El Café de Camilo

Camilo sabe lo que se hace cuando sirve su café. Me encanta ese detalle de ponerte la galletita junto a tu bombón o infusión, aparte del sobre de azúcar que tu prefieras (blanco o moreno). Me encanta también la rapidez del servicio y lo atentos que se muestran siempre contigo.
Uno siempre se preguntará lo que le costará la merienda cuando observa que está en un sitio en donde cuidan todos los aspectos hacia el cliente. Y es increíble comprobar como aquí, sale especialmente barato para tener la calidad que tiene…
¿He comentado ya que además tienen una selección increíble en cafés e infusiones de todo tipo? Pues sí, así es. Y además, si decides tomarte lo que consumas dentro, te vendrá un olorcito tostado a la nariz que sin duda disfrutarás… Un placer para los sentidos.

Se me da la ocasión en que me levanto y no tengo leche para desayunar y no me apetece tomarme un té con agua. Cuando esto me ha ocurrido he salido de casa sin desayunar, pero se me ocurrió una vez entrar al café de Camilo después de que, el local que hay en Ruzafa, lo reformaran.
Resulta que pedí un café con leche y sólo me costó 1 euro. Pensé que sería promoción pero las veces en que fui después, y hasta hace bien poco, seguía al mismo precio. Además, te dan galletita de la buena para que la tomes con el café, un detalle nimio pero que te deja buen sabor de boca.
Alguna vez he hecho como que no tenía leche en casa para bajarme a desayunar allí; esas veces ya con la tostada de tomate y todo. Es un sitio normalito, con helados, cafés, chocolates, tes y lo típico de una cafetería. Pero es barato, es agradable, no es grande y se pasa bien el rato que te ocupe llevar a cabo tu tarea.
Para mi es una cafetería que no descarto; además está casi siempre abierta…

Si eres cafetero puedes ir a cualquiera de los 3 «Cafés de camilos» que hay por la ciudad, si eres de los que se detiene frente a una pequeña taza de café, de los que disfruta con su aroma, de los que se pone a pensar y a meditar antes, durante y después del que burbujeante néctar negro tome contacto con tus labios, con tu lengua, con tus dientes, con tu paladar, con tu ser… El Café de Camilo es una buena opción.
Sé que hay varios por la ciudad, pero me detengo en este de la calle Masquefa, porque fue el primero que conocí. Fue una tarde del pasado verano, después de una terrible noche de insomnio. Necesitaba café en vena, café para despertar y para aguantar. Además, tenía un rodaje, como operador de cámara, y cuando a veces la vida me pide que trabaje de operador de cámara, tengo que estar despierto, atento, ágil, rápido.
El rodaje era en un piso de la calle Masquefa y el destino quiso que aparcase mi coche justo en frente del Café de Camilo.
Entré y me pedí un café, solo, largo y potente. Y por primera vez en mi vida me sirvieron lo que pedí, estaba tan bueno, que repetí, era la primera vez en mi vida que me tomaba dos cafés seguidos. La sensación fue la misma, virginal, pura, esotérica, un acto irracional de ser, de contar, de vivir. No sé quien inventó el café, pero desde luego, hizo uno de los mejores inventos de la humanidad.
Además de tomar deliciosos cafés, en El Café de Camilo puedes comprarlos. Algunas marcas con las que trabajan son: Blue Montain, Yauco Selecto, Volcán de Oro, Arábica Linú, Tarrazu…
¿Y el rodaje? bien, muy bien, a mitad de mañana, estábamos todo el equipo de técnicos en el Café de Camilo tomando un delicioso café, les había dado tanto la paliza, que no pudieron reprimirse, y estuvimos media hora saboreando un café y una buena conversación.

Bastante mas grande que el de la calle Enrique Navarro, mas variedad de productos, es bastante fácil encontrar sitio, también tienen café y té de la semana y se puede comprar a granel.