Don Blasco

Es el típico italiano con aire romántico. Las pizzas son muy finas y crujientes, además se nota que están hechas en horno de leña. Las opciones vegetarianas no me terminaban y el camarero muy amable me dejó configurar mi pizza al gusto! Es mi capricho de los jueves por la noche, ya que están a 5 €, vale la pena!

Buen sitio de menu por 10 Euros, sobre todo los jueves q hay Arroz al horno, y normalmente esta lleno, en lo negativo es muy pequeño y algo incomodo, de todas formas uno de los mejores sitios de la zona.

Pizzería, para mi gusto, un poco flojilla. Igual es por el local, igual son por las pizzas, pero encontré mi experiencia en Don Blasco bastante normalita.
El local no tenía mala pinta, diría que incluso resulta acogedor con las lamparas bajitas, las mesas y sillas de madera y el horno de piedra recordándote que estás en una pizzería con solera. El servicio tampoco estuvo mal, los camareros fueron atentos y agradables, sin llegar a resultar pesados lo que es un punto a su favor.
En cuanto a las pizzas, no son las mejores que he probado, pero tampoco las peores. Yo me decanté por una clásica cuatro estaciones que no estaba mal, la masa no era demasiado finita cosa que me suele gustar de las pizzas porque les da consistencia. Para el medio pedimos una ensalada normal, no recuerdo lo que tenía pero la recuerdo bastante básica. De lo que si que guardo un recuerdo más agradable es de una tarta de queso que me pedí de postre. Me encantó.
En cuanto a precios, pues normales del todo. Las pizzas valen sobre 7 u 8 €, y los entrantes también estarán sobre ese precio, que son los que suelen poner en todas las pizzerías normalitas. Como lo es esta.

Descubrimos esta pizzería porque los agregué al Facebook y ponía que si ibas en septiembre, y decías que eras amiga suya en esta red social, te regalaban una botella de Lambrusco. Como somos amigos de las ofertas, allá que fuimos a probar.
Esta zona nos queda muy a desmano y nunca habíamos ido por ahí, así que nos costó un poco encontrarlo, ni Marta (la voz del tomtom) sabía seguro dónde estaba, pero al fin lo vimos. Es un restaurante que parece regentado por gente joven, pero sin embargo el local no irradia juventud sino más bien tradición. Dentro se ve el horno de piedra y eso ya es buena señal de que las pizzas van a estar buenas.
Pedimos de entrarte queso cambembert frito con arándanos, y una pizza hawaiana y otra con berenjena, calabacín, cebolla y le pude añadir bacon para no sentirme tan sana. La verdad es que estaba todo bueno, quizás la masa de la pizza más gordita de lo que estamos acostumbrados, pero es que hemos ido a tantos italianos que ya nos hemos vuelto unos pijorris.
Le comentamos al camarero lo de la botella de Lambrusco y se rio y nos dijo que por supuesto que nos la sacaba gratis, así que pedimos un chupito después, y postre. Total, que cuando llegó la cuenta a mí me pareció carete para no haber cobrado la bebida, pero como la carta no pone los precios, y estábamos solos y los camareros nos miraban, no dijimos nada, pagamos, y nos salimos. Bueno, pues nos llevamos el ticket y ahí estaba «botella de Lambrusco, 9 euros». Sí, somos tontos por no preguntar antes de salirnos del restaurante, pero también ellos si ofrecen una oferta, deberían acordarse después, ¿no?
No creo que lo frecuentemos mucho, está un poco lejos y por nuestra zona tenemos italianos a mi parecer de mejor calidad.

Buena pizzería de muchos años, situada en una esquina de la calle Bachiller, el interior queda un poco oscuro, debido al emplazamiento, pero el local es tranquilo y aseado.

Las pizzas son muy buenas, están hechas con horno de leña y se nota en el sabor y en la textura de la masa, así que debéis probarlas.