TGB-The Good Burger

Desde que abrió este lugar, sus hamburguesas se han convertido en una de mis preferidas.
El local es bastante amplio, tiene muchas mesas, tanto fuera como dentro, y la decoración es bastante singular, muy bonito y muy limpio.
Me gusta mucho que tienen una promoción muy interesante cuando vas en pareja: 9.90 euros dos hamburguesas incluyendo Patatas y bebida, por lo que sale bastante más económico que comprarlo por separado ya que una hamburguesa sola cuesta 4 euros.
La carne está realmente buena, y un detallito que me encanta es la hoja de la lechuga que ponen ondulada y sobresaliendo.
Después de haber estado en NY puedo asegurar que esta hamburguesa se asemeja bastante en sabor a una que puedes comerte por allí :)
He venido bastantes veces al TGB en general, mi preferido es el de la campana. Concretamente a este del paseo Cristina he venido 3 veces y ninguna he salido convencida por el simple detalle de que el pan está frío, no entiendo por qué. Siendo la misma cadena en el TGB de la campana está mejor.

Empezó por todo lo alto con su fiesta de inauguración en Sevilla. Las burgers con un sabor que no te esperas. La gente lo comparaba con BK o con Mc y cuando comes allí te dabas cuenta de que no era así…
Tristemente, la calidad ha decaído, la decoración tan chula y poco frecuente se ve cada vez más deteriorada y desatendida. Los baños son una auténtica asquerosidad, y la atención al cliente por parte de los trabajadores deja mucho que desear.
Ofrecen refill de bebias, pero actúan como policiías. Yo pedí un vaso de agua para acompañar lo que iba a comer (no quería refresco ni pagar lo que vale la mineral) y no me permitieron llevarme el vaso a la mesa. Como era de esperar, tampoco me permitieron comerme la hamburguesa en la barra ya que te dicen «que la barra es solo para atender»…
En definitiva, un ejemplo más de decadencia de un negocio que me encantaba. Lástima.

Una estrella es la única valoración que se merece (y porque no puedo poner menos) después de tardar más de hora y media en que llegase un pedido de cuatro tristes hamburguesas.
Más de una hora han tardado en TGB del Cristina en facilitar nuestro pedido al repartidor, que aparte se ha tomado su más de media hora en traerlo a casa.
Obviamente todo frío. Y nada barato.
La calidad no se ve mala, pero lo siento, me gusta la comida en su temperatura correcta.
Además para poder hablar con alguien de TGB tengo que llamar a un 902, hablar con una máquina y dejarme más dinero. Hasta luego.
Hasta que se me pase el sofocón de hoy no voy a volver. Y no sé cuánto tiempo va a tener que pasar…

Ya llego tarde para probar el TGB, pero bueno, casi que mejor. Algunos negocios cambian mucho desde su apertura hasta unos meses o un año después, normalmente a mejor. No sé cuál es el caso, pero me he ido de la hamburguesería con buenas sensaciones en general.
Este TGB de Puerta Jerez es enorme y su decoración es una pasada. Aconsejo ir tempranito porque hay tanto espacio que en la hora punta el jaleo puede ser bastante considerable. Sin embargo el proceso de pedir y recoger es muy ágil debido a que te avisan en mesa mediante un dispositivo que suena y vibra, con lo que no tienes que hacer cola.
A pesar de que te ofrecen cosas («por 0’95 € más tienes esto otro») la atención es buena y va rapidito. Con la bebida te avisan de que hay refill, lo que deberían avisar es que junto a los grifos de refresco está el bote de ketchup y mostaza. Yo me di cuenta cuando me iba.
A las patatas onduladas que me pedí les faltaba la salsa. Busqué en la carta y no había letra pequeña que indicase que la salsa va aparte pagando más o algo así. O yo no la vi. Así que no sé cuál ha sido exactamente el fallo. A mi hamburguesa también le faltaba la salsa bbq. Considero y espero que sea un fallo puntual, sería muy raro que me pase la próxima vez que coma en este restaurante, así que no le voy a bajar una estrella por eso. Aunque tampoco le doy la perfección, claro.
Los hot-​dogs solo los vi, y me parecieron pequeñísimos. Las hamburguesas no son XXL pero tampoco son moco de pavo. Los buches más hambrientos echarán en falta una hamburguesa más para quedar satisfechos. Yo venía de tomar una cervecita y un picoteo a las 13:00 así que iba con un apetito normal y con las patatas y la hamburguesa quedé bien. La hamburguesa estaba correcta de sabor, incluso buena, aunque como ya he comentado no tenía salsa.
Podríamos decir que estamos en un intermedio entre McDonald’s y hamburgueserías de calidad. Más tirando a McDonald’s que para el otro lado, la verdad. Pero en mi opinión cumplen su función, y si estoy por la zona, desde luego para mí los McDonald’s y Burger King de la vida han muerto.

Was craving a burger and was lucky enough to be right under a sign for the good burger! I had heard all the hype for this restaurant and was excited to try it myself.
Ordered just a classic cheeseburger. The party was excellent, well cooked, very juicy and flavorful. The lettuce, tomatoes, and onions were extremely fresh and enhanced the flavor of the burger even more.
Great restaurant environment with eccentric decorations and a comfortable atmosphere. Excellent location for a quick burger while shopping on the streets of Sevilla!

Relación calidad precio excelente dentro de su campo (hamburguesas, etc)
Cuidan bien la limpieza y presentación del producto a pesar de ser lo que se trata (hamburguesas)
Volveré seguro

Estoy de acuerdo con Fran la carne de la hamburguesa muy buena, pero el pan y todo lo demás muy mala calidad, prefiero otros restaurantes de comida rápida.

The «Regular-​Tirando-​a-​Mala» Burger.
Parece una buena opción de comida rápida barata, pero no es barata, y tampoco rápida. Se esfuerzan mucho por desmarcarse del formato «fast food» y lo consiguen, pero a costa de hacerte esperar demasiado por una hamburguesa sin mucha gracia.
La carne es solo decente; el tamaño, irrisorio; y el pan, filosófico: «¿cómo puede tener esta textura? ¿será realmente comestible?»
Pero si a pesar de estas advertencias te atreves a probarlo por ti mismo, y encima decides someter a un acompañante al mismo reto, la mejor opción es que cada quien se pida un menú. OJO con el Menú Doble, que trae una TGB Burger, otra hamburguesa a elegir, dos bebidas y UNAS patatas para compartir por 9’90 €. El menú normal cuesta 4,50 €: hamburguesa, bebida y patatas. Así que por el mismo precio cada quien se queda con sus patatas y nadie se pelea por la última.

Es el segundo establecimiento que visito de esta cadena y tengo que decir, que aunque no me flipe tampoco me disgusta.
Este negocio es una franquicia de los ya famosos «100 montaditos» que ahora dentro de la comida rápida, amplían a las hamburguesas.
Todos los locales en cuanto a decoración son iguales. Funcionales y con decoración un poco varidada. Son amplios en cuanto a espacio y bien surtido de mobiliario. Algo que no me gusta es la poca luz que tienen.
El servicio (suele) ser atento y te explican todo lo que tienen en carta. Te dan una especie de disco, el cual, se ilumina al estar preparado tu pedido.
Vamos a la comida, escaso de tamaño y cantidad. El pan es parecido al que compras en Mercadona. De sabor no está mal con ese toque dulzón. La carne si que me gusta, incluso más que la de otras cadenas. Las patatas también son cortitas en cantidad aunque sabrosas. Mi hijo pidió un perrito y era minúsculo.
Volveré si paso por la puerta y el hambre hace presa de mi.

Tengo sentimientos encontrados con el TGB. Hay tres cosas suyas que me parecen tops, y luego otras cosas en las que están por debajo de la competencia claramente. Así que empezaré por destacar las dos razones que me invitan a volver a este sitio:
–Los helados The Good Ice Cream. Duro competidor para el McFlurry. Cuestan dos euros y están riquísimos. Te echan doble capa tanto de sirope como de topping, una por debajo y otra por arriba. Hay distintos siropes (chocolate negro, caramelo, choco blanco…) y toppings (lacasitos, frutas…) para elegir. La base del helado con vainilla me parece, además, que está más buena que la base del McFlurry. Hay una versión el doble de grande por solo un euro más. Solo he comido una vez en el TGB, pero he ido a postrear bastantes más.
–El sistema de gestión de pedidos. Olvídate de las interminables colas de los McDonalds y Burguer Kings que tanto echan para atrás y que tanto desesperan cuando tienes ganas de comer. Porque, seamos sinceros, a estos sitios se va a matar el hambre. En el TGB pides, pagas y te dan un aparatito con el que te vas a tu mesa y pita cuando tu pedido está listo para recoger en otro lado de la barra. La agilidad que esto proporciona es magnífica. Ya están tardando en aplicarlo en otros restaurantes de comida rápida.
–La decoración. La estética es muy atractiva, un estilo muy ecléctico que parece haber hecho las delicias de los hipster a juzgar por la cantidad de ellos que te encuentras sobre todo en el local de la Campana, aunque a mi me gusta más este de Puerta Jerez, más abierto y menos agobiante. En cualquier caso, ambos están bien situados y llaman a entrar y sentarse.
Ahora bien, quitando esas tres cosas, pues tengo que estar de acuerdo con el resto de los comentarios. Las hamburguesas son tirando a pequeñas y los perritos son directamente ridículos, y en cuanto a calidad no están más buenas que las del McDonald’s o las del Burguer King, y sin embargo son considerablemente más caras. Así que para ir a comer, si no fuese por el sistema de pedidos tan ágil y la estética atractiva y cómoda, yo no lo recomendaría porque habría mejores opciones.

Al entrar en este local no te imaginas que estás en una hamburguesería. Es como un patio, pero hipster. Plantas (creo que no son naturales) y paredes y suelo hechos con maderas rústicas. Las mesas y las sillas son muy originales porque son casi todas diferentes y da una sensación entre retro y moderno bastante acogedor. En algunas paredes cuelgan televisores con videoclips de música (con un volumen un poco alto para mi gusto, pero buena música). También tienen una zona de cafés, tés y dulces; e incluso una zona de merchandising. Los baños bastante limpios y cómodos de usar.
No tienen servicio de camareros. Entras a la barra, pides, pagas y te dan un «aparato» que se enciende y pita cuando tu pedido está listo. La verdad que la experiencia es bastante chula.
Increíble el sabor de las hamburguesas de TGB. Hay que probarlas aunque sea una vez en la vida. Su pan TGB es el pan perfecto para una buena hamburguesa. La oferta de los Jueves es hamburguesas 2×1.
Ensaladas con una pinta deliciosa.
Perritos de diferentes clases (la primera vez que en un sitio de éstos veo un perrito con salchicha blanca alemana, la cual admiro). Los Lunes tienen la oferta de #LunesPerros que se trata de perrito + bebida + helado por 2,50.
Las patatas fritas las puedes pedir con diferentes salsas, incluso pedir qué tipo de patata te gusta.
Los refrescos son refill (puedes rellenarlos todas las veces que quieras) por eso también te cobran 2,50 por cada vaso que, a diferencia de otras hamburgueserías son de cristal y no puedes sacarlos del local.
Siempre volveremos.

Me habían hablado bien de este sitio y entré el otro día muerta de hambre para llevarme una enorme decepción.
Una hamburguesa con patatas y un refresco me salió por 9 €, precio que no me parecería nada mal si le hubiera acompañado la calidad. Lo peor del caso es que le han puesto el calificativo «Good» a todo.
El pan de la hamburguesa me pareció malísimo, la carne de mi hamburguesa estaba muy sosa y muy hecha, completamente reseca. Las patatas no estaban mal (es lo mejor que puedo decir de lo que comí), pero la salsa de queso caliente con la que las pedí era poco interesante (cuanto menos).
Lugares como éste me hacen reconciliarme con McDonalds y Burger King, al menos esos lugares son honestos y no te engañan, allí comes por menos de 6 € mejor o igual que en TGB, local que si acaso en lo único que les gana es en un poco de diseño.

Vaya por delante que no soy muy amante de ese bocado llamado hamburguesa, pero bueno, me creo capaz de valorar separadamente una buena carne, un buen pan, una buena salsa, etc… Me vais a decir que entonces, qué hacía yo entrando en un sitio de este tipo, y es que amigos, no siempre voy a llevar yo la voz cantante y a veces hay que hacer concesiones… Dicho y hecho, aquí estaba yo delante del panel de hamburguesas dudando si salir corriendo o darle una oportunidad… y se la di y aquí va mi valoración.
Las hamburguesas, como ya he visto en otros comentarios, son pequeñísimas y el precio elevado para el tamaño y contenido. La carne no es nada del otro mundo, la encontré sosa y seca como un arenque. El pan bastante gomoso. Las salsas las típicas, ketchup y mostaza, nada diferente y original, ni el uso de verduras diferentes (rúcula, espinacas, etc…) como sí he probado en otros sitos de hamburguesas más sibaritas a las que el destino me ha llevado. Me esperaba algo más especial y gourmet, y sobre todo mi acompañante (gran amante de ese bocado). La única concesión que han hecho es llamar a una hamburguesa algo así como eco burguer y ponerle el pan hecho de masa de bretzel… así que no entiendo a qué viene este calificativo.
En resumen, al final me pareció lo mismo de lo mismo de esas archiconocidas cadenas de hamburguesa, pero a un precio más elevado dado el mini tamaño. El ambiente no me gustó nada, mucho teeneger (no tengo nada en contra de ellos, yo también fui uno de ellos.) y muy ruidoso.

Buenas hamburguesas y económicas los días de oferta, aunque para los que comen muchos necesitarán dos.

Vi este local mientras estaba de vacaciones en Cádiz y me picó la curiosidad, pero cuando mis amigos me dijeron que habían abierto uno en Puerta de Jerez, decidí esperar a estar en casa para probarlo.
El local dese fuera parece muy pequeño, pero nada que ver con la realidad; es bastante amplio, con distintas zonas, sofás, mesas por doquier y la barra para pedir. La decoración es ¿extraña? ¿alternativa? ¿hipster? ¿moderna? Me explico: las mesas cuentan con cuatro sillas, ninguna igual que la otra y todas tienen en común que parecen sacadas de un rastrillo (algunas de un vertedero). Hay mesas de distintas alturas, un escenario, un sofá en la zona de «cafetería» y dos sillas de «barbería» pues ofertan un corte de pelo gratis si compras una hambuerguesa especial y una bebida especial (que intentaré no comprar nunca por lo que puedan hacerle a mi pelo) En las paredes hay tanto bicicletas como camisetas, gorras y delantales que también «regalan» si compras una exagerda cantidad de comida. Los carteles de grupos de música tales como Nirvana, los Rollings o The Who contrastan con las múltiples pantallas que emiten los videoclips de las canciones más populares de los 40 principales.
Pasando al tema que interesa, la comida, he de decir que para pagar 4 € por comer, esperaba una hamburguesa que durase más de medio bocado. La carne, además, era más grande que el pan, lo cual derivaba solo en suciedad y pringue en las manos. El ketchup y la mostaza son de autoservicio, como las bebidas (pepsi y kas, nada de cocacola y fanta, al igual en la otra franquicia del grupo Restalia). El plato a compartir de nachos es abundante, pero los últimos están blanduchos e incomestibles. También hay perrtios calientes, pero si no es lunes, que están a dos euros, no merecen la pena, pues no son más que una salchica de las del pack de Mercadona.
A su favor diré que los camareros son agradables y atentos, y que han sustituido los micrófonos que chillan tu nombre por aparatitos que vibran y brillan cuando tu pedido está listo. Por lo demás, creo que son demasiadas cosas en un solo local, que además no pegan entre sí, y mucho menos al lado de otra franquicia que te sirve las mismas hamburgesas sin ninguna gracia especial mucho más baratas. Para comer medio mal medio bien y rápido en momentos de apuro, bueno. Para lo demás, malo.

A The Good Burger, la última ofensiva gastronómica del Grupo Restalia, iba con muchas ganas e ilusión tras leer los comentarios en Unilocal.Desgraciadamente, mi experiencia no ha tenido nada que ver con lo que me esperaba.
El local es bastante grande, tiene una decoración un tanto extraña y ecléctica (la bicicleta colgada de la pared es un buen ejemplo), pero que gusta y es amena. Dispone de muchas mesas, algunas más grandes con taburetes para grupos de hasta ocho personas, y otras para cuatro comensales con cada silla de su padre y de su madre. En una esquina, llena de póster de grupos musicales, hay una especie de escenario (o tarima de baile, quién sabe), en la que posiblemente toquen grupos locales algunos días.
El sistema de atención es un tanto diferente al de algunas cadenas del mismo estilo. Tras hacer la cola, llegar a caja y hacer el pedido, te entregan una consigna-​alerta que vibra y se ilumina cuando tu pedido está listo, para así poder esperar sentado. La oferta es más amplia y «gourmet» que en otras franquicias, en TGB disponen de unas hamburguesas fijas y «estándar» (Cheeseburger, Pull Pork, BBQ…) y otras de más alta calidad que al parecer van cambiando. Dichas hamburguesas presentan ingredientes que raras veces se ven, como carne asada desmenuzada o atún cubierto por sésamo. Además de las hamburguesas también puedes pedir perritos calientes (de tamaño irrisorio), algunas ensaladas, aperitivos (patatas fritas normales, en gajo, rizadas, nachos…) y helados. Y presten atención, porque aquí el concepto de menú hamburguesa+patatas+bebida no existe, se venden los productos de forma individual y no hay forma de combinarlos (gran fallo a mi parecer).
El día que fuimos pedimos hamburguesas y nachos para compartir entre seis. Mi primera sorpresa fue (a parte del precio de las hamburguesas, que de los 4 € no baja) el tamaño de los productos. La mía, la Pull Pork (que de sabor estaba muy buena) tenía el tamaño de las hamburguesas de 1 € de la competencia, la puedes sujetar sin problema con una sola mano. Así que, en tres bocados te comes la hamburguesa, y casi que te quedas igual de hambre. En cuanto a los nachos, no están mal, pero por ese precio encuentras nachos más abundantes y mejores.
La puntuación que le doy no es solamente por el excesivo precio e insuficiente tamaño de los productos. Me da la sensación de que TGB no ha terminado de encontrar su lugar, ya que en el mismo local te puedes pelar (sí, sí, pelar), comprar una camiseta y tomarte una hamburguesa. Parece que han querido hacer algo rompedor y alternativo, pero la jugada no les ha salido bien. Si instauraran menús, e hicieran las hamburguesas un poco más grandes, seguro que tenían un triunfo asegurado. Hasta entonces, dos estrellas y dudo que vuelva a no ser que sea viernes, en el que hay 2×1 en hamburguesas.

Las peores hamburguesas que he comido fuera de la franquicia yanki de la Gran M.
Por 4 o 5 euros obtienes una hamburguesa que apenas tiene dos mordiscos, que no sabe a nada, con un pan que es apenas una masa biscosa de goma dulzona y que además, viene sin acompañamientos porque te los cobran aparte.
Las hamburguesas normales no sabían a nada, las de cerdo en tiras estaban secas como una momia y la de atún estaba tan hecha que podría haber sido cartón… Un despropósito!
Concretamente mi experiencia fue malísima porque además, olvidaron parte del pedido.
No merece la pena pasar hambre pagando un pastán por la comida ¿no creéis?

Quizá es que esperase mucho más de este sitio, y que al ir y probarlo traicionase mis expectativas… Pero aunque puede ser mejor que un McDonalds o un Burger King, por detalles que ahora comentaré, creo que he tenido experiencias mejores tomándome hamburguesas. Y sinceramente, no creo que se diferencien tanto como en principio había pensado.
El sitio del local es estupendo, en plena Puerta de Jerez y muy cerca de la competencia. El local estaba decorado de una manera que, aunque en el fondo es de estas decoraciones rápidas y seguramente calcadas a la del resto de locales de la franquicia, daba la impresión de ser bastante personal, por así decirlo, como si quisiera hacerte parecer que estás en un sitio único. Punto para ello es esa pequeña barbería integrada que hay a la entrada (que aunque pueda ser desconcertante, es exótico) y la zona de sillones para tomarse un café. También hay un escenario, y no sé que organizarán allí.
Empezamos con unos nachos, en los que se agradece esa verdura que tenía buena pinta, y que no estaban mal. La comida se recoge con un trasto inalámbrico que vibra y se ilumina cuando todo está listo, pudiendo entonces acercarse a la barra a recoger el pedido. Mucho más eficiente que los griteríos del 100 Montaditos, de la misma cadena, desde luego.
Yendo a lo que importa, las hamburguesas. Pedí una pull-​pork (una vez que la pedí ví que tenían otras hamburgesas, «especiales», en el reverso de la carta) y no me convenció mucho. La cebolla (¿aros de cebolla?) la encontré rara, nada crujiente y bastante extraña, y la carne deshilachada no me convenció en absoluto. Eso y que, además, por cuatro euros no puedo aceptar una hamburguesa tan pequeña, con patatas o bebida aparte, en un establecimiento de comida rápida. Es decir, que si me da por pedir un menú completo, al estilo de las otras dos grandes hamburgueserías de comida rápida, me encajó con mucha facilidad en ocho euros, o más. Y para esos precios, sinceramente, me voy a uno de esos sitios tan maravillosos que se recorren en el Unilocal Burger Tour, a los que pocas veces puedo ir, y que tengo guardado en favoritos.

#LunesDeReseña
Pues tenía ya ganas de probar una hamburguesa de esta nueva franquicia que el Grupo Restalia se ha sacado de la manga, y la verdad es que me ha gustado bastante. The Good Burger abrió sus puertas hace no mucho a dos pasos del centro, junto a la boca de metro de Puerta de Jerez. Lo primero que llama la atención es un espacioso local decorado como toda una oda al hipster, de lo que además hacen gala abiertamente. Posters musicales y bicicletas colgando de las paredes, sofás medio destartalados, mesas acompañadas de sillas de patio… ¡y una barbería! ¡Si hasta te regalan una hamburguesa si vas a pelarte o retocarte la barba allí! Lo cierto es que el local es original y tiene un punto que lo distancia de las otras cadenas de comida rápida, con las que entra en competencia directa por este tipo de menú.
Pero bueno, aparte de esto y hablando ya de la comida, decir que fuimos cuatro amigos y junto a la hamburguesa de rigor decidimos probar algún entrante. Pedimos los nachos y los chicken fingers, y ambos nos sorprendieron por lo buenos que estaban. Especialmente los nachos estaban muy bien, tanto de sabor, como de complementos, porque venían cargados. Las hamburguesas también rozaron el sobresaliente (teniendo en cuenta que hablamos del concepto de «hamburguesa rápida»), especialmente la cheeseburger, bastante jugosa y sabrosa. Por cierto, me parece una gran idea lo de que cuando haces tu pedido te entreguen un posavasos electrónico, de manera que no tengas que esperar de pie a que salga tu comida: te vas a tu mesa tranquilamente con tu bebida y, cuando esté lista, el posavasos empieza a pitar avisándote de que pases a recogerla. Todo un detalle.
A destacar que aquí no se pide por menús, sino cada cosa por separado, aunque al final los precios de bebida+hamburguesa+patatas (o aritos de cebolla) no difieren mucho del clásico menú al que estamos acostumbrados. Además, si lo prefieres tienen también perritos calientes y ensaladas (estas últimas tenían muy buena pinta). Y para rematar la faena, puedes optar por pedirte un helado de yogurt al que añadirle tus toppings preferidos, o algún muffin o similares en el mostrador que tienen aparte, en el centro del local.
En fin… buenas sensaciones las de este The Good Burger. Creo que Restalia ha dado en el clavo y no me extrañaría que empezáramos a ver más locales de la misma marca en otros puntos de Sevilla.

Desde hacía unos meses tenía ganas de probar este sitio, más exactamente desde que lo descubrí en Madrid y por circunstancias me fue imposible entrar al mismo, así que en el momento que descubrí su apertura en Sevilla, me faltó tiempo para ir a cenar al garito en cuestión.
Empecemos por el local, y no se definirlo mejor que como muerte por hipsterismo, todo con un rollo industrial, leds y temática de bicicleta que lo hacen para mi gusto, un local con mucho encanto, eso si, con una pega, no tienen veladores, algo que en esta ciudad que vive de cara a la calle, s algo así como una temeridad pero sin el como, pero por lo demás, me encantó.
Con respecto a la carta, a pesar de no ser especialmente variada, la verdad es que puedes satisfacer tus ansias carnivoras por unos 4 euros la hamburguesa, con el plus de que todos los viernes tienen promociones dos por por 1. Con respecto a las hamburguesas en si, probé la BBQ, que en mi caso estaba sumamente seca, al parecer un error porqué probe las cheeseburguer también y estaba perfecta.
En síntesis, me gustó, pero esperaba un poco más

Llevaba meses esperando esta apertura en Sevilla. Del grupo Restalia, prometían hamburguesas a buen precio y de calidad, llevando el estilo «gourmet» a la comida rápida, y con esa carta de presentación, la visita era inevitable, más aún cuando en sus primeros días (creo que hasta el 16 de agosto) van a tener un 2×1 en hambruguesas.
El local es muy amplio, con muchas mesas, y con la posibilidad de movilidad de varias mesas para grandes grupos (había un par de ellos). En una esquina hay una pequeña tarima que quién sabe si utilizarán para actuaciones, sería un punto más a su favor. Pero como de momento de eso no hay nada, hablemos de la comida.
Las hamburguesas se mueven entre 3,5 €, 4 € la mayoría, y 5 € la ECO Burger. Para aprovechar el 2×1 pedí la BBQ y la Pull Pork BBQ. La BBQ lleva la carne de ternera, bacon, aros de cebolla, y salsa barbacoa. El pan se puede más considerar un bollito, que pan de hamburguesas, similar al pan de un «Happy Meal» para que nos entendamos. No esperéis un filete grande, pero sí es más sabroso que el de otros sitios de comida rápida. Eso sí, el bacon sabe a bacon, y le da mucho sabor a la hamburguesa, cosa que se agradece. Los aros de cebolla tienen ese nombre, pero se asemeja más a cebolla frita que a lo que es en sí un aro de cebolla. Para mí, mucho mejor así. La Pull Pork BBQ lleva carne de cerdo asada deshilachada, salsa barbacoa, y la misma cebolla frita que la anterior. La carne de cerdo bastante jugosa y sabrosa. Si llevara bacon, superaría claramente a la anterior.
Como complemento, unas patatas gajos con alioli y queso en polvo por arriba qeu estaban bastante ricas. De beber, el siempre amado refill y en vaso grande de cristal. Conclusión, por poco más de 14 € tuvimos 4 hamburguesas, una ración de patatas, y 2 bebidas. Quizá sin el 2×1 la hamburguesa se haga escasa, pero una vez finalizada esta promoción de apertura, en el resto de restaurantes de la franquicia se mantiene ese 2×1 todos los viernes.
Admiten Ticket Restaurant y similares.