Nuestro sitio de reunión con amigos desde años inmemoriales. Bautizos, cenas de amigos, cenas de las fiestas, y así un largo etc. Tienen un servicio de taxis que te llevan al restaurante cuando llegas unas cañas en la entrada… Madre mía como entran. Están tiradas con una profesionalidad! Wou! Nosotros solemos ir con menú cerrado peros la carta se come muy bien. La carne es de lo mejor de la sierra y el pescado lo hacen de altísima calidad. Además el sitio es precioso, una antigua estación de tren remodelada. La cena de Navidad de este año será hay. Si quieres acertar este es el mejor sitio para ir. Luis es todo un profesional.
Antonio S.
Classificação do local: 2 Madrid
No se si es que iba con las expectativas muy altas, hemos elegido mal o simplemente el sitio no esta a la altura. De entrantes unas almejas a la marinera, unos pimientos rellenos de bacalao y unas cocochas de merluza. Nada estuvo bien. Se podía comer, pero nada más. De segundo, un chuleton, servido sin el hueso que al igual que los primeros dejaba que desear. La leche frita no estaba mal. El servicio, un tanto«oxidado» tuvo luces y sombras. El entorno tiene potencial, pero no lo han sabido explotar. Lo siento, pero no merece la pena ir hasta allí para comer normalito, así que no volveré.
Cristina D.
Classificação do local: 5 Madrid
En este sitio me pasa como con El Sala de Guadarrama. Siempre que vamos es para celebrar cosas buenas así que le tengo mucho cariño. Si como nosotros, antes de ir a tu mesa, te tomas una cañita en la barra, podrás disfrutar de las almendras tostadas que suelen poner. Son un vicio. Huye. Ya me las como yo todas: P Como sabéis, comer no es que me guste, es que es todo un placer y en este restaurante todo, pero todo, está delicioso. La última vez que fuimos, éramos cuatro personas con nuestras orejas y nuestros brazos y como entrantes para compartir, nos pedimos unas habitas y unas almejas a la marinera. Habríamos pedido algo más pero, por un lado ya sabemos que los platos son bastante generosos y por otro que te ponen el pancito y en la mesa siempre hay un aceite espectacular, así que no nos cortamos y le dimos al moje :) Después, como plato individual tomamos perdiz escabechada, mollejas con huevo frito, tacos de solomillo encebollados y mi plato fue merluza con boletus. Probé todo, excepto las mollejas que nunca me han emocionado, y como siempre, espectacular. Con las cañitas de antes, el vino y alguna copa que cayó como postre, salimos a unos 40 € por persona, que os puedo asegurar nos gastamos tan contentos. La atención siempre es fabulosa porque están pendientes de ti pero sin ser pesados y además, por muy llena que tengan la sala no les falta la sonrisa y las bromas. Un pena que la noche que fuimos hiciera mal tiempo porque si hay algo que me fascina de este sitio es su terraza por las noches. Y, como ya imaginareis, este restaurante era la antigua estación de ferrocarril, lo que le confiere mucho más encanto. Durante la feria de la tapa este local también participa y recuerdo que hace un año probé su tapa estrella que eran unas lentejas con foie. Podría alimentarme de esa tapa el resto de mi vida ;) Como curiosidad, resulta que ahora tienen incluso un servicio de taxi por si vas con ganas de darle al vino o lo que sea y te traen y te llevan, ya que está un poquito alejado.