El Gobernador de La Insula

He ido en bastantes ocasiones a desayunar cuando el tiempo permite dar uso a la terraza y nunca salí insatisfecho, suelo tomar café solo, y con buen tiempo café con hielo y de hecho, aquí, al principio de que abriesen tenían por costumbre usar hielos de café con el café, un detallazo, imposible tomarlo aguado. Pero como suele pasar, con el tiempo… las buenas costumbres pues se pierden. Para comer o cenar… ya es harina de otro costal. no se come mal las cosas están buenas, pero en mi opinión tienen demasiadas pretensiones y así justifican un precio demasiado elevado para lo que realmente es. Las tostas no bajan de los 5 euros (que ya está bien) y una buena presentación no justifica que un pequeño revuelto de morcilla con patatas paja de bolsa cueste casi 12 pavos ni unas patatas de bolsa congeladas con alioli de bote 10 lauros, vamos credo yo. En cuanto al servicio, bastante profesional y atento y en lo que al local se refiere, pues con una decoración bonita y da sensación de limpieza.

Desayunos muy ricos; buena carta para comer o cenar de picoteo. Buena carta de vinos