Es el típico bar de polígono, y en este polígono es el único que hay. Destacar los precios de los menús, ya que son muy baratos en comparación con otros bares de este tipo. El trato con los camareros es muy familiar: a la tercera vez que vienes ya se saben tu nombre y te sirven lo que quieres sin tener que pedirlo. Cada vez que quiero desconectar un rato de la oficina me vengo aquí a desayunar.