Merca China

El lifting y la cirugía estético-​facial que le han hecho al Merca China en menos de quince días ha sido espectacular. Le han cambiado totalmente la cara. Ha pasado de ser un bajo lleno de productos que parecían no renovarse nunca, a convertirse en un bazar con todas las letras. Ha ayudado mucho a esto la limpieza de cara que le han hecho sus propietarios, pero también el «todo a mitad de precio» que se marcaron los quince días anteriores al cierre. Esto les permitió quitarse de encima un montón de cosas a las que la prueba del Carbono 14 hubiera dado resultados espectaculares (algunas de las cuales tengo en mi casa, dicho sea de paso).
Ahora todo está más aseate, ordenado y limpio. Continúan teniendo de todo, sobretodo cosas de menaje, textil hogar y ferretería, aunque parece que han ampliado la sección de ropa y lencería. Os parecerá una tontería que matice estas cosas pero me gusta hacerlo porque cada bazar chino tiene su punto fuerte en algún tipo de producto en concreto. Observadora que es una.
Los que no han cambiado son sus propietarios y su «encantadora» manera de hablarte gritando. Quiero pensar que es porque el local es muy grande y no son capaces de modular bien su voz. Pero aunque me griten, me caen fenomenal, porque en seguida se dan a la conversación y les entra la risa floja por cualquier cosa. Muy recomendables, tanto ellos como su tienda.

Justo abajo de la finca en donde vivo, acaban de abrir un nuevo bazar de chinos. Lo increíble de todo es que, en tan solo dos semanas, lograron montar todo el local, pero haciendo un ruido inaudito que hacía vibrar las paredes de la finca, y era tan molesto que a veces no se podía ni hacer la siesta.
Pero creo que las molestias han valido la pena porque el negocio ha quedado muy bien puesto ya que tiene mucha iluminación, los pisos están encerados y limpios y, como en todo bazar de este tipo, han puesto a la venta plantas en el exterior (incluyendo algunos cáctus que cuestan 2 euros), ropa en la primera sección y al fondo estantes con productos de cocina y artículos de ferretería, además de colchas, sábanas, almohadas, cafeteras y todo lo que os podáis imaginar.
La ventaja que he encontrado en este lugar, comparado con otros bazares, es que todo está perfectamente bien ordenado y, sobre todo, que te puedes mover libremente porque hay algunos que están cargados de productos que sientes que hasta sientes que te vas a asfixiar.