Lo siento por no daros una puntuación más alta, pero tenéis que mejorar mucho la atención al cliente. De no llegar a ser por la calidad de vuestros productos, os habría dado 1 única estrella. Soy el chico de los susús, para que a la próxima vez que vaya me trateis mejor y con una sonrisa en la boca(Aunque sea forzada). Os he recomendado infinidad de veces y no me merezco este trato, pero ni yo, ni el que vaya por primera vez. Lo dicho, tenéis suerte de tener un producto de calidad y ser de las mejores pastelerías de Valencia.
Sari L.
Classificação do local: 5 Xirivella, Valencia
Esta pasteleria es la tentacion del barrio.
Jose Maria S.
Classificação do local: 5 Vilamarxant, Valencia
¡¡ Me he coronado !! Llamarme galán, gentleman, ruiseñor del encanto y del quedar bien, pero sobre todo, llamarme cliente del Garvi. Estaba haciendo la típica ruta por el barrio de Tres Forques cuando me he topado con esta estupenda pastelería. ¡¡ Qué pasteles !! Desde el escaparate he visto todo el mostrador lleno de pasteles, bollería y dulces varios, pero lo que más me ha llamado la atención han sido unos cubos de 10 cm³ que eran la bomba. Había cuatro y estaban hechos de bizcocho y recubiertos por diferentes sabores: chocolate, turrón, vainilla y glasé. En ese momento, ya que estoy de okupa en casa de mi suegra, se me ha ocurrido comprar uno de esos bloques y tener un detalle con ella. Me han atendido super bien y me lo han envuelto a la perfección para que no se me cayese. Además de eso, mientras estaba comprando han venido unos gitanos a pedirles cartón a las dependienta y ellas se lo han dado sin problemas, es más, les habían guardado más cartón en la trastienda, un claro signo de generosidad y buen hacer. Es una de las mejores pastelerías que he probado, además de atenderte bien saben hacer pasteles y están buenísimos, sino que se le pregunten a mi suegra.
Rosana H.
Classificação do local: 4 Paiporta, Valencia
Despertarte el domingo por la mañana con ganas de cosas buenas y que, pendiente de tus deseos, al asomarte a la ventana el sol haga que el día se vea de color azul, azul del bonito. Te duchas tranquilamente, te pones el chándal o cualquier otro trapo de esos cómodos que normalmente no te pondrías ni para sacar la basura, y bajas a comprar el periódico y el pan. Del periódico a lo mejor acabas pasando, habíamos decidido que hoy iba a ser un buen día, pero lo del pan encaja perfectamente con ese deseo. En la pastelería Garvi además del pan, también tendrán recién hecho todo el dulce que veas. Llegas a la panadería y agradeces que haya dos o tres personas en cola para darte tiempo de resolver ese gran dilema: «¿Qué me compro?» Miras todo el dulce y piensas. «Este con un café. Esa con un café con leche…» y crees que ya lo tienes, pero entonces te fijas en lo salado. Justo al lado, y te dices a ti mismo: «Después seguro que me apetecerá». Ante la imposibilidad de elegir cuando de toca, sintiendo esa presión en la nuca de los que van detrás de ti pero sí que han decidido ya, incapaz de renunciar a algo te llevas las dos cosas a casa y te dices ingenuamente«si no me lo como ahora, para merendar» Y es la mejor manera de empezar un domingo sin planes: despacito y mimando el cuerpo.