Este bar se encuentra un poco perdido por mi barrio, pero una vez has pasado por allí, estas seguro que antes o después tienes que volver… Siendo, a priori, un bar de barrio típico, dando esa sensación, no deja de tener un punto especial, pues tiene un servicio mucho mas amable que lo que sueles encontrar… pues muchos dueños de este tipo de locales parece que solo quieran especialmente a sus«parroquianos habituales»… aquí no, reciben a todo el mundo con los brazos abiertos… y en cuanto a lo que se puede comer, pues esta muy, pero que muy bien, por un precio bajísimo, podrás disfrutar de un montón de tapas e incluso un bocadillo(si te quedas con hambre, algo que dudo), todo a rebosar y realmente sabroso… el local no esta del todo mal, quizá cojea un poco en cuanto a iluminación… y la decoración también es algo sosa, pero no importa nada si vas con un buen grupo de amigos a disfrutar de una abundante comida, y encima te tratan tan bien…