Después de tomar algo por la noche o de cenar apetece una copita y de todo lo que hay por la zona ésta parece una de las pocas opciones. Durante el día tiene un aire más de cafetería cervecería, pero cuando cae la noche las copas y los cocktails hacen su aparición. Es uno de estos locales que se ha sumado a la moda de las copas preparadas y los gintonics maridados con especias y frutas inimaginables. La pega es que se han subido a la parra con los precios, tanto de las copas preparadas como de las cervezas un pelín especiales(nada de grandes rarezas). De vez en cuando hay monólogos que te animan la noche e invitan a hacer algo diferente. Esos son los días que más merece la pena pagar un poco más por tu copa. Si te gustan los dardos, tienen una diana donde puedes echar unas partidillas. Y un punto muy positivo es que la cocina, para picar algo no cierra, así que si has cenado escaso y te entra el hambre entre copa y copa puedes pedirte algo para comer. En resumen es normal y en la zona no hay mucha más opción por lo que en los precios se pasan un poco.