Buen ambiente para tomar un café a media tarde. Para desayunar no está mal. Nada recomendado para comer, por la escasa variedad de tapas que tiene. Últimamente ha incorporado carta de chocolates y tes que merecen la pena probar. Un trato muy amable y cercano. En invierno no ponen estufas en la terraza, por lo que si quieres disfrutar de un café y no morirte de frío puedes hacerlo en su interior, ya que cuenta con gran cantidad de mesas para hacerlo.