M111

Cada vez que paso por delante de este sitio, parece que haya cambiado de nombre. Por eso fue una agradable sorpresa ir a este local hace poco a cenar y que siguiera manteniendo la misma nomenclatura durante unos meses.
En este caso, fuimos con menú ya elegido por la persona que había hecho la reserva, y la verdad es que estuvo bastante bien, además de tener entrada a la discoteca por 15 €. Nada para morirse, pero suficiente para quedarse bien: cazuelitas, tablas de embutidos, patés, postre… y barra libre «con matices». Esto es una práctica habitual en muchos sitios, pero hay que andarse con ojo: solo sirve durante la cena, si pides algo una vez hayan sacado el último plato, aunque estés algo rezagado comiendo, o no te lo sacan o te lo cobran aparte.
Lo único que no me gusta demasiado es su emplazamiento: aunque da a la misma acera que Picasso y Zakate, por eso de estar al lado de Murray y Miniclub, por dentro es muy, muy pequeño y fuera da al pasaje que lleva a la plaza de Honduras, que por las noches, sobre todo en fin de semana, no huele demasiado bien gracias a la simpatía de la gente que hace botellón en la plaza.
Para todo lo demás, pues por 15 € sabes que tienes cena, bebida en abundancia si tienes cuidado y entrada a la discoteca.

A priori cuando me dicen que vamos a cenar a un sitio con menú cerrado digo «bueno, ¿y que hay? Pues embutido, cazuelitas calientes, ensaladas, patés, queso, montaditos, postre y barra libre de cerveza y sangría. Ajá y ¿cuánto? 15 euros, sólo??» Y ya voy con la mosca detrás de la oreja suponiendo que cenaré mal y que al final lo barato saldrá caro. Pero en M111 no fue así lo que mi estómago y mi bolsillo agradecieron.
El sitio es pequeño y el baño me llamó la atención también por su tamaño, pocos he visto más minúsculos. El local está atendido por dos chicas muy majas. Como era verano cenamos fuera así que el tamaño no importó. Y el menú, tal y como me lo habían dicho, embutidos, patés, quesos, cazuelitas… todo muy bueno y en suficiente cantidad como para acabar saciado. Son tapas sencillas pero bien preparadas, se han especializado en ello y les sale bien.
La bebida es cierto que empezaba a contar con el primer plato, pero como ya nos habían avisado no nos pilló por sorpresa. Estuvimos muy a gusto con la comida y la atención, además después nos dieron invitaciones para el Murray que está justo al lado. Recomendable para una cenita informal en grupo.

Cuando has nacido en invierno como yo, y quieres celebrar tu cumpleaños, tus posibilidades se reducen bastante, ya que no es lógico proponer pasar un día en la playa, o en un parque, o hacer una torrá…entonces siempre sueles recurrir al socorrido «pues cena y fiesta». Y eso, con los tiempos que corren, al final de la noche, cuando vuelves a casa y ves que te han sobrado 25 céntimos en el monedero de todo lo que habías cogido, te hace sentirte culpable. Y no sólo al cumpleañero o cumpleañera, sino al resto de «invitados» que casi que se gastan lo mismo que tú.
El M111 parece que haya pensado en estas cosas. Es de los mismos dueños que el Murray (discoteca justo justo al lado), el Deejing y el Murrayfield. Y como saben que la gente si se gasta pasta cenando luego es más reacia a dejarse otros 15 euros en la entrada de la discoteca, tienen un menú especial para grupos de a partir de 4 personas. Por 15 euros tienes la cena, y la entrada a la discoteca. Y si es jueves, por 12 euros tienes la cena y entrada al Murray, Studio y Rumbo 144. Yo creo que está bastante bien.
Mi último cumpleaños lo celebré allí, y el menú además está bastante bien: barra libre de sangría y cerveza, ensalada de pollo, champiñones y queso brie, tabla de embutidos ibericos y patés y tabla de quesos, cazuelas de tomate frito, longaniza y huevo frito y de patatas, bacon y queso, un montadito para cada uno de hamburguesa o atún y de postre brownie. Acabas bastante lleno y de calidad está bastante bien. La pega que le pongo es que si es una cena de grupo, y aún no ha llegado todo el mundo y te quieres tomar unas cervezas mientras llegan, se pagan aparte. La barra libre es sólo desde el primer plato hasta que se saca el último, así que sed previsores o para el último bocado del montadito no os quedará bebida…