lugar de Valencia.
La Alameda, además, es el teatro natural para los fuegos artificiales; un lugar que te permite disfrutarlos sin agobios. Y es el escenario de cien mil actividades deportivas o lúdicas a lo largo del año y de la batalla de flores en julio.
Desgraciadamente, el ayuntamiento decidió un día, en un gesto absurdo, ridídulo y, a la vista de los posteriores despilfarros, inexplicable, ahorrar en mantenimiento por la expeditiva vía de arrancar lo más hermoso de la Alameda. Porque antes aquí había flores, macizos, enredaderas… mucha más vegetación y belleza de la que hay ahora. Pero alguna mente salvaje decidió ahorrar quitándola. Por eso yo también le quito una estrella a este comentario. Solo espero que alguien recupere la cordura y siembre de nuevo la belleza destruida.

Uno de los lugares más bonitos de la ciudad por su singularidad, su ubicación y su entorno. Es «La Alameda» el lugar donde antaño la gente iba a pasear, a ver y dejarse ver. Por eso sigue siendo hoy en día uno de los lugares obligados de paso de los valencianos. Y además, punto de partida, de final o de paso de cualquier evento que se tercie en la ciudad (Reyes Magos, Batalla de Flores, maratones, vueltas ciclistas…).
Esta bien comunicado, hay sitio para aparcar, hay bares, terrazas, jardines, monumentos… ¿Se le puede pedir más a este sitio?
No te pierdas el kiosko «La Pérgola», los Jardines de Monforte, los Jardines de Viveros, el puente de Exposición o el puente de las Flores

Imprescindible si estás de visita en Valencia dedicar un poco de tiempo a darte una vuelta por el paseo de la Alameda. En la larga avenida se conjugan con maestría vestigios de la Valencia del siglo XVII con los monumentos más modernos como en puente de Calatrava. La Alameda fue en sus inicios el antiguo acceso al Palacio Real de Valencia desde la mar. Durante los siglos XVIII y XIX fue el lugar más frecuentado por nobles y burgueses valencianos que con sus carrozas se paseaban a través de ella. La parte más antigua va desde el Parque de Viveros hasta la plaza de Zaragoza y conecta esta zona con la otra ribera del rio por cinco puentes: el puente del Real, el de la exposición, el de las flores el puente de la mar y el puente de Aragón. Aconsejo asomarse a cada uno de ellos, todos tienen un encanto especial.
La parte nueva de la Alameda transcurre entre la plaza de Zaragoza y el cementerio del Grau, y entre de ellas hay cuatro rotondas con esculturas célebres como el Parotet, que creo que es la única escultura del mundo dedicada a un bicho. Antes de llegar al Parotet podemos ver el Palau de la Música también diseñado por Calatrava.
Pero lo que es una cita ineludible si estás en Valencia el último domingo de julio es ir a ver la batalla de flores que se celebra aquí desde 1891 y que convierte la Alameda en una explosión de color y de aromas. Antiguamente la aristocracia y la alta burguesía local mostraban sus mejores galas en un desfile de carruajes adornados con flores y hermosos tapices de la plaza de toros a la feria, daban una vuelta y regresaban, lanzando a la gente, que le gustaba mirar, pétalos, hojas, flores, serpentinas y confeti. No sé si cabreados por tanta pedantería los asistentes al desfile les volvían a lanzar las flores, de ahí lo de batalla. Ahora son las candidatas a la corte de la Fallera Mayor y por lo tanto candidatas a ser la representante de la fiesta de las Fallas las que reciben los claveles en forma de proyectil. Las pobres tienen que ir tapándose con una raqueta para que no les den en la cara.
Bueno y en verano uno de los sitios más recomendable para tomarse una copa muy tranquilo y al fresco por la noche es en los jardines que hay delante del puente de las flores.