Eine andalusische Bar in Valencia, die — je nach Gemütsverfassung des jeweiligen Gastes — durch ihre alle Klischees bedienende Einrichtung(Stierkampf-Deko, Flamenco-Tänzerinnen…) entweder begeistert oder abschreckt. Allerdings sollten auch Stierkampfgegner und Flamenco-Hasser dieses Lokale durchaus testen, denn die Tapas sind allesamt sehr lecker und die Besitzer aus Córdoba unglaublich nett und sympathisch. Besonders hervorzuheben sind die klassischen Schinkenkroketten, die hier nicht nur angeblich hausgemacht sind wie in vielen anderen Lokalen der Stadt. Zu empfehlen sind auch die Auberginen mit Honig(berenjenas a la miel) oder zum Beispiel die Platten mit gemischtem frittiertem Fisch. Vor dem Lokal kann man an ein paar Holzfässern im Stehen einen Apéritif nehmen oder drinnen im großen Speisesaal essen, in dem auch Gruppen gut Platz finden.
María P.
Classificação do local: 3 Valencia
La primera vez que crucé el umbral de este local, en el que probablemente jamás se me habría ocurrido poner un pie si no fuera por el grito de amplitud kilométrica de sus croquetas caseras pidiendo«¡pruébameeee!», me recibió un parroquiano sugiriéndome aportar mi firma para defender nosequé de unas corridas de toros. Mal empezamos. Y es que el punto negativo –que evidentemente, para otra persona, será el positivo– de este sitio es que la tradición más rancia rezuma por cada una de sus paredes: toreros, vírgenes y cantaores son la santísima trinidad en la Andalucía profunda traída hasta L’Eixample. Como dicen que si no puedes enfrentarte a tu enemigo, lo mejor es unirte a él, decidimos cometer la osadía de volver por allí ni más ni menos que el Día de Andalucía –28 de febrero– para hacer un rato el folkie. El resultado fue que nos pusimos hasta arriba de pescaíto frito y –oh, descubrimiento– berenjena a la miel; una pena que no tuvieran rebujito porque, aunque figura en la carta, no preparan hasta que llega el mes de abril. Salvando las horripilancias decorativas clásicas, lo cierto es que el sitio es objetivamente bonito y muy acogedor, con toda esa madera; pero sin duda, lo mejor, lo que hace que el equilibrio sea posible –unido a lo rica que está la comida, claro está– es lo requetemajos que son todos ellos, hablándote y tratándote desde el primer momento como si fueras uno más de esa alegre familia cordobesa –con malagueño saleroso de adopción sirviendo mesas. Para los nostálgicos emigrados, para curiosos, y por supuestisisisisimo para llevar a un guiri a flipar, sin trampa ni cartón, el modo Españoleitor Maximum, un lugar fetén.
Manolo L.
Classificação do local: 4 Valencia
Esta bodega sorprende por su amplitud y decoración cordobesa. Banderillas, toneles, cuadros de toreros y sevillanas por doquier. No puedo hablar mucho más allá del buen trato que recibimos durante la croquetorruta. Dije que las croquetas que más me gustaron fueron las de Boletus del restaurante«De Calle», muy cerca de éste, pero las de la Bodega Goyesca eran las croquetas por antonomasia. De jamón del bueno. No nos sorprendieron, puesto que todos conocíamos ese sabor, de nuestras madres y abuelas. Efectivamente, sabor de abuela. Me gustaron mucho. Si alguien que no ha probado nunca las croquetas, quisiera saber qué son, los llevaría a este bar a que lo descubrieran. Abren a partir de las 20:00, por lo que si quieres echarte unas tapas por la tarde, tienes que esperar a esa hora.
María Q.
Classificação do local: 4 Valencia
Bar de barrio de dueños cordoboses y con un sabor a España y a toro que impresiona al entrar por su puerta. Se observan banderillas, cuadros de toreros y otros iconos tradicionales del mundo taurino que te dan una idea de lo que vas a encontrar en sus platos. Comida española cocinada con cariño y de toda la vida. Tienen unos toneles en la zona de terraza para que disfrutes de una caña, tapa o aperitivo al sol de media mañana, que da con frecuencia en esta esquina. En su interior hay una barra para picoteos rápidos y una señora sala de grandes dimensiones para dar cabida a muchos comensales, ya sean de cenas de grupo, comidas de trabajo o familias numerosas. El ambiente es tranquilo y los dueños muy amables. Fui en una ocasión a probar sus croquetas de jamón y nos sacaron la bandeja con la masa recién hecha para que viéramos que eran caseras y nada de bolsa congelada o recalentadas, eso era una madre masa, desde luego. El resultado no puedo ser mejor, unas croquetitas muy«coquetas» por su tamaño más bien pequeño pero que sabían a jamón, jamón, como tiene que ser. Su textura era deliciosa y la masa en su punto, ni demasiada bechamel ni poco jamón, geniales. Además, nos comentaron que hacen cenas de grupo con precios cerrados y barra libre de bebida, por si a alguien le interesa para cenas de amigos o cumpleaños. Creo que es un buen sitio de comida tradicional española que puede sorprender en más de una tapa… Yo vuelvo a probar más tapas, seguro.
Gonzalo M.
Classificação do local: 4 Valencia
Si tuviera que resumir este sitio con una frase, creo que me quedaría con: ‘Un trocito de Andalucía en Valencia’. Y es que ‘Bodega La Goyesca’ es, en esencia, Andalucía. Regentado por una familia de allí, con Mari Luz al mando de los fogones, ofrece gastronomía del sur en un ambiente típico de bodega andaluza. Sentimiento, alimento y entorno. Otra vez esa trilogía que tanto me atrae. Como cuarta y última parada de la ‘Croquetoruta_VLC-v1.0′, aquí sólo degustamos croquetas. Mejor dicho, ‘Croquetas’, con mayúscula, porque a mi juicio tienen nombre propio. De ellas vimos hasta la pasta, todavía tibia, acabada de hacer, donde los tropezones de jamón ibérico saludaban contentos porque sabían que nos iban a ofrecer un producto excelente y digno de finalizar el evento. Mari Luz, muy amable desde el mismo momento en que cruzamos el umbral, nos contó que limpia el hueso de los jamones para hacer sus croquetas. Así lo hacía también mi abuela. ¡Así no se puede fallar! Los demás miembros de la familia también se implicaron con la celebración del momento, y no dudaron en hacernos las fotografías de rigor. Nos informaron sobre los distintos menús, a precios realmente asequibles y formados por platos típicos de Andalucía. Anoté el rabo de toro y los flamenquines para la próxima visita. Estos últimos también los pude ver en directo, hechos según la receta familiar de Bujalance, frescos como una rosa, listos para empanar y freír. En ‘Bodega La Goyesca’ encontré buen producto, un lugar limpio que se identifica claramente con lo que ofrece y lo que quiere ofrecer, trato familiar y mucho, mucho cariño, así que tengo ganas de volver para afianzar mi percepción y probar la mayor parte de ese trocito de Andalucía. Si te adelantas, ya sabes… ¡Cuéntanoslo! ;)
Samuel M.
Classificação do local: 4 Valencia
Estuvimos aquí en la ruta de croquetas de Unilocal.La cocinera nos estaba esperando como agua de mayo dispuesta a enseñarnos la cantidad de masa que tenía preparada. La verdad es que las croquetas de jamón estaban buenísimas y la atención fue fenomenal. Lo malo es que la cerveza que tienen es Cruzcampo, que para mi gusto está malísima, pero bueno… Tengo que volver a probar más cosas, sin duda.
Rodrigo M.
Classificação do local: 3 Valencia
Merece que se haga uso de ella para un buen aperitivo con denominación de origen ibérica: tapas y vino o cerveza. Ni siquiera he probado en realidad a sentarme a cenar o comer propiamente. Porque su propuesta andaluza invita en realidad a no hacerlo. Es uno de esos locales de hostelería con un ambiente muy bien elaborado, perfectamente ajustado a lo que ofrece su carta. Toneles y taburetes para darle al picoteo la informalidad que tanta magia confiere al sur de España y sus gentes. En verano, las mesas en la calle son la alternativa ideal para aprovechar el encanto de una zona de Valencia con la solera de Antiguo Reino y sus alrededores. Sin duda, el punto fuerte de La Goyesca son sus carnes. Puedo corroborarlo en el caso de los ibéricos. En el local nos han destacado asimismo el rabo de toro. Por otro lado, los pescaditos fritos son recomendables. He de decir que el precio por persona por un menú de bebida y entrantes como el que he mencionado alcanza fácilmente los 12 ó 15 euros. No es ciertamente barato.