Dionisos

El otro día decidimos salir a cenar por Ruzafa y este sitio nos pareció una opción atractiva. Lo cierto es que esta reseña podría haber sido diferente y os cuento porqué.
Tras echarle un vistazo al menú nos sentamos, el camarero vino y tomo nota de la bebida mientras decidíamos que comer. Hasta aquí todo normal. Sin embargo al pedir la comida (la mayoría nos decantamos por un menú) nos dice que el menú incluye bebida pero que la que hemos pedido no entra por que la hemos pedido antes. Nos quedamos un poco mosca, a ver que pasa…
La comida esta bien, sin ser espectacular. Es algo diferente, si bien la brocheta de pollo me pareció un poco seca igual que la carne del gyros, pero bueno, en general me gustó. En fin, terminamos de cenar y pedimos la cuenta.
Lo que nos temíamos, nos hicieron la jugada con las bebidas. Por lo que veo en la reseña precedente son reincidentes con la práctica. La excusa fue que «la bebida del menú es mas pequeña», por lo que algunas bebidas entraban y otras no. Después de que uno de nosotros estuviese reclamando un rato accedieron a incluir las bebidas que entraban en el menú, que no eran todas. Y con esto viene la segunda parte. La bebida que me pedí yo (engañado, por que de saberlo no me la habría pedido) no entraba en el menú, y la del menú, no me la habían sacado en ningún momento «por que no la había pedido». Me toco pedirla al final de la cena y explicarle al camarero por que me la tenia que sacar.
No se si técnicamente están en su derecho de cobrarte la bebida de antes y decirte que no entra, pero creo que es una practica engañosa o por lo menos confusa. Me parece que lo correcto en estos casos es avisar ANTES de esta condición o preguntar si vamos a comer de menú. En cualquier caso: dejar las condiciones claras y explicitas de antemano, no aclararlo después a traición. De esta forma lo que consiguen es que yo, como consumidor, me sienta engañado.
En resumidas cuentas, he quedado bastante decepcionado con el local. Tenia buenas expectativas antes de sentarme y creo que en otras circunstancias no muy diferentes habrían estado a la altura.

Yo ya conocíà la franquicia pues había ido varias veces en Barcelona y siempre he salido contenta. Cuando vi que abrían uno en el barrio me llevé una alegría que poco me ha durado.
Nos sentamos a comer y nos preguntan si vamos a comer el menú del día. Le decimos que a priori iríamos a la carta pero que dejara el menú en la mesa para mirarlo bien por si cambiábamos de opinión. Mientras decidíamos nos tomaron nota de las bebidas. Vimos en la carta (no en el menú del día, que va aparte) que tienen unos menús tipo platos combinados que incluyen la bebida así que nos decidimos por pedir 2 diferentes. De entrada decir que la comida fatal. El gyros no había por dónde cogerlo: la pieza que no estaba quemada parecíà la suela de un zapato de lo dura que estaba y la que no, era pura grasa. La salsa que sirvieron en uno de los platos no era más que tomate triturado de bote sin ningún tipo de condimento ni elaboración en absoluto. A medio plato ya sabíamos que de repetir en este sitio sería para tomar una tapa y poco más. Pero visto el trato a la hora de pagar ni eso: nos trajeron la cuenta y nos habían cobrado los 2 menús y las bebidas a parte. Se lo comentamos a la camarera quien lo consultó con quien debía ser el gerente del local. Nos vino a decir que como habíamos pedido la bebida ANTES de pedir la comida nos la tenía que cobrar aparte. Le expresamos nuestra disconformidad y, a malas maneras, nos quitó las bebidas de la cuenta mientras nos recalcaba que eso no era un restaurante español y las cosas no funcionan como tal. Alucinante. No llego a entender como un local nuevo, mono, y que ya tiene cierta fama que le precede, puede hacer las cosas tan mal. En fin, un desastre.