Los Faroles

Bueno, de cañas por el cabañal, es un lugar tradicional y está en la parte de la segunda línea de playa … es un lugar sencillo, pero que hacen raciones grandes, grandes grandes… como la ola o la pascuala.
El formato es el mismo, así que siempre tienes una alternativa.
Son bares sencillos, el público es local, no es muy turístico, ese es su encanto.
La única pega es la cuenta, te la cantan, así que mejor mira los precios. 8 euros este bocadillo de barra de cuarto… lo partes en dos y con un par de quintos, comes como un rey …

Yo fui un sábado a este bar y era la primera vez que iba y no me sentí para nada bien atendida ni bien tratada no se si fue por el caos que llevaban pero yo creeo que los nuevos clientes hay que saber tratarlos bien y muy caro por dos tapas y un bocadillo a compartir y una sangría 42 € y la sangría era un timo yo no recomiendo este sitio y la comida tampoco es gran cosa tenía que averme ido al paseo de la malvarrosa que esta al lado y por el mismo precio ceno mucho mejor y con buen trato

Domingo por la mañana de agosto, íbamos a la Pascuala y estaba cerrado, así que almorzamos aquí (me parece que todo el mundo hace igual).
En la Avda. Eugenia Viñes al lado de la playa de la malvarrosa. Puedes acceder en tranvía, en coche y en bus. Y Lugo te pegad un bañito en la playa si hace buen tiempo.
Hemos pedido el almuerzo de la casa: bocata de casi barra de cuarto, bebida, café, cacaos y olivas.
Tres bocatas: tortilla francesa con longaniza, tortilla de ajetes y carne de caballo con ajetes.
La tortilla estaba buena, la carne de caballo tenía bastante nervio, pero estaba buena también.
El camarero bastante majete y nos ha atendido bien. Nos comentó que era mejor pedir uno grande que dos bocadillos medios.

Es triste cuando nadie te conoce por tu talento, sino simplemente por haberte criado al lado de. Si no que se lo pregunten a la hermana de Penélope Cruz.
Como –intuyo– el 90% de su afluencia dominguera, vine a almorzar a Los Faroles por mero rebote, con la diferencia de que yo ya sabía del horario huidizo de la bodega de al lado y la señorita Laura V me dio el soplo de que en ésta sí encontraríà la cocina y la puerta abiertas aun en el Día del Señor.
Llegamos un grupo de seis personas a las 11 y con ganas de pan. La carta ofrecía varias opciones que prometían buen relleno, aunque la dueña nos avisó de que se le había terminado la carne de caballo. Pronto, nos pareció, pero bueno, del aparcamiento a la terraza habíamos visto a varias personas de las que madrugan al revés, así que quisimos pensar que entre parroquianos y zombis procedentes de las discotecas aledañas habían devorado todo el equino manjar.
Pedimos tres Doloretes (lomo, bacon, cebolla y huevo) grandes, uno pequeño (media barra), uno freestyle y un Súper Chivito, cuyo superpoder es costar 50 céntimos más que el Chivito mortal e incluir dos huevos fritos.
Es necesario aclarar que sí, los bocadillos son de barra entera, pero no es una barra de cuarto (nota para forasteros: una barra de pan tamaño estándar). Los precios oscilan entre los 5 y los 6 euros, si no recuerdo mal 4 para los que son media barra. Por ser festivo, nos salió por cabeza a 6 € el menú que incluyó: el bocata, una bebida (refrescos de lata, nos gusta), un café y el clásico combo cacaus + olivas para el centro, aunque es cierto que tuvimos que pedir más pues decidieron que un microplatito de cada a repartir entre seis buches como los nuestros era entrante suficiente.
El servicio fue algo olvidadizo y perdió por el camino algunos ingredientes y salsas, añadió otros que especificábamos no querer y se puso algo tardón cuando la terraza se llenó. A pesar de eso, fueron bastante amables y comimos tanto que nos dio como para no volver a alimentarnos hasta la hora de la cena.
En conclusión: la hermana de Penélope Cruz baila muy bien y actúa que medio te la crees. Pero si Pe tiene tres Oscars, será por algo.

Es muy difícil mantener tu negocio «viento en popa a toda vela» cuando tienes un «gigante» como La Pascuala pegado a tí.
Sin embargo, Los Faroles cumple con su cometido; bocadillos de barra de pan completa rellenos de múltiples combinaciones que nada tiene que envidiar a su vecino.
Tal y como menta Laura V. en su comentario «n bar que esté al lado de la Pascuala y tenga la terraza repleta un domingo es señal de que no tiene que estar mal.» Y, verdaderamente no está mal. Quizás entre semana puede que tenga menos clientes, pero el hecho de que abran los domingos es un punto importante en su favor.
El personal es bastante amigable y la calidad/​cantidad de los bocadillos correcta, para ir un domingo a almorzar como un señor.

Un bar que esté al lado de la Pascuala y tenga la terraza repleta un domingo es señal de que no tiene que estar mal (o de que su competidor cierra). El otro día pasaba por aquí y vi un cartel que ponía «superbocadillo + bebida 5 euros» y dije «pues oye ya de estoy aquí aprovecho y por el mismo precio almuerzo y salgo de aquí con el buche lleno». Dicho y hecho, allí que nos pusimos la sister y yo de almuerzaco dominguero al solete. Tengo que decir que me pareció un almuerzo riquísimo. Yo me pedí un bocadillo mega inm, enso digno de asustarse (haber pedido muerte) de panceta con cebolla y queso. Estaba muy rico y para ser un pan enorme no le faltaba ni un ápice de mezcla. Mi hermana pidió un bocadillo de tortilla de patata que no se pudo terminar de lo grande que era tanto el pan como las porciones de tortilla. Y todo esto aderezado con un refresquito sale al precio de 5 euros por cabeza. Además, los domingos no hay problema para aparcar por la zona, aunque también puedes llegar a este sitio con el tranvia porque te deja casi en la puerta.

We are 2 low cost tourists, so we decided to come here and have the daily menu, which was supposed to be paella and a second dish; unlucky paella wasn’t available, so we decided to take another dish, which was composed just by 2 tomatoes slices with cheese on top… Nothing to be compared with a paella, so at the end we were still very hungry.
The second dish was «emperador a la plancha» which was good.
Also the dessert not bad, but nothing special.
It was ok for the price (8 € with drink and dessert included).
Mabye with the paella instead of the tomatoes this place would have been described with another more positive opinion.