An-da!!!

Viviendo en la sierra norte de Madrid es muy habitual un sábado o un domingo por la mañana decir eso de: ¿unas cañas por Soto? Si además coincide con que un amigo que está viviendo en Chile, ha venido a pasar unos días y trae consigo a su recién nacido, es mayor motivo.
Este local familiar ha ido cambiando estos años y de hecho ahora han unido dos locales en uno, ya que parece que la demanda que tenían merecía el esfuerzo. Bien por ellos.
Como os decía, con tu consumición siempre te ponen una tapita y para mi, de sus raciones lo mejor son sus «patatas bravas de la casa» que tienen un ingrediente secreto y no, no os lo voy a desvelar pero están rebuenas. También es que yo soy mucho de la patata brava ;)
Los camareros, también dueños, son muy divertidos y aunque en un principio te puedan parecer despistados, no lo son y van repartiendo buen rollo.
Pero sin duda lo que más me gusta de este sitio es la posibilidad de poder sacar fuera, por ejemplo, tus botellines y tu tapa y disfrutarlo con tu gente a la sombrita en el parque que está justo en frente. Evitas el rollazo de los coches pasando súper cerca de su terraza y la sombra es mucho mejor.
Si pasáis por Soto del Real algún fin de semana en verano, es posible que me encontréis en este sitio botellín bien frio en mano :)