Kaña Makan

Sin duda alguna vale la pena venir a probarlo!
De precio genial, el trato normal, el mobiliario sí que es verdad que resulta un pelín incómodo cuando llevas un buen rato sentado, pero si es para picotear algo rapidito, no hace falta más.
En cuanto a sus platos, están muy buenos.
Todo lo que probamos me gustó mucho: el hummus, el falafel, la tosta de foie, y sus bocatas hechos en pan de ese que enrollan también todos genial. Probamos unos cuantos y al final no me quedé con los nombres pero cada uno tenía su punto.
El tema es que haces la comanda apuntando en un papel cuántas raciones quieres de cada cosa (al estilo 100 montaditos), si luego quieres pedir más cosas, pues haces otro pedido. Esto es poco lógico ecológicamente hablando, pero bueno, tiene su parte divertida.
Los postres los probamos todos, y estaban muy buenos: las raciones son muy pequeñas pero valen a 1 € casi todo y como era sólo para probarlo pues fue más que suficiente.
En definitiva, un buen sitio para tomar una cañita y unas tapas diferentes a un precio muy competitivo.

Estuve paseando por ruzafa con mi pareja y se nos hizo la hora de la cena. Uno de ellos ya había estado en este restaurante, por lo que entramos. El sitio bastante acogedor, con una decoración muy peculiar. La comida se basa principalmente en tapas y/​o bocadillos de comida de Oriente Medio. La verdad es que está todo bastante bueno, recomiendo…
Es apto para vegetarianos, pues tienen bastantes opciones en la carta, además es barato y las camareras son amables.
Hemos tenido el problema de conseguir sitio porque el local se llena muy rápido y no se puede reservar mesa, pero una vez consigues sentarte, es la hora de disfrutar. Al final tuvimos suerte ya tenemos sitio.
Los precios son muy buenos y los Montaditos y ensaladas originales y muy ricos. Por 9 € por persona puedes cenar perfectamente…

Resumen Express:
–Comida bien
–Servicio bien
–Precio bien (10 €/​persona)
Noches estilo árabe, con bastante variedad y a precio formidable. Debes tacharlo de la lista.
Experiencia completa:
(cena en pareja)
La comida está buena, toda estilo árabe. La carta está muy compensada teniendo bastantes entrantes, otros tantos kebabs y unos pocos postres. Bastante variado y bien racionada. Sí sirven alcohol.
La cocina es una plancha, pero salen platos muy resultones. Y los postres van en monodosis y están fetén.
Hay unos papeles en las mesas que debes rellenar y entregar en barra con los pedidos. Quitando eso hay una camarera que no para de rotar por las mesas y siempre estás atendido.
El precio esta muy bien. Normalmente 4 entrantes, kebab, bebidas y postre, rondan los 20 €.

Restaurante libanés (creo) de ruzafa. Cocina sencilla pero con buen sabor que te transporta a esas tierras.
Puedes tomar tapas, ensaladas o bocadillos.
Yo me decante por tomar un variado de tapas (1 € cada una). El precio muy bueno y la comida rica. A mi se me hicieron escasas las tapas, pero por 1 € no puedo pedir más. Al final me tome 6 + la bebida (un par de cañas). Total 10 €
En cuanto al local, tiene un toque árabe x las alfombras y demás, pero nada espectacular. Los asientos son más bien incómodos (taburetes bajitos) y eche de menos el aire acondicionado. Sólo había un par de ventiladores.
Le pongo un 4 por tema calidad precio aunque lo suyo sería 3’5

Great value, tasty food. Most dishes € 1 each. Good music too! You order by writing your number of dishes on a order form. 1 dish is only enough for one person.

Fuimos a cenar un grupo de cinxo personas y cada uno pedimos algunos entrantws y después sus bocadillos. Los entrantes estaban bien aunqe con muchisimas especias, para mi gusto le quitaban el sabor a todo el resto. El bocadillo no era bocadillo sino un enrollado con pan durum (como el del kebap) y todo era queso…
De postre me pedi un té de gengibre y la verdad buenísimo! Aunque me lo sirvieron ardiendo!
Una experiencia que dudo vuelva a repetir…

Con una carta sencilla y un ambiente acogedor, este lugar logró cautivarme, la atencion fue estupenda y me senti muy cómodo en todo momento, todo esto unido a la conbinacion de sabores exóticos del mediterráneo, lo recomiendo como una excelente opción para pasar una noche diferente.

Este sitio simplemente ME ENCANTÓ… la comida, los dulcitos, la atención, el poder ver como preparan los pinchos, los bocatas son estupendos, todo esto con un ambiente muy exótico, te hace sentirte muy bien sobretodo con una atención que siempre deja un buen sabor de boca ya que siempre hay esas sonrisas que te hacen volver. Excelente sitio, recomendado totalmente…

Quizás esta no sea una reseña del todo objetiva con el local ya que fuimos en Fallas y ya sabéis lo que pasa con todos los locales durante las fiestas. Cambios de carta, carencias, platos de plástico en vez de vajilla… por lo que seré concisa y esperando darle una segunda visita a Kaña Makan para valorarlo tal y como se merece.
Lo más reseñable es ungran sutido de tapas a un euro. Montaditos originales, diferentes a lo que estamos acostumbrados: Hummus, verduras, crema de berenjena… y un sinfín de posibilidades que vale la pena probar.
En cuanto a las ensaladas voy a destacar una de mis favoritas, la de sémola de trigo integral. Es tipo tabuleh pero sustituyendo el cous-​cous por esta sémola de trigo que ya tuve la ocasión de probar en su día en Italia.
Comida rápida pero bien trabajada. La carta y comanda es todo en uno, un papel a lo «100 montaditos» donde eliges lo que quieres tomar y se lo entregas al camarero. Muy barato y buenísima relación calidad/​precio.
La decoración del local es simple, quizás las mesas bajas pueden resultar bastante incómodas cuando el local está lleno y sois muchos.
Repetiré para hacer una reseña como «Dios manda» :-)

He cenado aquí en dos ocasiones y desde mi punto de vista, este sitio tiene cosas buenas y cosas mejorables.
Las buenas:
— La comida, es muy sabrosa, es original, difiere de la que ofrecen en locales el mismo estilo y no es especialmente cara.
— El ambiente es animado y la decoración agradable. Suele estar algo abarrotado, pero bien.
Las mejorables:
— El servicio. Les falta organización, las dos ocasiones que he ido han confundido los pedidos (mismo aspecto, distinto contenido. En otros sitios similares no ocurre). No me parece bien tener que destripar el pedido para ver de quien es, o peor, que la chica lo destripe con las manos y me diga «me acabo de lavar las manos, eh?». El primer día, a una de las personas del grupo no le trajeron el pedido después de pedirlo varias veces y de hecho se fue sin cenar. La persona que nos atendió ese día nos pareció un poco borde y con una actitud poco correcta.
— Unos asientos más cómodos no estarían mal.
— El pan rústico se acaba rápidamente.
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Pese a que la primera experiencia fue bastante mejorable, por el servicio, decidí repetir una segunda vez, por la comida. El servicio fue algo mejor, pero me reafirmo en lo dicho: en que la organización es mejorable, por que incluso con dos pedidos se confunden, y en que la comida esta muy buena.

No suelo fijarme demasiado en este tipo de locales porque su uso a veces excesivo de las especias me causa malestar digestivo. Pero he de romper una lanza en favor de este local y decir que la comida está realmente deliciosa. La variedad de montaditos exóticos por 1 euros y los bocadillos por 4, nos dejó más que satisfechos.
Por ser tantos y hacer tanto calor dentro, tuvimos que improvisar un espacio en la barra que tienen fuera con multitud de banquetas, y aunque en un principio parecíamos menos bienvenidos de lo que creíamos, poco a poco el ambiente se fue relajando y la atención fue más agradable y todos nos encontramos a gusto.
Personalmente cené de categoria, y eso que a priori era la más reacia. Ahora estoy deseando repetir.
PD. Doy fe de que las bolitas de queso están de muerte.

Estoy un poco decepcionado con este sitio no cumple las expectativas los montaditos de un euro son un clon incapaces de distinguirse uno de otro hay sitio muchos mejores estés parecerse montaditos además el aire acondicionado estaba averiado ir a una sensación de agobio muy grande dentro del bar tuvimos que salir fuera a la gana

«Si te gustan las comidas, tapas, de nombres raros y las especias ni lo dudéis venid.»
Ya he ido un par de veces y sé que serán muchas más.
Tapas y montaditos, por suerte, ya hay por doquier en Valencia pero encontrar donde te sorprendan ya es más raro. Cada tapa tiene un nombre raruno pero que suena a oriental y en las breves descripciones lees que llevan ingredientes y especias de origen allende el Bosforo.
A destacar muy mucho sus postres que son pequeños, como bombones o bocados, pero deliciosos. La tarta de queso y la tartaleta de baklava de nota, el resto ya las iré degustando.
El local es muy colorido y con toques orientales, como no, tiene mesas bajas y taburetes, una barras en las paredes y terraza, parece grande pero se peta, así que aconsejo no ser tan «typical spanish» y acudir no muy tarde.
El servicio me parece muy grato, cercano y atento, no te cortes en pedirles consejo si no te aclaras o si no sabes que elegir entre tantas cosas con buena pinta. Y la espera tras la comanda es bastante breve, mientras te preparan tus tapas te sirven junto con tu bebida algo para abrir el apetito, olivas por ejemplo.
Y de precio, pues más menos como Lizarran pero mucho menos convencional y más rico, o sea que mejor.
Ups, se me olvidaba, también bastantes de las tapas en versión bocata. Los cuales también tienen pinta de tremendos. Y a muy bien precio.

T R E M E N D I S I M O !!! Y barato. Y acogedor… Si, si que es posible!!! O por lo menos aqui en la calle Sueca lo han conseguido. Enhorabuena.
Buscando algo diferente, me encontré con este pequeño local que huele que alimenta… Ambientado con telas y mesitas bajas logran un efecto acogedor que invita a entrar y ponerse cómodo. Su menú consta de montaditos y bocatas (1 € o 4 € respectivamente) y si su objetivo es dejarnos sin palabra en cada bocado conmigo lo consiguieron… Repito: tremendos. :)
Lo recomiendo totalmente para ir con los amigos, sentarse alrededor de una de sus mesitas, deleitarse con sus montaditos o aquel que tenga más ‘gana’ con un bocata y terminar con un té o uno de sus mini-​postres.
Respecto a la bebida: 1.5 € las cañas y 3 euros el tercio de Paulaner.
Y lo mejor para el final: nunca me he gastado mas de 10 €… :) :) perfecto para la economia de los estudiantes.
Conclusión: allí nos vemos :) :)

Me encanta este sitio! Llevo mucho tiempo yendo al que hay en el Cedro y me gusta ver como han sabido aprovechar la oportunidad y amplir el negocio.
La carta es muy sencilla, cerveza y tapitas a euro, ensaladas a dos y creo que hay bocadillos por un poco más. Los precios son más que aceptables! El hummus está buenísimo, recomendado!
Si estas en la zona y quieres tomar algo, este es el sitio perfecto!

¡Aquí de que repito repito!
Este lugar me lo presento Sabine y Laura, después de una noche de concierto navideño, un local pequeño pero acogedor con una decoración bastante particular, sino preguntenselo a josep manel. Con un pequeño mostrador ubicado en toda la entrada a mano derecha, unas pocas mesitas al fondo y una barra que se extiende por todo el local también a la derecha una vez finaliza el mostrador.
Haber el sistema de pedido es muy parecido al de 100 montaditos, un papel donde describe todo lo que disponen con un pequeño recuadro para apuntar la cantidad que deseas.
Debo adelantar que la variedad de montaditos no os la podéis ni imaginar, nada que ver con los tradicionales, para todos los gustos árabes, picantes, griegos; todos te van a dar la sensación de querer volver a por mas. Pero la variedad no solo es en los sabores sino en los precios montaditos por 1 € y ensaladas por 3,50.
Nosotros esa vez pedimos un poco de todo, algo variado, como 2 montaditos por persona, algunos unos pocos mas, mas una ronda de cañas y con nombres tan complicados dudo recordar, pero la verdad es que pidan lo que pidan les aseguro que les encantara.

La carta sencilla, pero incompleta… salsas que no vienen reflejadas y te miran con mala cara al decirlo, no solo eso! Además intentan cobrarte el montadito!

Pero ¡¿cómo pueda estar buena una carta entera?! Aún estoy alucinada de lo riquísimo que sabe todo aquí. No es que consigan demasiado con esa pizarra de «montaditos exóticos 1 €», porque de hecho suena hasta sospechoso, pero la curiosidad y el poco presupuesto tuvieron el buen gusto de empujarnos hasta sus taburetes blanditos. Cuando empiezas a notar cómo huele en la cocina improvisada que tienen tras la barra y la pintaza que tiene todo lo que la gente de tu alrededor está tomando, la espera de tu pedido se hace interminable.
El sistema de carta es de éstos de escribir en una fotocopia cuántas unidades de cada montadito quieres, pero nada absolutamente que ver con ningún otro sitio de este tipo de comida. En primer lugar, el pan puede ser de varios tipos: o bien rústico crujiente, o en torta de maíz, o en un tercero que es una especie de hojaldre como el de empanada, o sea, va ceñido al contenido y recubierto de especias. Cada montadito tiene el suyo, pero hay casos (igual que en los bocadillos grandes) en los que puedes elegir entre rústico o tortita.
Pero, sin duda, la estrella aquí es la mezcla de ingredientes, de salsas y de especias. Hay de todo: platos árabes, salsas picantes armenias, clásicos griegos, hierbas varias ¡y queso manchego! Sientes necesidad de probarlo absolutamente todo, porque además es muy barato. Además de montaditos a 1 € y bocatas a 4, hay ensaladas por 3,50… ¡y postres caseros a 1 € también!
Recomiendo el baba ganug, que es algo que me encanta, una pasta de berenjena con sésamo que se toma untada, muy similar al humus pero –para mí– más sabrosa. Los montaditos que más me gustaron fueron el Kufta y el Sujuk, porque el sabor de esa ternera con hierbas que lleva como ingrediente principal es algo espectacular.
Éramos dos y tomamos en total: ocho montaditos, dos bebidas, dos infusiones (el té negro muy bueno) y una tartita de queso y salimos a ¡7 € por persona! Además, tanto la chica que nos atendió, como el chico que preparaba las cosas tras la barra (al que fuimos después a preguntar, como chafarderas, esto y aquello), fueron majísimos. Un local de lo más agradable y tranquilo, con atención estupenda, y comida riquisísisisima prácticamente todo a 1 €. ¡Cómo no ponerle 5 estrellacas!

A primera vista el este local se podría definir como uno más de los nuevos negocios que bajo el título de «montaditos y cerveza por 2 euros» tanto han proliferado últimamente en la ciudad, pero no no no, bueno sí, pero en parte.
Maticemos: es verdad que en la carta de montaditos, compuesta por dieciseis elecciones diferentes, podemos comer por tan solo un euro la unidad, pero éstos se salen de la norma ¿la razón? tener cosas en la carta con nombres tan exóticos y apetecibles a partes iguales como Baba Ganug, Kufta, Sfiha o Sujuk.
Mi recomendación ineludible que todo el mundo debe probar es la Kufta: una especie de hamburguesa moruna aderezada a base de bien con especias ricas, acompañada de queso manchego, tomate, cebolla, menta y todo ello envuelto en una torta de trigo.
Mi segunda recomendación ineludible es la bolita de queso que tienen de postre ¡OH DIOS MIO!¡ES LA MEJOR TARTA DE QUESO QUE HE PROBADO EN MI VIDA! todavía recuerdo cada cucharada en mi boca y me entran ganas de ducharme, secarme el pelo, vestirme, andar hasta la estación de mi pueblo, coger el tren…[trayecto de 20 minutos]…llegar a Valencia, caminar 15 minutos hasta el Kaña Makan y pedirme una bolita de queso ¡ESA TARTA DE QUESO VALE ESO Y MUCHO MÁS!, y por lo que me estuvo contando el camarero la hacen ellos mezclando mermeladas y frutos rojos con galletas y queso.
El local es pequeñito y acogedor con bancos y taburetes altos y bajos que te permiten cenar o bien sobre la barra o en una mesita. Además tiene una pequeña zona de fumadores improvisada en la entrada muy coqueta.
También sirven unos bocadillos que aunque no los probamos si que vimos, y la verdad es que por el precio que tienen y los ingredientes, que en parte pudimos probar con los montaditos, a la próxima no descarto que caigan
Ah! también tienen una pequeña carta de tés e infusiones que no está mal, perfecta para asentar lo comido
Sin duda alguna volveré, por sus montaditos, su atención más que correcta y porqué no puedo olvidarme, ni quiero, de esa tarta de queso.