Las Palmeras

Estuvimos cenando unas ensaladas. croquetas caseras. unas anchoas y un bocata clasico: juan brevas. espectacular la comida y el trato del personal. volveremos

Seating area inside is cramped, but the food is enormous. Went here on a quick walking trip running errands, and really needed a bite to eat. What arrived at the table was delicious, and I recommend checking it out. Convenient location, reasonable price for a bocadillo the size of my liver, and excellent coffee. What could be better?

Ha mejorado con el cambio de dueños de hace un par de años.
Croquetas de jamón y morro muy bueno.
Bravas mejorables.
Buenos bocadillos.
Cocacolas de lata y de 350, q se agradece mucho

Tengo un amigo que tiene obsesión por esta cafetería, la terraza es una pasada, situada en un espacio amplio al final de la calle Albacete y con unas vistas excelentes de toda la Plaza de España.
Es un sitio tranquilo, excelente para juntarse con unos cuantos amigos… Pero no por ello se convierte en una de mis cafeterías preferidas. el sitio es bueno, como he dicho, pero el servicio no tanto, los camareros son algo rudos y parece que te inciten a consumir si no eres como un estorbo e su terraza… Esa es mi sensación, además los precios son algo mas altos de lo normal, si lo comparamos con otras cafeterías de la zona.
El interior es acogedor, con una decoración un poco ochentera, intentando emular los colores verdes y ocres del nombre del local…
Los días de lluvia y frío también te puedes pasar por ahí sin problema, pues parte de la terraza es cubierta y suele cerrarse en invierno poniendo unos calefactores muy eficaces .
Las tapas son buenas pero sin pasarse, sobre todo por el precio…

Como dice el comentario anterior, uno de esos lugares de toda la vida del barrio.
Iba al colegio que hay justo al lado por lo que para mí es parte de mi vida ya que pasaba por allí todos los días.
A veces venía mi abuela a por mí y nos acercábamos a su terraza para tomar alguna tapa o para comer uno de sus bocatas. Y qué tapas y qué bocatas señor. De esos que ya no olvidas.
La verdad es que lo han montado bastante bien los dueños, una zona bastante céntrica, con una zona bastante amplia para poner una terraza y con un colegio al lado (clientela asegurada a la hora del almuerzo).
Además los camareros te harán sentir como en casa entablando una conversación amena y entretenida, eso asegurado.
Y todo esto por unos precios adecuados, ni muy altos ni muy bajos para la zona en la que está.

Es uno de esos sitios «de toda la vida», donde parece que el tiempo se haya detenido y que vuelves a casa cada vez que entras. Es un sitio confortable, no muy grande ni muy pequeño, con su terracita para días soleados y el inconfundible olor a tapas y pan caliente en cuanto atraviesas la puerta. Lo gestionan tres hermanos, muy bien compenetrados, que te cuentan cosas sobre su familia y te preguntan cómo te va si te han visto por allí más de cuatro veces. El café es de muy buena calidad, pero el fuerte de este establecimiento sin duda son los bocatas. Puedes tomarlos para almorzar e incluso para comer (por lo enérgicos y poderosos), tienen 2 ó 3 especialidades de la casa a base de patatas a lo pobre con jamón a la plancha, pimientos verdes y huevo… en fin, lo típico de un buen bocata para reponer energía tras un día de compras o una dura jornada de trabajo. Gran variedad de tapas caseras. Muy recomendable por la calidad y sencillez de la cocina y el personal, poco sofisticado pero jugoso. De precio medio, lo normal para el centro de Valencia.