Wilson Bar

Mirando en Unilocal algun sitio para cenar por el barrio, me encontre este resaraurante colombiano, las buenas criticas y la curiosidad, terminaron por convencerme.
El local esta un poco escondido, con un ambiente particular, representa el pais de donde viene, la clientela fundamentalmente colombiana (eso confirma que la comida es autentica) y unos pocos españoles. Wilson, el propietario, muy atento y simpatico, dejaos aconsejar simesmla primera vez que vais. No es un restaurante elegante, ni lo pretende, pero si acojedor.
Pedimos, por recomendacion de Wilson un plato degustacion de las tapas mas tipicas, para dos, mas que suficiente. Las empanadas muy buenas, tanto como las arepas (cuidado con el mole picante, esta muy rico, pero pica de verdad), el chorizo colombiano tampoco es nada del otro mundo, pero llegamos a la papa rellena y sobre todo los Patacones, simplemente espectaculares. Todo muy bien hecho, sin exceso de aceite y muy bien condimentado, para acompañar pedimos la yuca frita, muy buena, pero mejor pedirla como guarnicion de una carne.
Durante la cena, y ya que era la primera vez, Wilson nos iba mostrando los platos que salian, guisos de carnes, pescados, cazuela de mariscos, que sin duda probaremos otro dia.
El precio en torno a 15 € por persona, tambien tienen menus muy economicos y abundantes.
En resumen, un sitio digno de conocer, tanto por la comida, el ambiente y la inmersion cultural.
Volveremos y creo que mas de una vez

Una de las grandes ventajas de Unilocal es conocer lugares como el Wilson Bar. Al estar en una plaza un tanto escondida del Polígono San Pablo, para encontrarlo, o vives por la zona, o bien te dejas aconsejar por los compañeros Unilocalers.
Fui hace un mes (voy con cierto retraso en las reseñas, se me acumula el trabajo). Me planté allí por lo que había leído por aquí sobre el sitio. Y para ser honestos, os quedáis todos cortos. la comida está tremenda. Todo lo que probé estaba exquisito, los sabores son tan intensos y potentes, que la cuenta atrás para volver a degustar nuevos platos, se está agotando.
Es un restaurante de comida colombiana auténtica. Todos los elementos decorativos te lo recuerdan. Parece que estás en un barrio de Cali, Medellín o Bogotá. Mención especial se merece la música, cumbias y ballenatos suenan con un volumen adecuado, haciendo más agradable la comida.
El local no es muy grande, se divide entre un salón interior pequeño y una terraza con unas 8 mesas. Hay que tener esto en cuenta, sobre todo los fines de semana. Cuando fui, había tres familias colombianas almorzando. Dato que nos asegura que la comida es colombiana al 100%.
Pues eso, que fui a comer y os voy a contar mi menú. Comenzamos con unas arepas, empanadillas de ternera y yuca frita. Las arepas estaban muy bien, pero las empanadillas estaban mucho mejor. Como la yuca es una de mis debilidades, no la puedo calificar, me gusta siempre. Luego tomamos un patacón con guiso, una delicia, hay que probarlo sí o sí. Para finalizar nos zampamos un sancocho de gallina, que es el mejor que me he comido nunca.
Para beber hay todo tipo de jugos, con o sin leche, así como agua panela. Bebidas tradicionales de Colombia.
El servicio es simplemente maravilloso, Wilson es un profesional como la copa de un pino. Dejaros aconsejar por él. Eso sí, como han comentado en otras reseñas, cuidado con la cantidad de platos que pedís. Las raciones son abundantes y contundentes. En cuanto al precio, más que ajustado. Así que ya sabéis, tenéis que ir.
Buon Appetito.

Llevo un par de años viviendo en Sevilla, y el sábado, encontré este restaurante en busca de comida colombiana. Buena comida y buen trato. Si quieres comer hasta morir pide la bandeja paisa. Si quieres probar un batido de frutas os recomiendo guanábana con leche. Denso, pero un sabor increíble.

Sitio que descubrí gracias a Unilocal,y al que seguro repito.
Para empezar, la atención del dueño fue genial, muy simpático e intentando ayudar en todo momento. La decoración y la música acorde con el sitio y el país, así que estupendo.
Los jugos muy ricos, probé varios de los que pidieron y me gustaron, aunque se me hace raro eso de beber jugos (sobre todo con leche) mientras como.
La comida bastante contundente, y rica, aunque es cierto que todos los platos principales me parecieron más o menos iguales de sabor (o es que pedimos todo parecido, no sé)
También probamos unas empanadas con una salsa picante que estaban muy buenas.
Tengo que repetir para probar alguna cosa más, a ver si le subo al 5 la próxima vez.
Una muy buena opción para probar otro tipo de comida a la que estamos acostumbrados.

Genial local con comidas de origen colombiano, tanto en los productos como en la cocina y la barra. Además, la atención es completamente estupenda, como la ambientación de la televisión con música y vídeos relacionados con el país.
Hay que tener cuidado con lo que pides, porque puedes salir rodando del local, pero por lo demás todo está asombrosamente rico. No conocíà la comida colombiana hasta que vine aquí, afortunadamente acompañados de un chico de allí que nos explicó de qué iba todo y eso siempre se agradece.
No hay que perderse las arepas, aunque mi preferido es el patacón (que llena incluso un poco más) y, si te atreves, acompáñalo con los zumos de frutas tropicales que tienen.
Ya me dirás…

Nunca hasta el pasado sábado había comido especialidades colombianas y he de decir que repetiré.
Además de estar muy buena la comida el trato del camarero fue excepcional. Muy atento y preocupado de explicarmnos todos los platos y de cómo se cocinan las especialidades.
La decoración del bar es muy normalita pero si quieres probar algo diferente a buen precio, Wilson bar es un lugar a tener en cuenta.

En Sevilla hay buenos sitios de tapas pero cuesta encontrar comida internacional así que fue todo un descubrimiento.
El trato muy agradable y el local sobrio pero acogedor.
La comida rica y abundante. Mucha carne y todo contundente.
Seguro que repetiremos la experiencia.

Desconocía por completo la cocina colombiana y, por extensión, la latina. La sorpresa fue enorme cuando un buen amigos me avisó de que otro amigo suyo tenía este restaurante y nos invitó a venir y a probarlo. ¡Tendría que haberlo hecho antes!
Arroz, carne, arepas, plátano, queso, frijoles… todo absolutamente delicioso en unos platos la mar de contundentes, jugosos, ricos y sabrosos. En nuestro caso, comimos mini arepas de carne, plátano amasado con queso y carne y unas empanadillas argentinas absolutamente deliciosas. Todo acompañado de guacamole picante y cervezas.
Desde luego, en la carta había una variedad de platos enorme y todos con una pinta excelente, por lo que no descarto lo más mínimo volver pronto para seguir degustando estas maravillas venidas de nuestros hermanos del otro lado del Atlántico.

Como buen animal gregario que soy, me gusta explorar nuevas fronteras y gustos culinarios con mis amigos y familiares. En este caso le toco al restaurante Wilson situado en el barrio de Sevilla Este. Restaurante colombiano (y regentado por tales) poco llamativo desde el exterior a excepción del colorido cartel que anuncia su posición. He de decir que el interior esta muy bien decorado y llama a que te sientes dentro, ¡¡CRASO ERROR!!, al menos anoche, pues no tenian puesto aire acondicionado, tampoco me fije si habia o no. Asi que me fuy como Camacho al exterior donde tienen 3 mesas y 2 taburetes en la acera, suficiente para mis ansias de gula! Por lo demás, perfecto. Comí como un condenado, bebí más de lo que pude y probé el bofe (pulmón de ternera), que por cierto me encantó. Todo por un precio asequible. Buen trato aunque un poco lentos (pero se les perdona), buenisima comida y buenisima bebida! Que os aproveche!

Wilson es ya un mítico restaurante colombiano de Sevilla que hace unos meses trasladó su dirección desde los alrededores de la Cruz del Campo a Sevilla Este. La verdad es que se han ido un poco lejos para mi gusto, pero tanto el equipo de cocineros y camareros como su carta y las bebidas que ofrece siguen siendo las mismas, así que sólo hay que decidir hacer una pequeña excursión para disfrutar del lugar.
Si vais os seguiréis encontrando con sus platos clásicos como la bandeja paisa, el sancocho de gallina, los tamales o las picadas de carne. Y las empanadas típicas de Colombia, las papas rellenas, las arepas y los patacones. También siguen ofreciendo dulces colombianos como buñuelos, pandebonos y almojabanas. Y sus famosos jugos de frutas naturales, aguapanela y avena, amén de otras bebidas importadas.
El local nuevo es acogedor y está decorado con esmero y cariño, se nota, en tonos fucsia y mostaza. Mesas y sillas de madera, un pequeño mural alegórico sobre Colombia o detalles de la artesanía de este país le confieren carácter. Dispone, además, de una buena terraza junto a una zona ajardinada por lo que, en conjunto, resulta agradable. Si a eso le unes la simpatía y buen hacer de Wilson y compañía, es más que recomendable asomarse un día por allí para conocer el lugar.